La sede central de CaixaBank. | M. À. Cañellas

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Baleares ha visto cómo el proceso de consolidación bancaria ha transformado la oferta en los últimos años. El proceso de fusión entre CaixaBank y Bankia dará vida a una potente entidad bancaria, que tendrá una posición dominante en el mercado.

Será un gigante bancario en Balears, puesto que hoy por hoy ambas entidades ya cuentan con una situación de privilegio. Será la primera entidad por activos en España por delante de BBVA y Santander. En Baleares, la unión de CaixaBank y Bankia será el primer banco de las Islas y con una notable diferencia. Será la primera entidad en depósitos, en créditos, en trabajadores y en oficinas. La fusión debe ser aprobada por los respectivos consejos de administración en un primer momento. Deberá ser ratificada por las juntas de accionistas y obtener también el beneplácito del Banco de España y el Banco Central Europeo.

CaixaBank informa de que cuenta en Baleares con 816 empleados y una cuota del mercado de créditos del 21,41%, que se eleva al 25,45% si hablamos de depósitos. Los datos, facilitados por la propia entidad, son de setiembre de 2019. Además, CaixaBank cuenta con una red de 151 oficinas.

Bankia, por su parte, asegura disponer de 145 oficinas, si bien son 123 las destinadas al público. La entidad tiene operativos también algunos cajeros automáticos en diferentes lugares. Además cuenta con 784 trabajadores. Dispone de una cuota del mercado de depósitos del 17,59%, que baja hasta el 15,63% si nos referimos a los créditos. Son datos referidos a marzo de 2020.

Sede central de Bankia en Baleares.

Es decir, que la entidad resultante de la fusión contará con más de 270 oficinas en Balears, 1.600 trabajadores y una cuota de mercado superior al 40% en depósitos y de más del 35% en créditos.

La Fundación Bancaria La Caixa, que controla el 40% de CaixaBank, y el Estado, mediante el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), que ostenta el 61,8% de Bankia, son los accionistas de referencia de ambas entidades.

CONSECUENCIAS. El objetivo de la unión entre las dos entidades bancarias es mejorar la rentabilidad. Es decir, que mejorar la eficiencia es el objetivo prioritario. En total, CaixaBank tiene en España unas 4.460 sucursales y 35.589 trabajadores, mientras que Bankia cuenta con 2.267 oficinas y 15.947 empleados. En 2019, CaixaBank ganó 1.705 millones de euros y Bankia cerró el ejercicio con un beneficio de 541 millones de euros. Parece evidente que para mejorar la eficiencia será imprescindible reducir el número de oficinas y trabajadores.

En este sentido, es una obviedad significar que muchas sucursales de CaixaBank y Bankia se solapan y que el proceso de cierre afectará inevitablemente a un buen número de oficinas. En Balears, como CaixaBank y Bankia ya tenían una posición de privilegio, el número de oficinas que podrían suprimirse es muy importante.

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En este sentido, la nueva entidad deberá cerrar un buen número de oficinas, aún sin cuantificar. Hoy por hoy, sucursales de ambas entidades se solapan en diferentes barriadas de Palma y en muchísimos pueblos.

De igual manera, todo hace pensar que la nueva entidad deberá prescindir de un buen número de trabajadores, que dependerá en buena medida del número de oficinas que se cierren. De momento, tanto CaixaBank como Bankia han mostrado su voluntad negociadora con los representantes de los trabajadores y han primado siempre las bajas voluntarias.

La fusión ha generado todo tipo de reacciones. Los sindicatos han mostrado de forma unánime sus recelos ante la posible pérdida de empleos. La izquierda política ha mostrado su decepción ante la pérdida de poder del estado en la nueva entidad. Podemos había manifestado en diferentes oportunidades su voluntad de convertir Bankia en un gran banco público. Desde el PSOE y el Partido Popular, en cambio, mostraban su apoyo a la fusión, mientras que los partidos nacionalistas catalanes se mostraban preocupados.

LA CONCENTRACIÓN. El Banco Central Europeo ha insistido en numerosas oportunidades en la necesidad de fusionar entidades bancarias para mejorar la rentabilidad. Desde Europa se apuesta por la integración de entidades de diferentes países, pero de momento las entidades españolas han apostado siempre por integrarse con bancos del mismo país. CaixaBank y Bankia han sido objeto de todo tipo de especulaciones en los últimos meses. De hecho, en círculos financieros se apuntaba a una fusión entre Bankia y Banco Sabadell, puesto que se consideraba que ambas entidades se complementaban en muchos aspectos, al tiempo que se valoraban muy positiviamente las sinergias que crearía la nueva entidad. Finalmente, como ya es público, la primera gran fusión de 2020 será entre CaixaBank y Bankia, aunque todo hace pensar que no será la última.

La Caixa d’Estalvis de Balears, más conocida como ‘sa Nostra’ tenía una posición de privilegio en el mercado balear en 2009. Desde entonces, y hasta llegar a la fusión entre CaixaBank y Bankia el proceso de concentración bancaria ha sido constante.

En 2009, ‘sa Nostra’, Caja Murcia, Caja Granada y Caja Penedés alumbraron BMN. Y también en 2009, Caja Madrid, Bancaja, Caixa Laietana, Insular de Canarias, Caja Ávila, Caja Segovia y Caja Rioja se transformaban en Bankia. Fue en 2017 cuando Bankia absorbió BMN.

CaixaBank, por su parte, se quedó con Caixa Girona en 2009. Caja Navarra, Caja Burgos y Caja Canarias fundaron Banca Cívica en 2010, que se quedó también con Caja Sol y Caja de Guadalajara un año después. En 2012, CaixaBank se quedó con Banca Cívica, además de integrar a Bankpyme. En 2013, Banco de Valencia se integró también en CaixaBank y en 2015 se incorporó la filial española de banca minorista de Barclays.

Y en 2020, salvo una sorpresa mayúscula, tendrá lugar la integración de CaixaBank y Bankia.