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Si fuera verdad el dicho de que en la bolsa se compra con el rumor y se vende con la noticia, las bolsas mundiales deberían haber caído fuertemente en los últimos meses -como ya hicieron en 2008-. Sin embargo nada de eso está ocurriendo. Ni el enfrentamiento comercial chino-americano, ni la amenaza de guerra en Oriente Medio, con el consiguiente alza del petróleo, ni la inevitable suspensión de pagos cada vez que los peronistas llegan al poder, ni el peligroso Brexit, ni la quema de la Amazonia y de Australia, ni la desaceleración económica en Europa, ni la toma del poder por parte de un «ejecutivo de comunistas, asesores de dictadores bananeros y blanqueadores de batasunos y separatistas», ha afectado a las bolsas.

Parece que desde algún punto del gobierno mundial en la sombra presidido y financiado por Soros se ha distribuido masivamente el famoso 'Soma' cuyos efectos tan bien describía Aldoux Huxley en Un mundo feliz llevando la felicidad a todo el mundo sin efectos secundarios.

No hay otra manera de explicar que la bolsa española haya tenido durante el mandato del 'presidente felón' la mayor subida de los últimos 20 años, un 15%, mientras que en los diez años anteriores, incluidos los de la recuperación liderados por el 'presidente prudente' y el vicepresidente presidiario no tuvo ningún avance, algo parecido al índice de Wall Street, o que el Nasdaq haya superado el 30% mientras subía ligeramente en un México azotado por el populismo, y crecía fuerte en el Brasil del incendiario Bolsonaro, que la bolsa de Londres terminara el año sin cambios pese al naufragio que se avecina, y el Dax 30 de Fráncfort mantuviera bien el tipo.

Y finalmente la emisión de 53.000 millones de euros de bonos, la mayor en la historia de la moneda única, de los que se han subastado los primeros 10.000 millones a diez años y al 0,50%. Claro que, en nuestro caso, un 40% de las acciones de las empresas cotizadas en la bolsa de Madrid y gran parte de los bonos están en manos de inversores extranjeros más atentos a los medios internacionales que a los de nuestra antigua España y que no saben la realidad de lo que nos espera.

O quizás sí y creen que la tensión con Irán es guerra de Gila, que USA y China llegaran a acuerdos, que Europa saldrá adelante y que con el nuevo Gobierno hay estabilidad, como señalaba el Finantial Times y un equipo económico que es el más ortodoxo desde Fuentes Quintana. De momento no han vendido con la noticia. Hay que esperar al siguiente rumor que incite a la compra o la noticia que propicie la venta.