El tutor no solo debe transmitir sus conocimientos, sino que también debe de tener las actitudes pedagógicas indicadas.

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La figura del tutor o tutora para estudiantes que hacen prácticas en compañías es esencial para garantizar la calidad de la formación. Es por eso que el Departamento de Orientación e Inserción Profesional (DOIP) organizó una jornada en el campus de la Universitat de les Illes Balears (UIB) el pasado 28 de noviembre para maximizar la capacidad de los tutores de empresa a la hora de planificar y realizar este aprendizaje.

Durante esta jornada, varios expertos expusieron su punto de vista profesional sobre cómo ser un buen referente para los estudiantes en prácticas. El tutor no solo debe poder transmitir sus conocimientos de forma adecuada al aprendiz, sino que también debe tener las actitudes pedagógicas indicadas.

Durante la sesión, destinada a tutores de empresa y de la UIB y responsables o técnicos de recursos humanos, se explicaron cuestiones relacionadas con el plan de formación que se tiene que seguir, la importancia que tiene el tutor de las prácticas o sus derechos y deberes. Asimismo, en el acto se presentó el ‘Manual de los tutores de empresa’, una guía que han elaborado con herramientas útiles para facilitar su función. “Es la primera vez que organizamos este encuentro entre los tutores y tutoras de los estudiantes de prácticas extracurriculares. Explicamos qué significa tutorizar bien a un alumno. Al final pudimos hacer networking y comentar lo aprendido”, explica Maria del Mar Socias, directora del DOIP.

El tutor es el encargado de definir el plan de prácticas. Después de recibir al estudiante, le explica la organización de la empresa, define sus tareas e informa de la supervisión. En todo momento, le debe dar feedback, explicando los puntos fuertes y los aspectos que mejorar para poder avanzar. Al final, debe evaluar al estudiante y despedirse agradeciendo la tarea realizada, dándole consejos para encontrar empleo y ofreciendo la posibilidad de una carta de recomendación.