Marieli Correa fotografía la muñeca con la que realiza las prácticas en su estudio. | DANIEL ESPINOSA

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La llegada de un niño al mundo supone la mayor alegría posible para una familia. Un momento que queda grabado en la memoria de los progenitores y que cada vez más padres quieren inmortalizar a través de la fotografía.

Y eso es lo que hace desde hace casi cinco años Marieli Correa, una de las pioneras de las fotografías de bebés en Eivissa. “Todo empezó cuando me quedé embarazada y buscaba un fotógrafo para mí, pero no encontré ninguno que fotografiara bebés, así que como tenía una base como fotógrafa aficionada y mi trabajo en la hostelería era incompatible con tener una familia, decidí dar el paso y empecé mi primer curso en 2013”, explica.

Marieli encontró un nicho de mercado en Eivissa, donde la fotografía de bebés aún era muy poco conocida. Muy al contrario de su tierra natal, Brasil, donde existe una tradición de más de 25 años. “Yo seguía el trabajo de Anne Geddes, que es una referencia a nivel mundial de fotografía de recién nacidos, he hecho cursos con Ana Brandt en Madrid o con Simone Silvério, presidenta de la Asociación de Fotógrafos de Recién Nacidos de Brasil. Aquí es algo novedoso pero yo desde pequeña, en Brasil, he visto fotos de recién nacidos”, señala Marieli, que estuvo un año ampliando su portafolio e intercambiando sesiones de fotos para coger más experiencia y práctica. “En un año hice fotos a más de cien bebés sin cobrar nada”, recuerda.

Correa destaca que no todos los fotógrafos profesionales pueden llevar a cabo sesiones de fotos con recién nacidos, ya que es necesario tener una preparación específica “porque tienen que tener conocimientos de anatomía y fisiología del bebé, no es solo poner a un bebé en un cuento sino que es un recién nacido con una flexibilidad bastante alta, pero en los primeros días son muy frágiles y hay que tener el conocimiento de cómo manejarlos”.

De hecho, una de las características de estas fotografías a recién nacidos son la cantidad de poses que los bebés son capaces de realizar dormidos. “Yo he llegado a hacer fotos de posicionamiento de bebés hasta con un mes de vida, pero depende mucho de la semana de gestación en la que nacen y de su peso, porque no es lo mismo fotografiar a un bebé de seis kilos y ocho días, que he tenido el caso, o uno que ha nacido en la semana 39 del embarazo con 2,3 kg. Yo siempre espero a que pesen 2,5 kg para hacer la sesión, es mi peso mínimo, aunque hay otros fotógrafos que trabajan con menos peso”.

LAS SESIONES. Este año Marieli Correa ha inaugurado un estudio en Puig d’en Valls, donde lleva a cabo sus sesiones de fotografía, aunque sigue dando la opción a los padres de realizarla en su domicilio “porque hay madres con postpartos difíciles y es mejor hacerla en su casa”.

La fotógrafa señala que lo ideal es contratar los servicios de Ibiza Newborn Photography en el segundo o el tercer trimestre del embarazo para poder planificar las sesiones, que se llevan a cabo por la mañana y suelen durar varias horas y en las que hay que crear un ambiente idóneo para el bebé, con una temperatura ambiente de entre 26º y 28º, “porque las primeras fotos las hacemos con el recién nacido desnudo”.

Correa avisa de que no todos los bebés son capaces de realizar todas las posturas. “Son ellos los que me dicen de qué lado les gusta estar, siempre me dejo guiar por los bebés. Nosotros también tenemos una postura al dormir, pues en los bebés es igual”, señala.