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Recientemente tuve el placer de coincidir con el presidente de Consejo General de la Corporación Mondragón, Javier Sotil. Entre otros interesantes temas, nos explico el éxito del grado LEINN, Liderazgo Emprendedor e Innovación de Mondragón Unibertsitatea. Es el único grado universitario oficial e internacional sobre emprendimiento que existe en España y el único que ha implantado una de las metodologías educativas más innovadoras procedentes de Finlandia. Esta se basa en tres pilares básicos: aprender haciendo, emprender en equipo y viajes de aprendizaje internacionales.

En esta carrera universitaria los estudiantes no son alumnos sino emprendedores, y desde el primer curso crean una empresa real, diseñan y desarrollan productos y servicios reales, trabajan con clientes y deben facturar y obtener beneficios para superar el curso, entre otros objetivos. No hay profesores sino entrenadores, y las aulas se sustituyen por los entornos laborales actuales. Afronta uno de los mayores retos de la sociedad actual y por ende, del cooperativismo: educar para las necesidades de las personas, las empresas y la sociedad del siglo XXI.

Además de reforzar la idea del emprendimiento, potenciando su desarrollo tanto en los planes educativos como de formación profesional y en el ámbito de la universidad, el sector cooperativo tiene otro gran reto: fortalecer la presencia de las empresas cooperativas en sectores emergentes.

Fruto de esta inquietud, se acaba de presentar un informe elaborado a instancia de CEPES (Confederación Española de Empresas de Economía Social), en relación al Fomento de la presencia de la Economía Social en el emprendimiento de base tecnológica y otras actividades emergentes.

La importancia de conocer y apoyar adecuadamente las industrias emergentes estriba en que estas actividades cuentan con un potencial de crecimiento muy elevado y con una alta capacidad para catalizar cambios estructurales a nivel económico y, frecuentemente, también social. Por todo ello, se consideran industrias claves para mejorar los niveles de competitividad de un país, así como para la creación de empleo y riqueza.

¿Cómo podemos reconocer estos sectores emergentes? ¿Qué características comunes tienen? Son actividades con un alto potencial de crecimiento, con independencia de que su crecimiento actual sea mayor, similar o inferior al de otros sectores. Se configuran a partir de una base de nuevos productos, servicios o ideas que dan respuestas a cambios en las necesidades de los consumidores; a la incorporación de nuevas tecnologías a los procesos de producción y/o distribución, o a la emergencia de nuevas condiciones socioeconómicas. Incluyen tanto actividades económicas completamente nuevas como procedentes de sectores reestructurados, intensivas en conocimiento y en investigación, que surgen frecuentemente de innovaciones y de la aplicación de la creatividad.

Son sectores que se alimentan del espíritu emprendedor y del espíritu innovador, ambos capaces de movilizar recursos de todo tipo y de transformarlos en nuevos productos y servicios, y capaces también de tolerar el riesgo al fracaso, en algunos caso, alto. Quizás, por todo ello Balears no se encuentra entre las CCAA que albergan una importante concentración de empresas de sectores emergentes, un tema para reflexionar.