Pep Ruiz, economista principal de BBVA Research, explica que el principal reto es aumentar el gasto por turista y admite que el brexit preocupa

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Pep Ruiz es el economista principal de BBVA Research. Sitúa el brexit como uno de los focos de preocupación de cara al futuro. Considera que Balears sigue teniendo una posición sólida.

Hasta el momento la economía balear no ha notado impactos negativos sobre el turismo debido al brexit. ¿Lo notará en 2017? ¿Bajará el número de turistas, las inversiones o el gasto que realizan?

Los efectos del brexit preocupan. Por ahora todavía no se están notando, con un aumento en el último año de las pernoctaciones hoteleras del 12% y del 10% de visitantes. Estas subidas vienen a ser una continuación del escenario de años anteriores y parte de este empuje venía por el turismo prestado de otros destinos debido a tensiones geopolíticas. Además, un 30% del turismo extranjero proviene del Reino Unido y la libra se depreció un 12% en 2016. Este verano pasado empezábamos a ver síntomas de agotamiento. El nivel de turistas prestados no crecerá al mismo ritmo y este año se ha congelado el gasto medio por turista. Además, en 2017 esperamos el petróleo más caro que en 2016 y la libra se depreciará más. En todo caso, lo que hay son riesgos de desaceleración, no de reducción, un 2,5% sigue siendo un crecimiento razonable y sólido.

¿La compra de viviendas y hoteles por parte de británicos se resentirá?
Los estímulos monetarios se están agotando y los tipos de interés subirán a partir de finales de 2018, con lo que si a los británicos se les encarece el precio, puede afectar a las compras. Estas previsiones se realizan teniendo en cuenta un brexit ordenado. Si la salida del Reino Unido de la Unión Europea fuera desordenada, la volatilidad aumentaría.

¿La baja productividad laboral es el principal problema que sufre Balears?

Es uno de los problemas. En noviembre pensábamos que el crecimiento de Balears sería del 3,2% en 2015, pero en diciembre el INE dijo que era un 2,3%, prácticamente un punto menos. Parecía que Balears era una de las comunidades más fuertes en 2015, con grandes crecimientos del empleo. Si resulta que el crecimiento no fue tan dinámico y se acercó más a la media, eso es que la productividad laboral de las economías orientadas a los servicios creció menos, como es el caso de Balears. Además, los últimos datos de la economía balear no son buenos. No se han notado de momento los efectos del brexit pero la creación de empleo se ha estancado en el último trimestre. Esta tendencia podría ser una anticipación del brexit y, si fuera el caso, sería un escenario complejo.

¿Pero este menor crecimiento puede atribuirse a la baja competitividad?

No es el único factor, pero la baja cualificación de los contratados ayuda. Si se compite por precio es difícil obtener un alto valor añadido, y parece que Balears se esté enfocando en un turismo low cost y no en hacer turismo de calidad. También la productividad por afiliado se ha reducido. El empleo en 2016 siguió muy fuerte y si se mantuviera la productividad, el crecimiento sería más elevado.

¿Qué podemos esperar en 2017 y 2018?

No aparecerán nuevos mercados turísticos con problemas, por lo que la lucha por los turistas será mayor. Es cierto que en Balears un 80% del turismo es exterior y cómo vaya depende en buena parte de la demanda del conjunto de Europa, cercana al 1,7%, mientras que en España es un punto más.

¿Significa eso que Balears no es tan fuerte como parecía?

Significa que parecía ser una de las comunidades más fuertes en 2015, pero ahora mismo sabemos que el crecimiento no fue tan dinámico y fue más cercano a la media. Tampoco es todo negativo: estar creciendo al 2,5% no es un mal crecimiento. Además, desde el BBVA Research contemplamos la creación de 33.000 puestos de trabajo entre 2017 y 2018, lo que situará la tasa de paro por debajo del 9% a finales de 2018.

¿Entonces, Balears no lideró la salida de la crisis?

No es tan fuerte como para ello. Hasta cierto punto el crecimiento no es tan sólido como parecía antes. Por ello es necesario seguir incidiendo en las reformas. El reto es, con precios turísticos elevados, mantener la captación de visitantes a la vez que se incrementa el gasto medio y se diversifica la economía para no depender tanto del turismo.

También vemos que Balears será la comunidad donde menos crecerá el PIB per cápita entre 2016 y 2018. ¿Cuánto se puede atribuir a un crecimiento de la población y cuánto a una pérdida de competitividad?

Son los dos factores. Los mayores crecimientos de población los encontramos en Canarias, Balears y Madrid. Esto es bueno porque significa que somos atractivos. Sin embargo, para compensarlo necesitamos un mayor crecimiento. Una dinámica demográfica favorable lleva a que el crecimiento del PIB per cápita no sea tan elevado. Es uno de los retos adicionales que tienen las Islas: ser capaces de lograr un crecimiento tal que el PIB per cápita no se vea desfavorecido.