Sebastià Albertí es el jefe de los servicios científico-técnicos de la UIB.

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Las empresas también tienen en la Universitat de les Illes Balears (UIB) una base de oferta científico-tecnológica. Los Servicios Científico-Técnicos de la UIB se constituyen como una herramienta indispensable para todas aquellas entidades, tanto públicas como privadas, que necesiten de sus infraestructuras y equipos para la realización de sus proyectos.

Los Servicios Científico-Técnicos (SCT) se crearon hace 35 años, en 1985, con el objetivo de apoyar la investigación que se llevaba a cabo en la UIB.

Sin embargo, también están disponibles para cualquier compañía que requiera de sus equipos más avanzados. De esta forma, las empresas interesadas tienen a su disposición personal técnico especializado, laboratorios y un parque instrumental de alta tecnología único en Baleares. De esta manera, muchas investigaciones pueden llevarse a cabo en las Islas, sin necesidad de trasladarse a la Península.

Lo más demandado

Según explica Sebastià Albertí, responsable de esta área, entre los servicios más demandados figuran los correspondientes al área de la construcción (determinación de aluminosis en muestras de hormigón, composición mineralógica de materiales, presencia de amianto en fibrocemento y compuestos orgánicos volátiles en el ambiente).

También se realizan con frecuencia análisis de bacterias, estudios por microscopía electrónica de trasmisión (TEM) y microscopía electrónica de rastreo (SEM), así como, en el ámbito bioalimentario, la determinación e identificación de proteínas y de hongos, además de la detección cualitativa de hidrocarburos presentes en muestras de aceites y de cloro libre.

En este sentido, la Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación (OTRI) de la Fundación Universidad-Empresa de las Islas Baleares (FUEIB) juega un papel fundamental, enlazando y dinamizando las demandas empresariales y de otros agentes socioeconómicos con las capacidades de los Servicios Científico-Técnicos de la Universitat y los recursos de la comunidad científica universitaria en general.

Según apunta Albertí, la razón de ser de este servicio científico y técnico es apoyar las investigaciones de la Universitat. No obstante, también se ofrece para aquellas empresas privadas que soliciten su apoyo.

Un equipo multidisciplinar de 14 personas trabajan en estos servicios, entre los que se encuentran químicos, físicos, biólogos y bioquímicos.