Repensemos el modelo energético de Balears, por Gabriel Sampol

Hoy por hoy, la energía se produce en grandes centrales energéticas que se alimentan de carbón, el más barato pero también el más contaminante de los combustibles. Con el agravante de que en la mayoría de los casos dichas centrales están ubicadas al lado del mar, que utilizan para enfriar sus motores, en lugares protegidos –como el humedal de la Albufera en Alcúdia, el puerto de Eivissa o el de Maó- o en cualquier caso, en lugares donde causan un gran impacto medioambiental y visual para una comunidad cuyo motor económico es el turismo. El mismo problema existe en las islas Canarias, donde la política energética tampoco vela por proteger el entorno.

Desde que se liberó el mercado de la energía en España en 2005, Sampol ha luchado por romper el monopolio y contribuir a la generación de energía en Balears. El modelo que proponemos pasa por la construcción de centrales de régimen ordinario más pequeñas, ubicadas cerca de núcleos de población y que se alimenten de gas, un combustible mucho más eficiente y limpio.
Sampol apuesta también por instalar centrales de cogeneración en áreas de influencia que pudieran beneficiarse de la generación de energía eléctrica, térmica y frigorífica, como ocurre con la central del Parc Bit que provee de las tres energías al Parc Bit y a la Universitat de les Illes Balears. Esta red de centrales ubicadas en el interior evitaría también el transporte de la energía a través de grandes líneas y postes que estropean el paisaje de nuestras islas y son un peligro para la supervivencia de algunas especies protegidas.

En ese sentido, desde Sampol nos alegramos de que por fin otras organizaciones como el Grupo Balear d’Ornitologia i Defensa de la Naturalesa (GOB) aboguen por el cierre de centrales como Es Murterar, y del compromiso anunciado por parte del nuevo Govern de repensar el modelo energético para cumplir con los compromisos de lucha contra el cambio climático pactados por los estados en la reciente cumbre de París. Ese es el camino: producir energía de manera eficiente, para reducir las emisiones de CO2 y contribuir al objetivo global de limitar el calentamiento global. Y en ese ámbito, Sampol cuenta con la experiencia de más de ochenta años ofreciendo soluciones energéticas en todo el mundo.