Dos campesinos varean uno de los olivos de la finca de Can Benet, en Sant Josep de sa Talaia, al inicio de la recolecta de la oliva de esta temporada. | DANIEL ESPINOSA

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El cultivo del olivo y la producción de aceite en Eivissa se remonta hasta 450 años a.C. Referencias históricas sostienen que en el siglo III a.C. ya había 23 explotaciones que producían entre 30.000 y 60.000 litros de aceite en la mayor de las Pitiüses. Un vínculo que ha continuado ininterrumpidamente hasta nuestros días y un claro ejemplo de ello es que una parte de la producción de aceite de oliva de la isla se venderá por primera vez con el sello Indicación Geográfica Protegida (IGP), una distinción que diferenciará el aceite de oliva virgen extra (AOVE) hecho en Eivissa del resto del resto de los producidos en Balears y en el resto del país.

“Esta IGP es un paso fundamental para los productores de la isla y nos abre nuevos caminos, pero también es un compromiso de calidad con los consumidores que se certifica en cada uno de los pasos del proceso, desde la recogida hasta llegar al punto de venta”, señala Mariano Tur, presidente de la Agrupación en Defensa del Olivar de Eivissa, un colectivo de productores de aceite que nació en 2010. El pliego de condiciones de la IGP establece que la denominación Oli d’Eivissa/Aceite de Ibiza queda reservada exclusivamente para los aceites de oliva virgen extra elaborados al 100% en la isla con las variedades arbequina, picual y koroneiki, ya sean solas o de forma combinada, y que en conjunto representen al menos el 90%. El 10% restante puede provenir de otras variedades inscritas en el registro de variedades comerciales.

“El trabajo de los productores ibicencos es esencial para mantener vivo nuestro campo y queremos dar un fuerte impulso también a la actividad olivar por las implicaciones paisajísticas que tiene para la isla”, destaca presidente del Consell d’Eivissa y responsable del departamento de Medi Rural, Vicent Marí. Por su parte, Gabriel Torrens, director general de Agricultura del Govern balear, asegura que haber puesto en marcha esta IGP es un “paso fundamental” para garantizar un grado de calidad del aceite de oliva ibicenco diferenciado a nivel europeo. “El trabajo del Institut de Qualitat Alimentària junto a los productores y el apoyo del Consell d’Eivissa ha sido crucial para que podamos tener este importante punto de partida”, señala.

RÉCORD. En la temporada 2019/2020 se han molturado 375.076 kilos de aceitunas que han dado como resultado 46.040 litros de aceite, con un rendimiento medio del 12,3%. Esta cifra es la más alta desde que en 2010 se creara la Agrupación de Defensa del Olivar. De esta cantidad de aceite, 23.217 litros podrán embotellarse como Indicación Geográfica Protegida, siempre que las analíticas demuestren los parámetros de calidad exigidos. El resto se podrá destinar para venta, aunque no podrán llevar el sello de la Indicación Geográfica Protegida, o para uso particular.

TERRENOS. Eivissa cuenta con algo más de 176 hectáreas de olivos repartidos en 415 fincas, con 44.476 árboles, en su mayoría de las variedades arbequinas y picual. La transformación del fruto a zumo se lleva a cabo en cuatro almazaras que cuentan con planta embotelladora y que dan servicio a 18 marcas y a cerca de 360 olivicultores. Se estima que en cinco años la superficie del olivar en la mayor de las Pitiüses pueda ser de 192 hectáreas.

En Eivissa la estructura del olivar se reparte mayoritariamente en campos de menos de una hectárea, 372 del total; 40 fincas de entre 1 y 5 hectáreas; dos explotaciones de entre 5 y 10 hectáreas, y solo una finca con más de diez hectáreas.

La isla está muy lejos de los datos de producción de regiones tradicionalmente olivareras como Córdoba, Jaén o Tarragona en cuanto a litros, pero los aceites de oliva virgen extra están a la par en la calidad de sus zumos.

Las 18 marcas que trabajan por que la oleicultura se asiente en Eivissa con unos zumos que recogen las características positivas que ofrece la isla: Balanzat, Can Andreu, Can Caus, Can Cosmi, Can Domo, Can Garrovers, Can Maymó, Can Miquel Guasch, Can Nefra, Can Partit, Can Rich, Cas Coix, Cas Gasí, Es Pla de n’Ortiz, Joan Benet, Oliada, Oli Salada y SaTalaia.