Riera apuesta por la circularidad para ser más sostenibles.

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El economista Antoni Riera, director técnico de la Fundación Impulsa Balears, es el gran referente económico de las Islas. Tiene claro que los cambios experimentados durante la pandemia tendrán una incidencia directa en el turismo.

“No se puede obviar que más allá de las leyes de oferta y demanda que determinan buena parte de las variables fundamentales del turismo, el turismo está implicado en otros sistemas, el social, el ecológico, el tecnológico… y estos sistemas han sufrido cambios como consecuencia de la pandemia. Han sido cambios disruptivos que a buen seguro impactarán de lleno en el turismo. La digitalización, los cambios en el sistema de trabajo… alterarán sin duda la industria del turismo. Hay que abrir la mente a otro tipo de producto, a otro tipo de servicio”, señala.

Riera defiende desde hace años que en Balears debemos dejar de pensar en el número de turistas que visitan las Islas y fijarnos en el valor que reportan. “La cantidad, el volumen de turistas ha sido una variable fundamental de la función objetivo hasta la fecha. Es cierto que por razones de carácter estructural, que tienen que ver con el propio mercado, pero también con cuestiones de carácter social y ambiental, sería poco razonable que Balears insistiera en esa función objetivo. Debe considerarse la variable valor”, explica.

El director técnico de Impulsa Balears defiende la necesidad de consensuar un plan región, que contemple qué tipo de políticas necesitan las Islas en todos los aspectos. Interrogado sobre la posibilidad de facilitar el cambio de uso para que los hoteles obsoletos puedan reconvertirse en viviendas, considera que no es el tipo de inversión que necesitan las Islas. “Balears debería tener una visión región consensuada, que a día de hoy no existe. Cualquier tipo de política necesita estar enmarcada dentro de una visión región. Apelaría a la necesidad de consensuarla cuanto antes. Mientras tanto, si Balears quiere seguir prosperando necesita inversión productiva y no inversión residencial. Aquí estaría parte de mi respuesta”, argumenta.

Riera apuesta por la circularidad como vía de progreso para caminar hacia la sostenibilidad. “Hoy se acepta que la sostenibilidad es una palanca clave para la competitividad turística. Desde esta perspectiva es verdad que existen muchas vías de progreso para materializar la sostenibilidad. La circularidad es una de ellas, pero también lo son la descarbonización, la contaminación cero, la movilidad sostenible... Si tuviera que escoger una vía de progreso hacia la sostenibilidad me decantaría por la circularidad. Es una vía de progreso que, además, incide en dos aspectos en los que Balears tiene debilidades estructurales: la eficiencia y la innovación. La circularidad, por definición, impacta de lleno y de forma positiva en ambas”, afirma.

Finalmente, Riera apuesta por modernizar los entornos turísticos, al tiempo que recuerda que si Balears aspira a generar una mayor riqueza necesita actividades mucho más sofisticadas que el alquiler vacacional.