El almendro es una de las especies más afectadas por la bacteria.

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Desde el año 2019, investigadores de la Universitat de les Illes Balears (UIB) desarrollan un estudio para la contención de la Xylella fastidiosa, una plaga que ha afectado duramente el cultivo del almendro, frutales y plantas ornamentales, además de a la flora silvestre. Este proyecto, encargado por el Govern de les Illes Balears y gestionado por la Oficina de Transferència de Resultats d’Investigació de la Fundació Universitat-Empresa de les Illes Balears (OTRI), impulsa tres lotes de investigación: la detección del fitopatógeno en los diferentes vegetales de Balears (lote 2); los efectos del patógeno en la vegetación silvestre (lote 3), y el estudio de resistencia, tolerancia y susceptibilidad de los cultivos de almendro, viña y olivo frente a la Xylella fastidiosa (lote 6). Otros ámbitos de la investigación relativos a la Xylella también son impulsados por entidades distintas a la UIB.

Esta bacteria, que se detectó por primera vez en Mallorca a finales de 2016, ha producido cuantiosas pérdidas en la economía del sector primario durante los últimos años y también afecta a los cultivos silvestres. De forma mensual, los investigadores de la UIB presentan informes de la evolución de los estudios a la Conselleria d’Agricultura, Pesca i Alimentació con el objetivo de buscar soluciones a un problema que afecta al paisaje y a la agricultura de todas las Illes Balears.

Joan Rita Larrucea, profesor titular de la UIB y experto en Botánica, es el responsable del lote de investigación 3, que mide el efecto de la bacteria sobre la flora silvestre. “Nos preocupa la afectación de la flora silvestre, especialmente de las especies endémicas. Podemos decir que al igual que la Xylella ataca al oliva, también ataca al acebuche, que tiene una gran importancia incluso desde el punto de vista paisajístico. Nuestro trabajo es evaluar las plantas silvestres afectadas y su distribución en el territorio. En Mallorca, la Serra de Tramuntana está poco afectada, mientras que el sur o el Pla lo están más. También parece, aunque debo señalar que los resultados son todavía provisionales, que la Xylella afecta más a aquellas masas forestales presentes en las zonas periféricas que en el interior. Y Menorca y Eivissa están más afectadas que Mallorca, pero la distribución es irregular”, explica Rita.

Pere Antoni Gost, Bàrbara Maria Quetglas, Josep Cifre y Jaume Vadell son el equipo investigador responsable de las investigaciones que pretenden conocer la resistencia, la tolerancia y la susceptibilidad a la Xylella de los almendros y los viñedos (lote 6). Como portavoz, Jaume Vadell, profesor de Biología y experto en agricultura ecológica, señala que no están en condiciones de decir qué especies son las más afectadas y cuáles lo están menos. Lo que sí puede afirmar es que parece que los árboles viejos y de secano se ven más afectados que las plantaciones jóvenes y de riego.

Y codo a codo con ambos equipos trabaja Margalida Gomila Ribas profesora titular de la UIB y doctora europea en Biología, que es la responsable del lote de investigación 2. Gomila analiza las muestras que le traen tanto de plantas silvestres como plantas de interés agrícola, como almendros, viña y olivo. “Nuestro trabajo consiste en diagnosticar la presencia de este patógeno en las plantas. En Balears nos encontramos tres subespecies de Xylella, la fastidiosa -en Mallorca-, la multiplex -en Menorca y Mallorca- y pauca -en Eivissa. Para hacerlo, amplificamos dos genes del ADN genómico de la bacteria mediante PCR en tiempo real, siguiendo un poco la misma técnica que se utiliza para las pruebas PCR de coronavirus. Intentamos hacer un seguimiento de la incidencia de este patógeno en las distintas plantas, que varía según la época del año, la zona geográfica y el tipo de planta”, indica Gomila.