Balears es una de las regiones analizadas con más plazas. | M. À. Cañellas

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Balears es la sexta región con mayor competitividad turística de entre 315 regiones de 42 países. El ranking, elaborado por la Fundación Impulsa, resalta el excelente resultado de las Islas fruto de una apuesta política y económica en torno al turismo que se materializa en la dotación de infraestructuras y en poner en valor los recursos naturales que ofrece el destino. Sin embargo, también deja muy claro que es necesario facilitar más el entorno de negocio, mejorar el capital humano y el mercado laboral, así como progresar en ordenación del espacio turístico y en integración tecnológica ya que son escollos para el potencial turístico del Archipiélago. Asimismo, los resultados evidencian que Andalucía (1ª), Catalunya (2ª) y la Comunitat Valenciana (4ª), así como la Costa Azul francesa (3ª) y la ciudad suiza de Ginebra (5ª) son más competitivas turísticamente que Balears.

Las Islas suben dos posiciones respecto a la última clasificación publicada en 2018, cuando obtuvo la octava posición, y esta mejora cobra más importancia todavía porque en este análisis referente a 2021 ha aumentado el número de regiones que se estudian, pasando de 280 a 315. En este caso, la Fundación Impulsa ha tenido en cuenta en su estudio un total de 315 regiones de 42 países: los 27 de la Unión Europea además de Albania, Argelia, Bosnia y Herzegovina, Egipto, Islandia, Israel, Líbano, Marruecos, Montenegro, Noruega, Reino Unido, República Serbia, Suiza, Túnez y Turquía. Son países que presentan una intensidad turística igual o superior a 15.000 plazas de alojamiento en total o mil plazas por cada 100.000 habitantes.

Balears ocupa la sexta posición. Por tanto, se sitúa en el tramo de competitividad turística muy alta. Entre las diez regiones con mayor potencial turístico, seis son españolas. Andalucía encabeza la lista seguida de Catalunya. En tercer lugar está la región de la Provenza, los Alpes y la Costa Azul francesa. En cuarto lugar se sitúa la Comunitat Valenciana. La región del lago de Ginebra, en Suiza, es quinta. Mientras que Canarias es séptima, País Vasco octava, la región de Baja Austria y Viena es novena y Berlín-Brandemburgo (Alemania) es la décima región más competitiva turísticamente. Es decir, que estas regiones tienen un potencial para el desarrollo del turismo similar al de Balears, independientemente de que lo hayan utilizado o no. Las 20 regiones más competitivas se ubican todas en España, Suiza, Austria, Alemania, Francia y Portugal.

En cambio, las diez regiones con menor competitividad turística son Šumadija y Serbia Occidental (Serbia), Nabeul (Túnez), Gafsa (Túnez), Jendouba (Túnez), Beirut (Líbano), Zaghouan (Túnez), Kairuán (Túnez), la Federación de Bosnia y Herzegovina, el Monte Líbano (Líbano) y Argel (Argelia).
Este ranking sintetiza 89 indicadores relacionados con la competitividad turística agrupados en 12 pilares. Pretende calibrar los factores y políticas regionales que favorecen el desarrollo del turismo y medir la capacidad de este conglomerado de actividad y conocimiento para contribuir a la competitividad global de Balears.

Pese a obtener un buen resultado, la Fundación Impulsa considera que es necesario cambiar ciertos aspectos para poder mantener la posición de liderazgo de las Islas en un futuro. La facilidad de contratación y despido, la vinculación del salario a la productividad, la formación permanente y la facilidad para encontrar trabajadores adecuadamente cualificados son asignaturas «claramente pendientes». Asimismo, tal y como ya se advertía en el informe de 2018, se vuelve a repetir que el factor precio está agotado, ya que «la variable precio en la propuesta turística de valor está dejando un escaso margen de mejora en las Islas».

Antoni Riera, catedrático de Economía Aplicada de la Universitat de les Illes Balears y director técnico de la Fundación, es claro. «Hemos llegado al límite del éxito con nuestro actual liderazgo. Nuestras fortalezas nos han situado en lo alto del ranking y nos han permitido obtener unos réditos que, ahora, son imposibles de superar. Por eso mismo, estamos en disposición de diseñar y ocupar desde las islas una posición nueva y pionera en el mundo, como la que deriva, por ejemplo, del turismo regenerativo», indica.

RESULTADOS. Balears obtiene su mejor resultado en priorización del turismo, donde es la segunda mejor región entre 315. Incluye diez indicadores, entre los cuales están el gasto público en turismo, la disponibilidad de información turística, el requerimiento de visados o la capacidad de las campañas de marketing de atraer turistas. Solo Canarias está más arriba en la lista, y el Archipiélago obtiene el 97,7% de la puntuación de la región líder.

A continuación, Balears obtiene la mejor posición en el pilar de equipamientos turísticos, donde es sexta. Incluye los indicadores de plazas de alojamiento disponibles, calidad de las infraestructuras turísticas, presencia de las principales compañías de alquiler de vehículos y densidad de cajeros automáticos. La mejor posicionada en este caso es el Tirol (Austria), y el Archipiélago obtiene el 89,7% de la puntuación.

En este sentido, hay que señalar que las tres regiones que tienen más plazas de alojamiento por cada cien mil habitantes que Balears -las islas griegas del Egeo Meridional, las Islas Jónicas o el Sinaí del Sur en Egipto- se sitúan en un tramo de competitividad turística media-baja, es decir, mucho más abajo que Balears.

Las Islas son séptimas en transporte aéreo, un pilar que mide la calidad de las infraestructuras aeroportuarias, el tránsito aéreo en vuelos regulares domésticos e internacionales, el tránsito de aeronaves, la densidad de aeropuertos y las líneas aéreas operativas. La región que está mejor en este sentido es Córcega (Francia) pero Balears está cerca, al 95,8% de la región líder.

Mientras que en el pilar de recursos naturales obtiene la 20ª posición. La mejor es la Croacia Adriática, de la que Balears está al 66,6%. Incluye los parajes naturales ‘Patrimonio de la Humanidad’, las especies conocidas, la superficie protegida, la demanda turística relacionada con los recursos naturales y el grado de atractivo de los recursos naturales.

El pilar 9, de transporte marítimo y terrestre, sitúa a Balears en el puesto 35 del ranking de competitividad turística. Holanda Meridional es la mejor. Balears obtiene el 76,7% de la puntuación respecto a la primera. Se tienen en cuenta aspectos como la calidad de las carreteras, de las infraestructuras ferroviarias y portuarias o la eficiencia del transporte terrestre así como el tránsito marítimo de pasajeros y la densidad de líneas ferroviarias o de la red de carreteras.

Balears también está bien posicionada en seguridad, salud e higiene, ya que ocupa la posición 58 de 315. Este pilar mide desde los costes empresariales de la violencia y la delincuencia, la fiabilidad de los servicios policiales, la incidencia del terrorismo y sus costes empresariales, hasta la tasa de homicidios, la densidad de médicos, el acceso a sanitarios adecuados, el acceso a agua potable y las camas de hospital. La región líder en este aspecto es Carintia, en Austria. Balears obtiene un 75,2% de puntuación.

El pilar de precios se queda en el puesto 102, con el 47,8% respecto a la región líder, que es Egipto. Se miran las tasas aeroportuarias, el precio del combustible y la paridad del poder de compra además de los precios hoteleros.

En recursos culturales y recreativos la mejor región es la Isla de Francia, que incluye París. Balears obtiene un 41,7%. Se miran los bienes culturales ‘Patrimonio de la Humanidad’, las expresiones orales y prácticas inmateriales del patrimonio cultural, los recintos deportivos de gran capacidad, la celebración de congresos internacionales y la demanda turística relacionada con actividades culturales y de entretenimiento.

La integración tecnológica, que incluye aspectos como la penetración de banda ancha y de telefonía móvil, la cobertura móvil, el uso de TIC para las transacciones entre negocios y con consumidores entre otros, merece la posición 127 para el Archipiélago. La región más competitiva en este pilar es Utrecht y Balears consigue el 77,4% respecto a la región holandesa.

El pilar 7, de ordenación del espacio turístico, incluye variables como la rigurosidad de la regulación ambiental y de su cumplimiento, efectividad de las medidas gubernamentales para promover la sostenibilidad turística, índice de estrés hídrico, especies amenazadas, concentración de partículas en el aire o el tratamiento de aguas residuales y la presión pesquera. En este ámbito Balears obtiene la posición 176 y obtiene un 55% de la región líder, Finlandia Septentrional y Oriental.

En capital humano y mercado Balears está en el puesto 202, claramente mejorable, ya que obtiene un 48,5% respecto a la región líder, Zúrich (Suiza). Se mira tanto la tasa de escolarización como la formación permanente, la facilitad de contratación y despido, la facilidad para encontrar trabajadores cualificados y extranjeros, la vinculación del salario a la productividad y la participación laboral femenina.
Y el peor aspecto de la competitividad turística de Balears es el entorno de negocio, ya que se sitúa en la posición 242, lejos de la Región del Lago de Ginebra, en Suiza, con solo el 40,5% de la puntuación. Se miran aspectos como los derechos de propiedad, el tiempo y coste para tramitar licencias de obras o iniciar un negocio, así como los efectos del sistema fiscal sobre el empleo y la inversión y el grado de presión fiscal.

EXCESIVA DISPERSIÓN. Uno de los puntos negativos del resultado de Balears es la excesiva dispersión entre la puntuación competitiva obtenida en los diferentes pilares, ya que varía desde la segunda posición al puesto 242. La mayoría de regiones que están en un tramo de competitividad turística muy alta no tienen tanta dispersión como Balears y ello les da más potencial de desarrollo turístico, según señala el informe.

Por tanto, la Fundación Impulsa deja claro que las Islas deben avanzar en equilibrar los pilares a partir de tres premisas: impulsar las capacidades en eficiencia e innovación tanto empresarial como institucional; incorporar la sostenibilidad como palanca activa de la competitividad, y reinterpretar la posición de liderazgo turístico de Balears en el mundo. Para ello, aboga por el turismo regenerativo, que se ayuda de la economía circular como vía de progreso. El turismo regenerativo busca la reparación de las externalidades negativas acumuladas, lo que supone ir más allá de un escenario neutro de carbono y libre de residuos -lo que responde a nombres como turismo verde o turismo sostenible-.