Parte del equipo de Biosport, con Toni Capó en el centro. | Laura Amores Jismeros Laura Amor

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Para hablar de Biosport Menorca se podría establecer un paralelismo entre la evolución de esta empresa dedicada a la gestión deportiva profesional y alguno de los eventos de referencia que organiza regularmente durante el año.

Una década de ilusión y motivación a través de una prueba por etapas, en la que la actitud, el esfuerzo y la dedicación han sido los motores de su evolución hacia un liderazgo indiscutible. Un podio merecido en el que los números hablan por sí solos. Cuentan con seis instalaciones públicas en concesión, un equipo de cincuenta trabajadores (cien en temporada alta), cuatro mil abonados (han triplicado el número de usuarios desde que están al frente) y seiscientas actividades programadas cada semana. También organizan diversas carreras que se han convertido en referentes en el calendario de competiciones y un sinfín de eventos y proyectos, fruto de su implicación en el territorio, el tejido social menorquín y el deporte de la isla.

ORÍGENES. Al frente de todo este engranaje está Toni Capó, que ha convertido su afición en su profesión y ha liderado Biosport Menorca a lo largo de diez años. Este ciutadellenc de tan solo 38 años empezó organizando actividades de verano de forma esporádica en 2006. De hecho, hace diez años la empresa no era más que el tiempo que él dedicaba, alternándolo durante dos mesos con su trabajo al frente de la tienda Intersport. “Yo no tenía una formación específica en gestión deportiva, pero tuve claro que debía rodearme siempre de los mejores para trabajar y aprender. Estuve compaginando seis años los dos negocios hasta que comprobé que Biosport Menorca podía ser viable. Me encargaba de montar desde fiestas de cumpleaños a campus deportivos o sesiones de fitness. Asistía a congresos, a charlas, a seminarios, todo me valía para ganar experiencia”, explica el fundador y alma mater de Biosport.

En 2009 le ofrecieron la gestión del Club Tenis Salgar en el que había dos monitores y un recepcionista. Fue una primera prueba en la que no le salieron bien las cosas, pero con la que consiguió aprender en la gestión profesional de instalaciones deportivas.

Un año más tarde, el Ajuntament d’Alaior le pedía programar dos horas a la semana de actividades dirigidas. “Me hace gracia recordar ahora nuestros inicios porque hoy en día en este municipio estamos organizando setenta horas a la semana”, detalla Capó.

En 2011 se pusieron al frente del programa Moviments per a Viure, un proyecto del área de deportes del Consell Insular de Menorca para mejorar la calidad de vida de la gente mayor en geriátricos y centros de día, además de iniciar una labor de visita a cada ayuntamiento para que conocieran su proyecto. “En aquel momento nadie nos hacía caso, pero sabíamos que en cuestión de relativamente poco tiempo, todas las licitaciones para gestionar de manera integral o parcial instalaciones públicas estaban a punto de acabar”, comenta el gerente.

El 1 de enero de 2012 ganaron su primer concurso para gestionar un centro deportivo en es Mercadal y la empresa creció poco a poco en número de trabajadores. Lo mejor estaba por llegar pero paso a paso, conseguían afianzar diversos proyectos.

EL AÑO DECISIVO. El punto de inflexión de Biosport Menorca se produjo en el año 2013 cuando cuajaron diversas iniciativas por las que estaban apostando. Ganaron la concesión para llevar el polideportivo municipal de Sant Lluís, la piscina de Ciutadella (era la gran ilusión de Toni Capó), la gestión de los IGA Games Menorca y la gestión turística de alquiler de kayacs en tres playas vírgenes.

En Sant Lluís les adjudicaron una instalación relativamente grande con salas de spinning, de tonificación, pista de tenis y de parquet. Ciutadella suponía dos piscinas, una de 25 metros y otra de 12, además de una sala de fitness. “Sumamos treinta personas más en el equipo y me di cuenta que la empresa crecía. Decidimos abrir una nueva línea de negocio con la gestión de eventos deportivos y pruebas no competitivas en las que también queríamos posicionarnos. Organizamos una media maratón en Fornells (hoy ya consolidada) y acogimos un torneo de fútbol internacional en el que movilizamos a más de 600 personas”, explica.

En paralelo también obtuvieron tres concesiones turísticas en las playas de Macarella, Son Saura y la Vall para alquiler de kayacs. Ese mismo año asumieron por encargo del Consell Insular de Menorca el reto de organizar la logística referente al proyecto de Menorca en los Island Games, una especie de juegos olímpicos que comparten 25 islas de todo el mundo cuyos orígenes se remontan a 1985.

“El despegue de Biosport Menorca se produjo en aquel momento. Espíritu de servicio sumado a una gran responsabilidad medioambiental y social por nuestro entorno fueron los valores que quisimos poner de manifiesto en todo lo que hacíamos. Estos valores son responsabilidad pero también mucha ilusión en cada proyecto, en cada evento, y un contagio de esta actitud hacia nuestros equipos y nuestros usuarios. Lo llamamos la ‘actitudBio’”, cuenta. Ejemplo de ello es que han conseguido triplicar el número de abonados en todas las instalaciones en las que están trabajando y actualmente están estudiando la instalación de placas solares para que sean infraestructuras modélicas en todos los sentidos.

MENORCA DEPORTIVA. En las próximas semanas van a dar a conocer un proyecto de promoción de Menorca como destino deportivo con el objetivo de contribuir a su posicionamiento. Se trata de una alianza conjunta con las empresas menorquinas EliteChip y 40ª Nord, encargada de gestionar Camí de Cavalls 360º, dos referentes en el cronometraje deportivo y en la organización de pruebas en el Camí de Cavalls con las que ya comparten la organización de eventos y que les va a llevar a poner en marcha una serie de acciones específicas para vender la isla como destino idóneo para la práctica de cualquier deporte.

“Estuvimos juntos en la feria de la Maratón de Barcelona y volveremos a hacerlo en Francia, en la Ultra Trail del Montblanc, el campeonato mundial de referencia para este tipo de pruebas. Vamos a buscar al público objetivo de este tipo de carreras para que conozca las infinitas posibilidades que tiene esta isla para pasárselo bien fuera del sol y playa”, concluye Toni Capó, uno de los impulsores de este proyecto junto a Guillem Bosch y Joan Febrer.