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Leo con satisfacción que el aeropuerto de Menorca ha cerrado el invierno con más movimiento de pasajeros de su historia. Entre noviembre y marzo se registraron un total de 418.487 viajeros, 24.020 más que en el mismo periodo del año pasado donde todas las rutas aéreas insulares de invierno que nos conectan con Barcelona, Palma, Madrid y Londres, crecieron de manera generalizada. Buenas noticias para la maltrecha economía menorquina.

Los motivos de este crecimiento de viajeros está en la recuperación de la ruta directa con Londres (el año pasado la perdimos por la quiebra de Monarch) y la ruta con Palma. Curiosamente, las dos subvencionadas gracias al convenio de publicidad firmado con Easyjet en el caso británico y con el descuento para residentes del 75 por ciento en los enlaces interislas. No hay más cera que la que arde.

Si no fuera por el apoyo público, la realidad sería distinta porque, tal y como explicaba Isidre Gavín, presidente del comité ejecutivo del Comité de Desarrollo de Rutas Aéreas de Barcelona en La Vanguardia el domingo pasado, “las aerolíneas se guían por el modelo de negocio y van a donde ven que hay rentabilidad; lo que manda es el beneficio”.

En Menorca no existe la rentabilidad invernal porque no hay demanda, todos los sabemos. De modo que esforzarse a alargar la temporada a base de generar eventos se ha convertido en la única fórmula mágica de los últimos años para soñar en crearla. Entre el huevo o la gallina, a los menorquines nos toca la gallina, una fórmula lenta y a la par difícil para lograr nuestro objetivo de desestacionalización.

Yo me inclino más por seguir firmando convenios publicitarios con aerolíneas para conseguir tráfico aéreo en los meses de temporada baja mientras Bruselas no nos sancione. Para ello deberíamos crear un CDRA, un Comité de Desarrollo de Rutas Aéreas, siguiendo el ejemplo del que ya existe en Barcelona aunque de dimensión menorquina. En nuestro caso debería servir para captar nuevos enlaces aéreos.

En el CDRA de Barcelona está la Generalitat, el Ajuntament de Barcelona, la Cámara de Comercio y AENA. En nuestro CDRA debería estar el Consell Insular, CAEB, PIME y el Cercle d’Economia, además de AENA. En estos momentos, la apuesta por tener un enlace directo en invierno con París parece que daría satisfacción al interés que el mercado francés está teniendo por Menorca en los últimos años.