El Gas es una compañía fundada en 1892 que se ha adaptado a los nuevos tiempos. | A.López

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El Gas es hoy la sociedad matriz de un conglomerado empresarial e industrial. Aquella sociedad fundada en 1892 por el sacerdote Josep Rullan i Mir con la intención de producir y comercializar gas, ha ido evolucionando durante sus más de 125 años de historia.

El Gas cuenta hoy dos grandes áreas de actividad: la distribución y la comercialización de electricidad. Vall de Sóller Energia es la empresa de El Gas que se dedica a la distribución, mientras que Eléctrica Sollerense, que opera bajo el nombre comercial de U Energia, es la empresa que comercializa la energía. Además, U Energia se ha convertido también en los últimos años en un operador de telecomunicaciones, que ofrece servicios de fibra óptica, telefonía -fija y móvil- y televisión.

El Gas cuenta también con el 100% de Tramontana Renovables, propietaria de dos plantas fotovoltaicas de 100 kw cada una, en la localidad alicantina de Crevillent.

La empresa matriz ostenta el 25% de Renovis Energías desde 2008, que se dedica a la producción de energías renovables -eólica y fotovoltaica-. Las turbinas de energía eólica se encuentran ubicadas en el norte de España, mientras que las plantas de fotovoltaicas están en la zona de Murcia.

Finalmente, El Gas cuenta también con el 25% de Aqua Ventus, que se dedica fundamentalmente a la producción de energía hidroeléctrica. Radicada en Cataluña, Aqua Ventus cuenta con diferentes saltos de agua en Galicia y Portugal.

Antoni Frontera es el actual presidente del consejo de administración de El Gas, que cuenta con 32 trabajadores. Su familia fue una de las fundadoras de la empresa. Antoni sustituyó hace cuatro años a su padre José Antonio en la presidencia. El resto del consejo de administración está formado por Antonio Pons Puig, vicepresidente; José Antonio Frontera Enseñat, secretario; Borja Pons Vivanco, vicesecretario; y los consejeros Juan Puig Alemany, Juan Ripoll Colom, Carlos Frontera Beccaria, Bartolomé Oliver Guas y Ramón Pons Vivanco. Joan Grande es el director general.

El Gas tiene hoy 360 accionistas, que ostentan un total de 300.000 acciones. No hay ningún accionista que individualmente supere el 20% del total, destacando las familias Frontera y Pons, que ostentan alrededor del 20% cada una. Los diez accionistas mayoritarios controlan poco más del 60% de la empresa.

El presidente Antoni Frontera junto al director general Joan Grande

La historia

Sóller era un ciudad próspera a finales del siglo XIX. El Gas, Eléctrica Sollerense o Ferrocarril de Sóller son potentes empresas de la época que demuestran el carácter emprendedor y aventurero de los sollerics, que mantenían una intensa relación comercial con Francia, principalmente por la exportación de naranjas. Diferentes navieras y una potente industria textil completaban una ciudad avanzada a su tiempo.

El sacerdote Josep Rullan i Mir fundó El Gas en 1892 con la idea de producir y comercializar gas. Inicialmente se producía a base de carbón y era almacenado en unos grandes depósitos situados en donde aún hoy se ubican las instalaciones de la empresa. El gas se distribuía por todo el pueblo. «Fue una empresa pionera, puesto que ya realizó canalizaciones para distribuir el gas. En aquella época la iluminación pública iba con gas», recuerda Antoni Frontera.

El Gas se fundó con un capital social de 200.000 pesetas, una enorme fortuna para la época, que se desembolsaron en 2.000 acciones nominativas de 100 pesetas cada una. Josep Rullan contó desde el primer momento con un pudiente grupo de empresarios de Sóller, aunque los accionistas fueron numerosísimos. «Las acciones estaban muy repartidas, aunque había un grupo de empresarios, los que habían impulsado su fundación, que tenían un mayor peso», asegura Frontera.

El Gas no ha tenido una trayectoria fácil. La falta de carbón dificultó en diferentes momentos la producción, si bien la empresa desde un primer momento se caracterizó por su carácter innovador y emprendedor. De hecho, compró Eléctrica Sollerense, que se había fundado en 1907 y que fue la promotora de las instalaciones del salto de sa Costera. El trayecto de Eléctrica Sollerense estuvo plagado de dificultades desde el primer momento. En marzo de 1911 se transformó en Frontera, Vidal y cia, y poco después en Bernardo Frontera Sociedad en Comandita. Fue en diciembre de 1914 cuando se formalizó la venta de la sociedad heredera de Eléctrica Sollerense a El Gas. Adquirió con un coste de 200.000 pesetas el derecho de arrendamiento de la fuente y de los terrenos de la finca de sa Costera, la maquinaría allá instalada y la línea de alta tensión hasta Sóller, los solares, edificios, oficinas y maquinaria instalada en la central del Camí de Cas Jurat en Sóller, además de la red urbana de distribución de electricidad.

El Gas

Dos motores de combustión generaban la electricidad. Fue suficiente hasta principios de los años 60. «El mantenimiento era muy complicado, aunque eran motores muy robustos. Finalmente, en 1958 se llegó a un acuerdo con GESA para transportar energía desde la subestación de Bunyola hasta Sóller. La línea se puso en marcha en 1963», afirma Frontera.

El negocio del gas fue perdiendo fuerza de forma paulatina y cerró definitivamente en 1958. La rama de electricidad, en cambio, se consolidaba y no dejaba de crecer.

Con la liberalización del mercado eléctrico en junio de 2009 se recuperó la marca Eléctrica Sollerense. Hoy, y desde hace más de una década, es la empresa comercializadora de energía eléctrica y operador de telecomunicaciones. U Energia es la marca comercial de Eléctrica Sollerense. «Ahora nosotros compramos la energía al pool que forman los productores y al que acuden los comercializadores, entre ellos nosotros. Inicialmente, no existía el pool, sino que comprábamos la energía directamente a GESA», asegura el director general.

Desde entonces, están perfectamente diferenciados los trabajos de distribución y comercialización. «Las líneas, los postes... son propiedad de Vall de Sóller Energia, que es la empresa del grupo que se encarga de la distribución. Nuestra área de distribución es Sóller, Fornalutx y el Port. En definitiva, la Vall de Sóller», explica Grande.

«La comercializadora, en cambio, es de ámbito estatal. Tenemos clientes en la Península, en Menorca, en Eivissa... El mercado se liberalizó el primero de junio de 2009. Aunque el cable que transporta la energía sea de una determinada empresa, un cliente de cualquier lugar de España puede comprar la electricidad a quien considere oportuno», apunta Frontera.

El presidente del consejo de administración de El Gas tiene claras las razones por las que cualquier cliente debería decidirse por su empresa para abastecerse de electricidad. «Hay tres motivos fundamentales. Porque somos la única empresa del sector íntegramente mallorquina, porque solo comercializamos energía que procede íntegramente de renovables y porque cuidamos en extremo la atención al cliente. Nuestros clientes nunca hablan con una máquina», afirma orgulloso.

Presente

El Gas, pese a contar con más de 125 años de historia, mira al futuro con optimismo desde un presente sólido. Ha abierto nuevas vías de negocio y tiene un ambicioso plan de expansión. «La aventura de convertirnos en operador de telecomunicaciones comenzó en 2008. Tenemos la infraestructura necesaria e intentamos sacarle el máximo provecho. Dedicarnos a las telecomunicaciones era la evolución natural. En 2005 desarrollamos una red interna para dar servicio al negocio eléctrico», explica Frontera.

En 2008, José Antonio Frontera, entonces presidente de El Gas -lo fue durante 39 años- y padre de Antoni Frontera, vio la oportunidad de hacer llegar internet a los hogares. Durante los años 2009 y 2010, la empresa se volcó en el proyecto. «Se empezó con un sistema de radiofrecuencia para clientes que estaban en lugares en los que no había acceso a las redes tradicionales. Aún hoy mantenemos este servicio. En 2011 nos dimos cuenta de que sería importante contar con una red de fibra en Sóller, que por aquel entonces los grandes operadores no tenían previsto desplegar. En julio de 2013 empezamos a ofrecer un servicio de fibra óptica para los hoteleros Sóller en un plan experimental. La prueba fue muy satisfactoria y decidimos desplegar fibra óptica por todo el valle de Sóller», afirma.

Tres años después, Telefónica y Orange desplegaron su propia red de fibra óptica. U Energia mantiene un excelente nivel de penetración, debido, en gran parte, a que fueron los primeros en instalar fibra. «Empezamos con la fibra y el teléfono fijo. Posteriormente, desde finales de 2017, ofrecemos telefonía móvil. Complementa la oferta. A finales de 2018 introducimos una oferta de televisión, de nombre de TV UP. De momento, se limita al valle de Sóller, pero esperamos en un futuro no muy lejano poder ofrecer nuestros servicios en toda Mallorca. De hecho, ya estamos comercializando nuestros servicios en el Parc Bit. Nuestra idea es desplegar nuestra propia red de fibra óptica». asegura.

TVUP ofrece todos los canales de la TDT y además una opción Premium. Eso sí, al menos de momento, no ofrecen el fútbol. «No está a nuestro alcance. El ticket de entrada, hoy por hoy, es de 14 millones de euros y, evidentemente, no los tenemos», indica Grande.

Futuro

La comercialización de energía en España y su apuesta por las telecomunicaciones son los grandes retos de futuro de El Gas, que los afronta con la marca comercial U Energia.

Abrirse camino en el mercado eléctrico no es fácil, pero Frontera está convencido de que U Energia cuenta con una oferta competitiva. La batalla de las telecomunicaciones no será fácil. De momento, han cableado ya el Parc Bit y ofrecen sus servicios a las empresas de la zona.

«Queremos crecer, pero siempre ofreciendo un buen servicio. A nuestra velocidad, queremos salir de Sóller, llegar primero a toda Mallorca, tanto en el mercado eléctrico como en el de las telecomunicaciones», explica Frontera.

«Hemos hecho alguna acción en Inca, puesto que con una inversión asumible hemos podido llegar a muchos hogares. La idea es contar con fibra en toda la isla. Existe un anillo de fibra que más o menos rodea Mallorca y que es propiedad de la multinacional Islalink, que es la empresa propietaria de uno de los dos cables eléctricos que unen Mallorca con la Península. Nosotros tenemos acceso al anillo en diferentes puntos. Y desde allí podemos montar nuestra propia red», afirma el presidente del consejo de administración.

U Energia acapara el 98% del mercado de energía eléctrica en Sóller, puesto que cuenta con unos 10.000 clientes. Además, cuenta con unos 4.000 clientes de fibra, alrededor del 40% del mercado. «La competencia es muy dura. Hay que pensar por las redes de Telefónica y Orange llegan diferentes operadores», afirma Grande.

El director general de El Gas, al tiempo que defiende la competitividad de las tarifas de U Energia, denuncia que los ciudadanos de Baleares pagan la electricidad más cara que el resto de españoles. «Nuestra estructura es mucho más pequeña que la de los comercializadores gigantes. Nuestros precios son de mercado. Podemos competir en precio. De hecho, hacemos muchas simulaciones y en el 95% nosotros somos más baratos. Por otro lado, los residentes en Baleares pagan la energía más cara que los peninsulares. Es un hecho. En el BOE se fija el precio de la energía a Baleares. Se aplican unos coeficientes correctores que hacen que la energía sea más cara en las Islas, alrededor de un 4%», señala.