Esperança Marimon en su taller de Can Picafort.

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Dejó su trabajo para dedicarse por completo a lo que hacía en su tiempo libre. Esperança Marimon (Lloseta, 1983) ha lanzado Esperantart, una marca de complementos elaborados de manera artesanal en la que plasma su filosofía de vida sencilla y alegre.
Se trata de complementos “hechos a mano con mucho amor”. El lema d’Esperantart resume el trabajo manual que realiza Esperança, que empezó hace años comprando su primera máquina de coser. “Yo estudié Bellas Artes en Barcelona, y con un grupo de amigas alquilamos un taller donde hacíamos vestidos para vender en ferias. Empezamos allí como un hobby, me compré una máquina de coser, y cuando vine aquí seguí haciendo cosas”, explica Marimon.

A su regreso, compaginaba su trabajo con el taller, hasta que no pudo hacer las dos cosas. “Decidí apostar por esto. Poco a poco fui diseñando todo tipo de bolsas, y el boca a boca funcionó”.

PRODUCTOS. La lista de artículos textiles d’Esperantart es cada temporada más extensa. Uno de sus puntos fuertes es la confección de todo tipo de bolsas: capazos, mochilas, neceseres, bandoleras, riñoneras y carteras de mano, además de estuches para tabaco. También se ha especializado en artículos escolares: confecciona batas para maestras y desde hace poco también para niño y niña, además de baberos, mochilitas, estuches, portalápices y bolsas para la merienda.

Marimon ofrece la posibilidad de personalizar todos los artículos con un muestrario de telas y también confecciona a gusto del cliente los artículos que quieran. “He tenido encargos de colegios que me han pedido batas y mochilas con un diseño específico, con el logo de la escuela o con unas medidas concretas para que quepan en los colgadores”, detalla. “Lo que me gusta es diseñar un producto que la gente busca y que no encuentra en el mercado”, añade. Otra de sus líneas de negocio es la confección a medida de ropa, trajes y disfraces. Ha elaborado en alguna ocasión vestuario para obras de teatro.

CONDICIONES LABORALES. Esperança es autónoma, y no niega que hay que superar numerosas adversidades para vivir de su sueño. “Cuesta mucho, por el tema legal. Yo no me pude beneficiar de las bonificaciones a la hora de empezar el negocio, y no hay ayudas cuando comienzas. Hay que pagar las facturas, y hacerlo todo como toca es muy caro”, explica. Otro de los inconvenientes son los picos y bajadas de demanda. “Durante el periodo de Navidades tengo mucho trabajo, me iría bien algo de ayuda en confección pero no me lo puedo permitir”. Y la gran ventaja de trabajar en su casa y de tener su propio horario es la conciliación familiar. “Cuando tuve a mi hija decidí no llevarla a la guardería y estar aquí con ella al tiempo que estoy trabajando”, se sincera.

MARKETING. Facebook ha sido la herramienta que le ha permitido a Esperança dar a conocer y difundir Esperantart, colgando muchas fotos de las confecciones para llegar cada vez a más público. Vende online a través de plataformas accesibles desde su página web, www.esperantart.com, y sus batas de maestra se demandan en toda la geografía española. También se pueden encontrar sus artículos en diferentes tiendas de Artà, Alcúdia y Algaida.

En un futuro le gustaría delegar la parte de promoción y de contabilidad para poder concentrarse en el diseño y la confección, pero de momento se siente satisfecha. “Hago cada pieza con mimo, de manera artesanal, y al final Esperantart ofrece productos útiles, bonitos, cómodos y pensados para que duren mucho”, concluye.