Formentera Lines cuenta con un equipo de 12 personas actualmente. | Daniel Espinosa

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Eduardo Mayol se ha dedicado al negocio marítimo «desde hace muchísimos años». «Inicié la línea de Sant Antoni con Península con la empresa Fletamientos de Baleares (Flebasa); era el presidente ejecutivo, inicié esta línea, después dimití de la presidencia en el noventa y algo y ya siguió Adolfo Utor y tuvo mucho éxito. Siempre he ido manteniendo el negocio marítimo ya que cuando salí de Flebasa tuve submarinos turísticos en Canarias». En este sentido, Mayol reconoce que siempre ha tenido «ese gusanillo» por el negocio marítimo y, en un momento dado, vio que entre las Pitiüses «el servicio de carga era deficitario; sí que estaba bien atendido el tema del pasaje, pero en carga solo había una empresa que hiciese el transporte de mercancías y vimos una oportunidad de negocio».

Fue entonces cuando buscaron un barco «adecuado, que fuese económico en tripulación y combustible y fue cuando adquirimos el Ofiusa Nova en Grecia y está funcionando hasta ahora con un resultado más que satisfactorio», expresa Eduardo Mayol. Así, en octubre de 2008, el Ofiusa Nova de Formentera Lines cubrió su primer trayecto entre Eivissa y Formentera. Mayol recuerda esa puesta en marcha de la empresa con cariño, aunque señala que «antes los trámites eran más complejos que ahora, la verdad. Marina Mercante es muy exigente en cuanto a los barcos, los certificados con Capitanía Marítima... conseguimos un atraque y APB nos lo dio inicialmente fijo, pero luego nos fue cambiando; la verdad es que somos pequeñitos, pero el servicio que prestamos es excelente». En este sentido, Ramón Mayol, director comercial de Formentera Lines, recuerda que los inicios fueron algo «difíciles» ya que se trataba de una línea que «entonces contaba con un monopolio establecido desde hacía muchos años».

LOS SERVICIOS. Esta empresa pitiusa empezó su andadura profesional con el buque Ofiusa Nova, dedicado a la carga y que actualmente sigue en servicio. Este buque tiene una capacidad de 120 metros lineales para la carga y, además, también trabajan con mercancías peligrosas, como por ejemplo, el butano. «Estamos capacitados y contamos con muchos años de experiencia en este tipo de transportes especiales», precisa el director comercial de esta naviera, quien señala que transportan los lodos de la depuradora de Formentera y la mayoría de residuos urbanos que se generan en la pitiusa sur y que son transportados a Eivissa para depositarlos en el vertedero. Formentera Lines sale todo el año desde 2008 de lunes a sábado con dos trayectos diarios (domingos y festivos no tienen trayecto) y cuentan con una docena de trabajadores, según explica el impulsor de esta naviera, Eduardo Mayol.

En los años 2015 y 2016 ampliaron la flota con dos buques mixtos de carga y pasaje: el Nura Nova, qu’e cubría la línea entre Alcúdia y Ciutadella, y el Cristóbal Colón de Ibiza, que cubría la línea entre las Pitiüses. «Debido a la amplia oferta de transporte entre Eivissa y Formentera y al aumento de saturación en este segmento decidimos centrar nuestros esfuerzos en el transporte de mercancías», explica el director comercial. Y es precisamente en la división de carga donde se encuentra ese elemento diferenciador, que es el trato familiar y cercano con el cliente. «Somos una empresa cien por cien local, con vocación de servicio con todas las necesidades que tengan los transportistas», explica Ramon Mayol.

Formentera Lines
El ‘Ofiusa Nova’ hizo su primer trayecto entre las Pitiüses en octubre de 2008. Tienen dos trayectos al día de lunes a sábados, excepto domingos y festivos.

«Es muy positivo que prueben con nosotros porque acaban repitiendo; les invitamos a desayunar, les damos refrescos... es un trato muy cercano y familiar. Porque somos pequeños, nosotros podemos permitirnos el estar desamarrando y volver a amarrar porque llegaba un cliente, esto lo hemos hecho», señala el director comercial. Además, se han dado ocasiones en que algún transportista les ha avisado de que se retrasaba unos minutos por exceso de tráfico en las carreteras y les han esperado para embarcar. «Nos ha pasado más de una vez también que el capitán estaba empezando la maniobra para salir y hemos visto a lo lejos que venían y hemos vuelto a sacar la rampa para esperarles. Estos detalles son los que nos diferencian; somos una empresa local, de vocación familiar y con dimensiones humanas. Hacemos frente a corporaciones a nivel nacional e internacional con un volumen de mercado muy elevado y con métodos diferentes, alejados de la cercanía que transmite Formentera Lines», explica Eduardo Mayol, quien precisa que ofrecen una atención personalizada. En la actualidad, además, se han asociado con Trasmapi para llevar la carga del Castaví Jet.

El perfil de cliente con el que cuentan se centra en empresas locales, tanto de Eivissa como de Formentera, autónomos y también particulares. «Del mismo modo, prestamos servicio a grandes navieras que deben finalizar sus entregas en Formentera», precisan. Cuentan con una amplia cartera de clientes que han fidelizado con los años e, incluso, mantienen a clientes desde el primer día que empezaron con la operativa.

PLANES DE FUTURO. La pandemia de coronavirus les afectó durante las primeras semanas de confinamiento más estricto ya que se vieron obligados a cancelar algunas de sus salidas «pero enseguida mantuvimos el nivel de servicio habitual a pesar de las dificultades, cumpliendo de manera estricta con las normas sanitarias en cada momento». Tras este primer confinamiento estricto, el hecho de ser considerados como servicio esencial propició que no se viera alterada su operativa.
Entre sus metas a corto y medio plazo se encuentran, según explica el director comercial, seguir ampliando la cartera de clientes poniendo énfasis en esa vocación de trato familiar «sin disminuir la calidad que ofrecemos en el servicio». A ello se suma, según expresa el creador de la compañía, renovar la flota. «Estamos trabajándolo a medio plazo. El Ofiusa Nova está dando un servicio excelente, pero llegará un momento que lo tendremos que cambiar y estamos buscando un barco que lo pueda suplir y esté ecológicamente adaptado a la línea entre las Pitiüses», precisa Eduardo Mayol, quien se muestra optimista de cara a la presente temporada turística: «Pienso que irá bien, pero sí que es cierto que sigue existiendo mucha incertidumbre en general».