En la imagen, de julio del pasado año, puede verse la calle Sant Miquel de Palma abarrotada de turistas. Este año es seguro que llegarán menos turistas. | M. À. Cañellas

TW
5

Los hoteleros pasan de la satisfacción y la esperanza a la decepción más absoluta en cuestión de horas. Los presidentes de diferentes asociaciones hoteleras de Mallorca tienen claro que la temporada no será buena, que no abrirán todos los hoteles, y que las ocupaciones serán mínimas, pese a que se verán obligados a realizar ofertas importantes.

La opinión de todos los presidentes no es coincidente y algunos aseguran que están consiguiendo mantener los precios de años anteriores, si bien casi nadie descarta las ofertas a medida que vaya acercándose la hora de abrir.

La expectación es máxima. Las incógnitas son numerosas, puesto que la situación varía casi por momentos. Nadie sabe con certeza cómo será la conectividad de Baleares con los principales mercados emisores, ni si alemanes y británicos -los principales clientes de Baleares- estarán dispuestos a viajar, ni cómo serán los protocolos sanitarios de obligado cumplimiento... El porcentaje de hoteles que abrirá sus puertas varía en función de la zona, aunque son muchos los empresarios que adoptarán una decisión definitiva en función de la evolución de los acontecimientos en los próximos días.

Joan Ferrer, presidente de la Asociación Hotelera de Capdepera-Cala Rajada, tiene claro que la temporada no será buena. «Habrá algunos hoteles que no abrirán y todos sabemos que la temporada no será buena. Entre el tres y el 10 de julio abrirán algunos hoteles, pero con ocupaciones bajas, que pueden oscilar entre el 20% y el 30%. No es rentable, pero es importante poder decir que estamos abiertos. Es pronto aún para saber qué ocupaciones podremos tener en agosto y septiembre, pero esperamos que la media de los tres meses esté en torno al 50%», afirma.

Ferrer explica que el mercado alemán está reaccionando de forma lenta. «De momento, el mercado alemán no se mueve. Es cierto que ha existido un pequeño repunte en las reservas, pero insignificante. Promocionamos la zona en las redes sociales, pero sabemos que será un año complicado. El mercado español es flojo y no esperamos que los turistas españoles o locales salven la temporada. Contribuirán a que no sea tan mala, pero poco más. Es evidente que las ofertas van a existir, aunque de momento mantenemos precios. Algunos turoperadores han anulado las garantías y en algunos casos han exigido a los hoteleros que devuelvan los pagos a cuenta que habían efectuado. La normalidad se alcanzará en 2022, aunque 2021 será mejor que este año», defiende.

El presidente de la Asociación Hotelera de Peguera, Toni Mayol, asegura que la ocupación en julio no alcanzará el 50%. «Esperamos abrir en julio, aunque las previsiones de ocupación no son buenas. Hay muchas incógnitas aún, aunque es cierto que las anulaciones están siendo muchas menos durante estos días. Es pronto para saber qué ocupación podemos tener en julio, pero menos del 50% seguro. En septiembre sí confiamos en superar el 50% de ocupación y es evidente que agosto será mejor que julio», indica.

Mayol asegura que de momento no han tenido que hacer ofertas, pero no duda de que deberán hacerlas. «Los precios se mantienen, pero es evidente que deberemos hacer ofertas. El turismo nacional es residual en la zona, nosotros tenemos alrededor del 90% de alemanes», señala.

Miquel Artigues, presidente de la Asociación de Agroturismos, tiene un mensaje mucho más optimista. «Nuestros establecimientos no están masificados y eso es una ventaja. Ofrecemos mayor seguridad a los visitantes más recelosos. En todo caso, es evidente que vendrán muchos menos turistas que en años anteriores», asegura.

Los agroturismos, en general, están abiertos, siempre y cuando tengan reservas. «Nuestra operativa no requiere los esfuerzos de un hotel. Nosotros podemos abrir en cualquier momento, pero necesitamos reservas. En julio, confío en que alcanzaremos una ocupación del 60%. Agosto, septiembre y octubre no sabemos aún cómo irá, pero soy optimista. Habitualmente, octubre es un buen mes para nosotros y este año esperamos que sea aún mejor», afirma.

Artigues, en todo caso, es consciente de que la temporada dependerá también de la conectividad aérea. «Nuestros clientes no son de turoperador. Necesitamos una buena conectividad, ya que la práctica totalidad de nuestros visistantes se organizan ellos el viaje», indica.

Finalmente, el presidente de la Asociación de Agroturismos confía en poder mantener los precios del año pasado y asegura que se recuperará la normalidad total en 2021, siempre y cuando haya vacuna. «Nuestros clientes son de alto poder adquisitivo y confío en que se puedan mantener los precios. La temporada no será como las anteriores, pero confiamos en recuperar la normalidad en 2021, siempre y cuando ya dispongamos de una vacuna», sentencia.

El presidente de la Asociación Hotelera de Illetes, Martí Xamena, asegura que la práctica totalidad de los establecimientos de la zona tienen la intención de abrir sus puertas. «La práctica totalidad de los hoteles abrirán sus puertas, aunque alguno ya sabemos que permanecerá cerrado. Estas próximas semanas serán determinantes. La voluntad de abrir existe, pero hemos de estar muy pendientes de la evolución de la demanda antes de tomar una decisión definitiva. Nuestros clientes más habituales son de alto poder adquisitivo y avanzada edad. Debemos ofrecerles seguridad», indica.

Xamena, en todo caso, no prevé grandes ocupaciones, sino todo lo contrario. «De momento, aún tenemos más cancelaciones que reservas, porque ahora nos empiezan a llegar las cancelaciones de septiembre. El mercado británico parece más reacio a viajar con las actuales circunstancias y nuestras ocupaciones, hoy por hoy, estarían por debajo del 40%. Personalmente, soy de los que piensan que las ofertas no sirven. Si el cliente está dispuesto a viajar, lo hará. Estamos hablando de salud. Y la salud no tiene precio. En principio, no habrá ofertas, aunque cada hotel tiene su propia política de precios», sentencia.

Marcial Rodríguez, presidente de la Asociación Hotelera de Cala Millor, cifra ahora mismo en un 30% los hoteles de la zona que abrirán sus puertas en julio. «Hay factores importantes y diversos a considerar antes de adoptar la decisión de abrir. La primera gran incógnita que tenemos es como será, finalmente, la normativa de los ERTE, puesto que si cuando damos de alta a parte del personal perdemos la bonificación del resto de trabajadores será muy complicado. Además, hay que considerar también los costes de las medidas de seguridad que debemos adoptar y, finalmente, ver cómo evoluciona la demanda. En principio, abrirá alrededor del 30% de los hoteles. El mercado inglés está muy complicado y no sabemos cuándo se reactivará. Es muy importante poder dar de alta a los trabajadores en función del centro de trabajo y no del NIF de la empresa», asegura.

Rodríguez explica que los costes serán mayores, aunque apuesta por mantener los precios de la temporada anterior. «Las exigencias de los protocolos de sanidad aumentarán los costes, pero intentaremos mantener precios. Es muy pronto para calibrar qué ocupación podemos tener. Nuestras expectativas son de una recuperación en ‘U’, aunque confiamos en que la parte plana no sea muy larga. Es evidente que 2021 será mejor que 2020», finaliza diciendo.

Jaume Horrach, presidente de las asociaciones hoteleras de Alcúdia y Can Picafort, espera que el 50% de la planta hotelera esté abierta en agosto, pero cifra en un 40% los hoteles que estén en servicio a principios de julio. «Esta semana hemos tenido malas noticias, puesto que el gobierno danés ha recomendado no viajar hasta el 31 de agosto. En Can Picafort, el mercado danés representa en torno al 8% y en algunos hoteles es muy importante. No creo que abra más del 40% de la planta en julio y quizás se alcance el 50% en agosto. La situación es muy cambiante y estas semanas de junio serán determinantes», afirma.

Horrach cifra ahora en un 30% la ocupación en julio, aunque confía en que aumente. «En estos momentos podríamos contar con una ocupación que ronda el 30% como mucho, aunque esperamos llegar al 40%. Esperamos llegar al 55% como mínimo en agosto y septiembre. Habrá descuentos entre el 15% y el 20%. La normalidad absoluta se recuperará en 2022, aunque 2021 será mucho mejor que este 2020», manifiesta.

El presidente de la Asociación Hotelera de Palmanova-Magaluf, Mauricio Carballeda, asegura que existe ilusión y ganas de abrir, aunque no se atreve aún a augurar un porcentaje. «Si hay demanda, abriremos. Podemos perder menos y, al menos, daremos trabajo. La ilusión y las ganas de abrir están, pero es muy pronto para saber qué pasará. Es evidente que la actual normativa de los ERTE no facilita la apertura. Debe cambiar sí o sí. Ademas, tenemos la gran incógnita de la conectividad. El mercado alemán parece que se está despertando, pero en nuestra zona es anecdótico. Trabajamos con un 65% de británicos y ya no pensamos en julio, sino en agosto. El turismo nacional es una opción, pero depende de los vuelos. Puede contribuir a mejorar la temporada, pero no es determinante. Es evidente que algunos establecimientos no abrirán, pero la evolución de los acontecimientos en las próximas semanas será determinante», afirma.

Carballeda es consciente de que la situación puede varias, aunque sus pronósticos no son buenos. «Hasta ahora hemos tenido más cancelaciones que nuevas reservas. No creo que en julio superemos el 40% de ocupación. Y veremos en agosto. Los turoperadores presionan para bajar los precios, pero intentamos aguantar», explica.

Finalmente, el presidente de la Asociación Hotelera de Palmanova-Magaluf asegura que no cree que exista el peligro de un repunte del turismo de borrachera. «El Decreto de Excesos está vigente. El turismo joven es bienvenido, pero sin excesos», señala.

Francesc Vives, presidente de la Asociación Hotelera Reis de Mallorca, tiene un mensaje mucho más optimista que el resto de presidentes. «Nosotros somos 17 hoteles y cuatro ya tendrán abierto a finales de junio. El resto, abrirán todos en julio. Los establecimientos con una mayoría de clientela inglesa están preocupados. Julio, en todo caso, no será un buen mes, aunque la ocupación durante los fines de semana son buenas. Confiamos en que mejoraremos de forma considerable a partir del quince de agosto. No llegaremos al 90% de años anteriores, pero esperamos alcanzar el 70%. Confiamos en mantener la ocupación de agosto y septiembre en octubre, que siempre ha sido un buen mes para nosotros», indica el presidente de Reis de Mallorca.

Vives reconoce que los precios han bajado y que las ofertas son una realidad. Asegura que está más preocupado por la temporada próxima que por la actual. «El descenso de los precios durante julio y agosto puede alcanzar el 20%. Hay descuentos y también hay establecimientos que ofrecen habitaciones mejores a precios más económicos. El año que viene me preocupa, será más complicado que 2020. La competencia será muy dura», asegura.

El presidente de la Asociación de Hoteleros de la Playa de Muro, Pepe Luna, está pendiente de la evolución de la situación en las próximas semanas, aunque sus augurios no son halagüeños. «Alrededor del 33% de los hoteles de la zona tiene la intención de abrir, pero todos estamos pendientes de la evolución de los acontecimientos en las próximas semanas. Puede ser que, finalmente, sean más. O menos. Hay muchos factores por definir, desde la conectividad hasta los protocolos de seguridad... Las ofertas pueden llegar al 30%. Habrá una guerra de precios. En principio, necesitamos ocupaciones del 67% para empatar, pero hay que abrir pensando en la temporada que viene», sentencia.

Isabel Vidal, presidenta de la Asociación Hotelera de la Playa de Palma no se atreve a hacer augurios sobre la inminente temporada, ni de ocupación ni de apertura de hoteles. «Es muy pronto para hacer algún pronóstico. La situación puede cambiar en muy poco tiempo», afirma.