Cicerón Mercadal y su hijo Aristóteles cuidando su afición de cultivo. | Gemma Andreu

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De las casualidades o las aficiones surgen a veces las mejores ideas, convertidas con el paso del tiempo en pequeños negocios. De momento, Bolets de Menorca afirma que no tiene otro propósito que enseñar y divulgar el cultivo de setas como hobby, pero en cualquier caso ya han conseguido reproducir gírgoles autóctonas, setas de chopo y la variedad reishi con cierto éxito. Una experiencia micológica made in Menorca, que Cicerón Mercadal y sus hijos Aristóteles y Cicerón están llevando a cabo con dedicación y entusiasmo con un futuro muy prometedor, aunque de momento tan solo sea una idea hecha realidad a pequeña escala.

CARACOLES Y SETAS. Hace nueve años, un cliente de Cicerón Mercadal le dijo que necesitaba un material especial para construir un criadero de caracoles en Menorca. La búsqueda en Google le derivó por azar del criadero al cultivo y le empezaron a surgir decenas de entradas dedicadas al mundo de las setas. Fue esta casualidad algorítmica la que despertó la afición de este emprendedor, que no había tenido hasta el momento ningún contacto con este mundo.

Recopiló toda aquella información sin saber que, con el paso del tiempo, se convertiría en una afición que le ocuparía todo su tiempo libre. “No era buscador de esclatassangs, como los llamamos habitualmente aquí, y mi siguiente paso fue descubrir el Cercle Micològic de Menorca Dr. Saurina, una entidad sin ánimo de lucro creada por un grupo de aficionados de la isla que se dedica al estudio y divulgación de los hongos”, explica Cicerón. “Me hice socio, aprendí muchas cosas y entre ellas, hace dos años, tuve la ocasión de seguir un curso de iniciación al cultivo de setas con Miquel Bolea, miembro de la Societat Catalana de Micología y toda una eminencia en este ámbito”, añade. “Las conversaciones y consultas que inicié con Miquel y otros expertos y entidades, sumada a la pasión que despertó esta técnica en mí, se fusionaron junto a mi interés especial por la gastronomía. Así empezó todo”, detalla este cultivador de setas.

El año pasado decidió montar un pequeño laboratorio en su casa y desde allí siguió experimentando, con el apoyo de sus hijos Aristóteles y Cicerón, que se engancharon a la idea de su padre. “Sin pretenderlo, me he convertido en una persona de referencia en el cultivo de setas, pero con la creación de Bolets de Menorca no tengo mayor voluntad que dar rienda suelta a mi pasión y poderla compartir con las personas que puedan estar interesadas. Lo que sucede es que la amistad con diversos restauradores de la isla me ha empujado a cultivar especies autóctonas como la gírgola, la seta de chopo y el reishi, además del shiitake”, explica.
“No podemos decir que estemos pensando en dedicarnos a la comercialización porque sería una idea de difícil implantación, ya que Menorca vive instalada en una economía muy estacional que no facilita lanzarse empresarialmente a cualquier aventura”, confiesa Cicerón Mercadal. “De momento, lo que sí que hemos podido demostrar es que el cultivo de setas frescas fuera de temporada es posible en Menorca, y por eso hacemos talleres de aprendizaje, además de colaborar con entidades gastronómicas de la isla, como la Asociación Gastronómica Fra Roger, o sumarnos a iniciativas de productos de proximidad que últimamente están surgiendo en Menorca”.

Su hijo Aristóteles explica todo el desarrollo que siguen en el laboratorio, que imita el proceso natural de nueve semanas de cultivo por el que pasan por diversos estadios hasta que emerge la seta. “La única diferencia es que nosotros lo podemos hacer cuando queremos, mientras que la naturaleza únicamente lo realiza en periodos determinados del año. Hemos cultivado también setas de ostras y setas rosas, entre otras. Pero de la que estamos más orgullosos es de la gírgola de canyaferla, una seta autóctona de Menorca”, concluye.