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Cuenta Tim Harford en el Financial Times del pasado 22 de agosto cómo el económetra David Hendry, al estudiar las causas de la inflación, pudo demostrar la gran correlación entre esta y la variable que el denominó X.

El único problema es que la variable X era la cantidad de agua de lluvia acumulada. Parece razonable dado que tanto el agua de lluvia acumulada como los precios al consumo crecen con el tiempo. Demostró así Hendry lo fácil que es producir resultados creíbles mal utilizando datos reales y haciendo con ellos correlaciones espurias. Es lo que yo denomino principio de Hendry.

En la política española tenemos bastantes seguidores de Hendry. A mí personalmente la que más me gusta es la secretaria de Estado de Turismo, Isabel Borrego. En el mes de julio aplicó el principio de Hendry a la ecotasa: se implanta la ecotasa, baja el turismo, en consecuencia el turismo baja por la ecotasa; los demás factores, como la situación económica de los principales mercados, pueden ser olvidados.

En el mes de agosto vuelve a las andadas. En su comparecencia ante la Comisión de Industria del Congreso de los Diputados para defender el modestísimo presupuesto de Turespaña de 91 millones, de los que solo 37 se dedican a promoción, hizo una correlación negativa entre gastos de promoción y resultados turísticos asegurando que la mayor partida destinada al turismo fue la de 2008 y sin embargo se tuvieron los peores datos turísticos. Ni una palabra de la crisis mundial.

Resulta además que los datos de 2008, con una caída del 2,3% en la llegadas y del 0,4% en los ingresos, no son ni de lejos los peores. Ese mérito corresponde al año siguiente, en el que se producen caídas del 8,9% tanto en llegadas como en ingresos, en línea con lo ocurrido en Grecia, Portugal o Chipre, y mucho mejor que Grecia que tuvo un descenso del 20%. Olvida la secretaria de Estado que la función de la promoción institucional no es captar turistas inmediatamente sino mantener o mejorar la imagen del país.

En aplicación del principio de Hendry se le podría recordar a la Sra. Borrego que gracias a la promoción el turismo se comportó ese año mucho mejor que las exportaciones, que cayeron un 15.