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La economía, ciencia social por excelencia, ha tenido notables cambios de rumbo y de estrategia en su desarrollo histórico, en especial en su faceta macro. Desde sus inicios de observación y contabilización de la actividad comercial, industrial y patrimonial en los países desarrollados hasta su actual diversificación de objetivos para medir el uso y la destrucción del medio ambiente y los recursos naturales en todo el planeta, pasando por la etapa de post-guerras mundiales con hegemonía de la llamada economía de mercado (con bloques enfrentados de capitalismo/comunismo).

A mi entender, las ideologías políticas, el marketing e internet fueron claves en este desarrollo a veces contradictorio y discontinuo.

De modo similar a lo ocurrido con la ciencia de la medicina general, los cambios de rumbo o de objetivos son ahora evidentes. En los primeros tiempos de la medicina se trataba de salvar la vida con escasos medios, más tarde llegó la curación de miembros u órganos del cuerpo y la prevención de enfermedades o pandemias, pasando por una gran variedad de desarrollo de especialidades médicas. Creo que los avances en radiología, microcirugía y medicación fueron claves en un desarrollo coherente, a diferencia de lo ocurrido en la macroeconomía, donde el progreso es dispar y contradictorio.

Actualmente se están ensayando modelos alternativos de economía globalizada basados en inéditos escenarios planetarios, descartando criterios neoliberales de una economía de mercado que todavía es un referente y marco de actuación, gracias al auge del marketing. Es obvio que en muchos mercados la gestión política no garantiza suficientemente la libertad, claridad y justicia de las fuerzas básicas de la oferta y demanda. Por ello, todavía se dan casos de escenarios hegemónicos de grandes empresas y holdings.

Algunos criterios económicos actuales todavía se basan en que el éxito proviene solo de la competencia y no de la cooperación; y el negocio se mide por los ingresos y no por el servicio a la comunidad. Todo ello supone ignorar los valores humanísticos de una sociedad del siglo XXI, cuando ya casi se ha superado la dicotomía socialismo-capitalismo.

Así se está cumpliendo la profecía del economista “evolucionista” de Harvard, Joseph A. Schumpeter (1983-1950), de que llegaríamos a un compromiso de ambas ideologías.
Como ejemplos de especialidades actuales de esta nueva economía, equivalente a especialidades médicas, tenemos: la economía colaborativa (compartir), la economía circular (reciclar); la economía creativa (educar); la economía regenerativa (reparar); la economía generosa (altruismo, ONG); la economía sostenible (medioambiente, recursos naturales), y la economía social (favorecer redes sociales, pymes y empresas cooperativas). Veremos a dónde nos llevará este reciente cambio de rumbo, sin duda motivado por graves e incluso inéditos y mundiales: la crisis económica de 2008, la pandemia COVID, el cambio climático, los desastres naturales y las migraciones forzadas de millones de personas. En medicina se traduciría por “ya tenemos el diagnóstico, solo falta coordinar y dosificar la medicación”.