Carmen Crespo, gerente del Centre Bit en Menorca, en el nuevo FabLab. | Josep Bagur Gomila

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Desde principios de setiembre el Centre BIT Menorca en Alaior dispone de un nuevo espacio dedicado a la fabricación digital, la robótica y la impresión 3D bautizado como FabLab. Como su nombre indica, se trata de un laboratorio cuya característica principal es que está conceptualizado a partir de la fabricación digital, cuya ventaja competitiva permite construir piezas únicas a escala particular. Para ello, cuenta con diversa maquinaria de última generación para poder crear prototipos como para experimentar nuevos métodos, materiales o procesos.

El acceso es gratuito para todos los centros escolares y para todas aquellas personas o empresas que quieran aprender o investigar. Ha supuesto una inversión de 85.000 euros y está impulsado por la Direcció General d’Innovació del Govern balear.

MAQUINARIA PUNTA. El nuevo FabLab está ubicado en el sótano del edificio del Centre BIT y ocupa una superficie de 125m2 donde disponen de una impresora 3D capaz de producir objetos de material plástico o resina en gran detalle. “Con esta impresora se pueden fabricar piezas funcionales de calidad y precisión de manera rápida. Además, tiene un sistema de extrusores independientes que permite combinar materiales y colores, disponiendo de dos cabezales que facilitan la creación de dos piezas a la vez”, explica Carmen Crespo, gerente del Centre BIT.

La segunda máquina es de corte, marcado y grabado láser, lo que permite la fabricación de piezas a partir de planchas de diferentes materiales como plásticos, madera, textiles o composites así como el grabado en distintos tipos de superficie como vidrio, madera o metal. Otra de las máquinas es una fresadora que sirve para dar formas complejas a piezas de metal, plástico, madera, cerámica u otros materiales y que puede ejecutar una gran cantidad de operaciones complejas, como corte de ranuras, planeados o perforaciones.

También cuentan con un plotter de precisión de sobremesa que puede cortar diferentes materiales, incluyendo materiales gruesos y densos como por ejemplo materiales magnéticos.

“Nuestro objetivo es ayudar al sector industrial, artesanal y emprendedor en general para que pueda beneficiarse de este tipo fabricación digital que les permita ganar en competitividad pero también al ámbito educativo al que también nos gustaría que pudiera servir para despertar nuevas vocaciones”, añade Crespo. “Hemos habilitado una web desde la que se pueden reservar directamente las diferentes máquinas pero para ser validado como usuario, primero se debe pasar por un curso formativo de capacitación”, explica la gerente. La puesta en marcha del FabLab ya ha permitido a una empresa local poder reproducir unas piezas que les faltaban para unos cerramientos de un ventanal y que no acababan de llegar desde la China. También ha servido para construir una silla anfibia que fue donada a Cruz Roja para uso de una persona con movilidad reducida.

AULA DE ROBÓTICA. Dentro de esta voluntad del Centre BIT por fomentar las vocaciones en el ámbito de la ingeniería, las matemáticas o la ciencia entre los más jóvenes, el nuevo FabLab cuenta con unos robots educacionales de Lego para llevar a cabo actuaciones con los centros educativos o con grupos de niños o jóvenes en genera que permitan a los estudiantes a construir, programar y probar sus soluciones basadas en la tecnología robótica de vida real. También disponen de otro tipo de robots que permiten iniciarse con sencillos proyectos, diseñados para enseñar los conceptos básicos de la electrónica, hasta los proyectos más complejos que permiten descubrir la manera de interactuar con el mundo físico a través de sensores y actuadores.

“Queremos ser un espacio de difusión de toda esta nueva tecnología, y por ello organizaremos talleres, charlas y cursos de formación dirigidos a individuos de diferentes ámbitos y edades, y que abordarán diversas temáticas en torno a la fabricación digital”, concluye Crespo.