Imagen del primer día de restricciones al paso de vehículos por la carretera de Formentor. | Maria Nadal

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Los problemas de mobilidad en las carreteras de Mallorca son cada vez más frecuentes, tanto en los accesos a Palma como en algunas zonas de costa. La principal novedad este verano ha sido la restricción del tránsito rodado en la carretera que lleva al faro de Formentor. Han funcionado cuatro buses lanzadera que llevan a los turistas a la playa para así reducir el volumen de transporte privado, y sigue activa la restricción de dejar acceder a sa Calobra solo 35 autocares diarios.

El 9 de julio se puso en marcha un plan piloto para limitar el tránsito rodado al faro de Formentor, un punto que se encontraba saturado por la gran afluencia de vehículos privados. Hasta el 31 de agosto se prohibió acceder en vehículos a motor más allá de la playa de Formentor entre las 10.00 y las 19.00 horas. En estos dos meses, el tránsito rodado hasta el faro se redujo un 78% y más de 34.000 personas utilizaron el bus lanzadera que se habilitó desde el Port de Pollença.

Las diferentes instituciones implicadas tienen que decidir ahora si amplían o modifican la restricción de cara a 2019. El Ajuntament de Pollença ya ha pedido que la carretera al faro esté cerrada a vehículos a motor siete meses, del 1 de abril al 31 de octubre, y también ampliar el horario de la restricción para que sea entre las 9.00 y las 20.00 horas.
Según el Consell de Mallorca, en mayo pasaban por esta carretera 4.750 vehículos cada día, mientras que en agosto fueron 1.050.

El bus lanzadera salía del Port y tenía paradas al mirador des Colomer, la playa de Formentor, Cala Murta-Cala Figuera y finalmente llegaba al faro. El precio del viaje sencillo era de 1,55 euros.

Sin embargo, al terminarse las restricciones en septiembre, se vivió la misma situación de años anteriores: decenas de coches estacionados directamente en medio de la carretera porque el número de vehículos que llega es muy superior al parking habilitado. Especialmente críticos son los miércoles, ya que se organizan muchas excursiones en autocar.

OTRAS ZONAS. Para acceder a las playas de es Trenc, s’Almunia y Cala Llombards también se han habilitado buses lanzadera, evitando así el caos circulatorio. El de es Trenc registró 8.869 usuarios este verano, mientras que el que conecta Santanyí con s’Almunia y Cala Llombards tuvo 1.870.

Además, Artà ha hecho un recuento de visitantes y vehículos que acceden a Cala Mitjana y Cala Torta para estudiar futuras medidas contra la saturación. El Consell también barajaba restringir el tráfico a sa Calobra y el Port de Valldemossa, pero no se tomó ninguna medida al respecto. Sí que existe en sa Calobra una limitación a los autocares: solo pueden bajar 35 cada día.

AEROTIB. Por segundo año consecutivo ha funcionado el servicio del Aerotib, que une de forma directa el aeropuerto con Can Picafort-Alcúdia, Peguera-Magaluf, Cala Bona-Cala Millor y Cala d’Or-s’Arenal de Llucmajor. Del 1 de mayo al 31 de agosto el servicio ha tenido 145.734 usuarios, un 25,87% más respecto al mismo periodo del año 2017. El billete cuesta entre 5 y 12 euros.