En abril se desalojó el centro social Ca Ses Mopis, que había okupado una antigua sucursal bancaria. | Alejandro Sepúlveda

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La crisis ha afectado de manera profunda al tejido bancario español, con un gran proceso de fusiones y la concentración de oficinas. Sin embargo, pasada la crisis, continúa la desaparición de sucursales. Balears perdió 57 oficinas bancarias en 2016. En toda España en diciembre de 2016 se contabilizaron 28.959 sucursales, cuando un año antes había 31.155, lo que significa que han desaparecido 2.196 en todo el país en el último año. Y esta situación se da en un contexto de crecimiento económico del 3,2% en el conjunto del país y del 3,8% en Balears. En comparación con el año 2008, se han cerrado más de una tercera parte de las sucursales de todo el país, especialmente en las regiones poco pobladas.

El Archipiélago contaba en diciembre de 2015 con 911 sucursales bancarias, que se redujeron hasta 854 un año después. Este cierre de 57 oficinas en el pasado año supone una disminución anual del 6,3%.

CANTABRIA, LA PEOR. Cantabria es la provincia que ha registrado un peor comportamiento en 2016 con respecto a la desaparición de oficinas bancarias. En porcentaje ha disminuido un 14,79% anual, con 63 sucursales menos, con lo que se queda con 363.

La siguiente provincia donde desaparecieron más oficinas bancarias el año pasado es Barcelona, donde han descendido un 13,19%, pasando de 3.382 a 2.936. En tercer lugar con más cierres ha sido Álava, donde ha desaparecido un 12,05% de oficinas. En diciembre de 2016 quedaban 219, frente a las 249 de diciembre de 2015.

Durante el pasado 2016 todas las comunidades han perdido oficinas bancarias sin ninguna excepción, mientras que han aumentado su presencia en el extranjero. Así, durante 2016 se cerraron 2.280 oficinas bancarias en España y hubo 84 más en el extranjero, lo que da un total de 2.196 pérdidas, según los datos que ofrece el Banco de España. Las provincias que menos desapariciones han notado han sido Ceuta y Melilla, que tienen una menos ahora (-2,56%), y Ávila, que ha perdido dos (-1,46%).

COMPARACIÓN CON 2008. La comparación del mapa de sucursales de 2008 y el de 2016, tras ocho años de una larga crisis y una recuperación a finales de 2015, deja un 37,27% menos de sucursales en el conjunto de España. En estos ocho años, la comunidad que ha visto cerrar más oficinas en sus calles ha sido Catalunya. En la provincia de Barcelona ha desaparecido casi la mitad, al pasar de 5.866 a 2.936, una disminución del 49,95%. Muy similar ha sido la bajada en Girona (-46,81%), que se ha quedado con 459 sucursales frente a las 863 que tenía, y Tarragona, que ha pasado de 836 a 448 oficinas (-46,41%).

El cierre de oficinas ha superado el 40% también en Ourense (45,60%), Ciudad Real (45,39%), Zaragoza (44,64%), Valencia (42,88%), Madrid (41,17%) y Málaga (41%).

En cambio, las provincias donde se han cerrado menos oficinas en estos ocho años son Cuenca (14,96%), Ciudad Real (16,35%), las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla (17,39%), Badajoz (17,53%), Guipúzcoa (18,26%) y Teruel (19,92%).

FUSIONES BANCARIAS. El año 2017 está viviendo una nueva oleada de fusiones bancarias. El Fondo de Reestructuración y Ordenación Bancaria (FROB) ha dado luz verde a la fusión de Bankia con Banco Mare Nostrum (BMN) que se materializará en septiembre, cuando las respectivas juntas generales de accionistas aprobarán el proceso de fusión por absorción. Actualmente BMN cuenta con 160 oficinas bancarias en Balears, de las que 135 se encuentran en Mallorca y con una gran presencia en la Part Forana. Por su parte, Bankia surgió de la fusión de Caja Madrid, Bancaja y diferentes cajas de ahorro de pequeño tamaño. La red de Bankia es de solo 22 oficinas en el Archipiélago, lo que permite pensar a directivos, analistas y Govern que no habrá una gran reducción de plantilla. En conjunto, Bankia-BMN suma más de mil empleados. Asimismo, Banco Santander adquirió Popular a principios de junio, lo que puede provocar nuevos cambios en la plantilla de las Islas.

Las entidades financieras han sido obligadas a recapitalizarse, lo que ha llevado a diferentes reestructuraciones mediante absorciones o fusiones. Los grandes bancos han integrado a otras entidades. Por ejemplo, Banco Santander compró Banesto años atrás y recientemente despareció la marca. También adquirió Banco Pastor, Banif y en las últimas semanas Popular. BBVA compró Catalunya Caixa y Unimm. A su vez, Banco Sabadell adquirió la CAM y Caixa Penedès, entre otros. CaixaBank ha adquirido el negocio minorista de Barclays en España, Caixa Girona, Banca Cívica y el Banco de Valencia.

Además, todas las cajas han sido obligadas a transformarse en bancos, excepto Caixa Pollença y Caixa Ontinyent. De la unión de diferentes cajas han surgido los bancos Bankia, Kutxabank, Unicaja, Ibercaja, Abanca y Liberbank.

Hoy, cuatro grandes grupos se perfilan como dominantes en el mercado una vez terminen las reestructuraciones actuales: Caixabank, Bankia-BMN, Banca March y Santander-Popular. La concentración del mercado, unida a un imparable proceso de digitalización de la gestión y la atención al cliente online, han provocado la concentración de oficinas con el cierre de más de una tercera parte de sucursales durante los últimos ocho años.