Riera cree que hay empresas que pueden aguantar una o dos temporadas más como la de 2020. | DANIEL ESPINOSA

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Juanjo Riera Ramón (Sant Jordi de ses Salines, 1965) dirige la cadena hotelera Sibiza, que cuenta con tres establecimientos en la bahía de Sant Antoni (Aparthotel Nereida, Excelsior estudios y Apartamentos Mar i Vent) además del hotel de cuatro estrellas Argos, situado en Talamanca, una de las zonas turísticas más importantes de la ciudad de Eivissa. Riera forma parte de la junta directiva de la Federación Hotelera de Eivissa y Formentera como vicepresidente primero, una patronal que ha presidido en dos etapas distintas, por lo que es un gran conocedor del sector.

¿Por qué aún tiene abierto el hotel Argos?
Nosotros quisimos abrir enseguida que pudimos. El Argos abrió el 14 de julio y tenemos previsto cerrar el 14 de octubre. Aquí trabajamos mucho con el mercado nacional y este año hay que agradecerle mucho que haya decidido venir a Balears. Y también ha funcionado muy bien el turismo interislas. Formentera ha tenido muchos turistas de Mallorca y Menorca, además de los ibicencos durante el fin de semana. Gracias a estos dos mercados se ha podido trabajar. Pero solo trabajar. Y en los datos de ocupación de Formentera lo vemos: en julio tuvieron un 41% de ocupación y en agosto, un 55% con casi toda la planta hotelera abierta, mientras que en Eivissa, donde en julio y agosto solo han abierto el 40% de los hoteles, la ocupación ha sido del 36% en julio y del 41% en agosto. En nuestros establecimientos de Sant Antoni, donde trabajamos mucho con el turismo británico, no ocurrió lo mismo y cuando se anunció la cuarentena lo descartamos. Sí abrimos el aparthotel Nereida, que está en Cala de Bou, desde el 15 de julio hasta el 14 de septiembre.

¿Por qué Formentera ha tenido mejores resultados que Eivissa?
El principal mercado de Formentera es el italiano, que este año ha fallado, y el segundo es el nacional. Es una isla con una demanda muy fuerte y las habitaciones que han quedado libre las han podido ocupar, en parte, turistas españoles.

¿No le sería más rentable cerrar hoy y no esperar hasta mediados de octubre?
No hemos podido sacar a todo el personal del ERTE pero los que están trabajando les irá muy bien haber podido trabajar tres meses y medio. Tener abierto también te permite tener en marcha todas las instalaciones y maquinaria del hotel, que es muy importante.

¿Cómo están los ánimos entre los hoteleros pitiusos?
Estamos muy expectantes y atentos con lo que pueda pasar este invierno en las Islas Canarias, que ahora empiezan su temporada alta. Creemos que el Govern balear tendría que estar en contacto con el canario. Estamos vigilantes a ver qué hacen ellos con los test PCR. Aún no tienen nada decidido porque quieren tener el apoyo del Gobierno para ver si pueden hacerlo en los aeropuertos. Yo no soy médico pero se está hablando de que sería conveniente que los turistas se hicieran un test en origen y otro cuando volvieran a casa desde su lugar de vacaciones. A todo esto aún hay que darle forma pero creo que se tendría que llegar a un acuerdo para llevar a cabo una política común comunitaria y que todos, en Europa, supiéramos a qué atenernos. Los hoteleros lo vemos con preocupación porque pensamos que mientras no se encuentre una vacuna efectiva y asequible será difícil volver a la normalidad. También estamos haciendo un seguimiento de lo que hacen en otros países, como Turquía, donde siguen recibiendo turistas ingleses. Ahora sí que nos sería útil el observatorio turístico del que siempre se habla pero que nunca llega. Tenemos que aprender qué hacen en los sitios donde aún reciben turistas para poderlo adaptar aquí. El segmento de población de más de 55 años, que es el que aquí tenemos en temporada baja y el que viaja a Canarias en temporada alta, que creemos que será muy reacia a viajar.

Al inicio de la pandemia se dijo que se intentaría alargar la temporada durante los meses de otoño. ¿Por qué solo se ha podido trabajar durante un mes y medio? ¿Qué ha fallado?
A toro pasado todos somos toreros. Todo ha sido muy nuevo para todo el mundo. Nuestro caso ha sido el siguiente: un turoperador polaco nos comunica en junio que no volará a Eivissa. Pocos días después, un turoperador italiano toma la misma decisión. Después, los británicos, instauran la cuarentena para los que vuelvan de vacaciones desde España, después son los alemanes, austríacos y suizos. Nos han ido cerrando todas las puertas. En Eivissa se ha hecho un esfuerzo para diversificar mercados pero cuando te cierran todas las puertas… Al final solo nos ha quedado el mercado nacional, el francés y el holandés. La temporada no se ha podido alargar por las cuarentenas impuestas a España.

Cuando se impusieron las cuarentenas a España, la situación epidemiológica de las Pitiüses era muy buena. ¿Por qué no fuimos capaces de explicar que aquí estábamos mejor que en el resto del país?
Somos partidarios de hacer test en origen al inicio de las vacaciones y en destino al final, pero está claro que si no sabemos controlar la pandemia entre los residentes, de poco servirán los test. Leo que en Lanzarote las patronales piden que se hagan test en el mismo aeropuerto y tengo dudas. ¿Cuándo tendrán los resultados?

Hoteleros, patronales, sindicatos y Consell d’Eivissa ya se reúnen para preparar la próxima temporada.
A mí me gustaría que los políticos fueran capaces de ponerse de acuerdo porque nos jugamos mucho. Tenemos que colaborar entre todos.

En los hoteles pitiusos, ¿los contagios se han controlado?
Si un trabajador ha estado en contacto con alguna persona positiva fuera del hotel se le ha dicho que cogiera la baja e hiciera la cuarentena correspondiente de 14 días. Se ha evitado que este empleado tuviera contacto con los clientes.

¿Los hoteles de Eivissa tienen demasiada dependencia de los turoperadores o en esta crisis da igual si exista esta dependencia?
Los turoperadores son muy importantes pero lo que necesitamos, con o sin turoperadores, son conexiones aéreas y a precios asequibles. Está claro que hay establecimientos que dependen mucho de los turoperadores y si están alejados de centros turísticos como Eivissa ciudad, Platja d’en Bossa o Sant Antoni, todavía son más dependientes de ellos. En esta isla se ha hecho un esfuerzo muy grande para captar clientes directos. Todos los establecimientos tienen ya su página web con su motor de reservas y su channel manager con precios que cambian a diario. Trabajamos, de hecho, con precios muy dinámicos y que pueden cambiar dos veces el mismo día dependiendo de la ocupación que tengas. También se invierte mucho en redes sociales y cada vez más se tiende a la comercialización directa.

¿Han tenido que hacer ofertas esta temporada?
Sí, y el que te diga que no, miente. Han sido de entre el 5% y el 35%.

¿Los hoteles de Eivissa pueden aguantar otro verano como este?
Si la empresa no está muy endeudada y en los últimos años ha conseguido cash flow que le permita disponer de recursos propios, puede aguantar una o dos temporadas más. Hay que reconocer que en los últimos años se han hecho muchas reformas que se pagan en varios años.

Hay rumores de que varios establecimientos hoteleros de la isla se han puesto a la venta. ¿Le consta?
No me consta pero sí que es cierto que un grupo inversor, promotor del hotel W en Santa Eulària, se ha hecho con varios establecimientos en el paseo marítimo.

¿Qué piensa cuando oye las voces que piden cambiar el modelo económico de Eivissa para no depender tanto del turismo?
A mí me gustaría que invirtiéramos más esfuerzos en el medio ambiente. Es vergonzoso que en Eivissa aún no tengamos una nueva depuradora ni se haga ningún tipo de gestión forestal. Ya nos hemos acostumbrado a que cada año tengamos un gran incendio que quema un montón de hectáreas. Se han hecho balsas de riego y nadie quiere regar con ellas porque el agua está salinizada. Hablemos de todo esto. La cooperativa Agroeivissa ha vendido un 15% más que el año pasado porque la gente ha vuelto al producto local. ¿Cómo es posible que habiendo productores de clementina se traigan de Sudáfrica? ¿Por qué se abandonan las fincas? Todo el mundo habla de la naturaleza y del medio ambiente pero lo que hay que hacer es actuar. Buena parte del abandono del campo es culpa de los hoteleros porque compramos mucho producto de fuera. También hay cadenas como Sirenis, Invisa o Palladium que compran producto local.

El objetivo del impuesto sobre el turismo sostenible iba por esta camino. ¿Se ven resultados?
No, ha sido un cajón de sastre, sirve para todo. Si nosotros viéramos que lo que se recauda en Eivissa se reinvirtiera en la isla, bienvenido. A mí me preocupa la imagen de la isla: mantener el campo, tener el mar limpio y los bosques cuidados. Por querer retirar la posidonia en verano nos dicen que no tenemos mentalidad ecológica. Sabemos de su utilidad y en invierno no queremos que se retire, pero cuando se acumula a montones no hay quien aguante al lado del mal olor que desprende.