La catedral de Palma es una visita obligada para los turistas que llegan a Mallorca.

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Sol y playa son el principal atractivo de Mallorca, pero no el único. El patrimonio artístico y natural es también un importante aliciente para los turistas. En 2014, más de 9.600.000 visitantes viajaron hasta Mallorca. La catedral de Palma, el Castell de Bellver o las cuevas del Drach deberían ser visitas casi obligadas. Desgraciadamente, son muchos los turistas que abandonan Mallorca sin visitar los principales monumentos o parajes. De hecho, durante el año pasado visitaron la catedral unos 875.000 turistas, poco más del 9% de los que arribaron a la isla.

José Capote es el gerente de la catedral y, aunque está satisfecho, confía en incrementar de forma paulatina pero constante el número de visitantes. La Seu es el lugar más concurrido de Mallorca, con una clara diferencia sobre sus inmediatos perseguidores, puesto que el Museu de Es Baluard, las cuevas del Drach o el Castell de Bellver no superaron las 500.000 visitas a lo largo del pasado año.

En todo caso, nueve de cada diez turistas abandonaron Mallorca sin visitar la Seu.

Capote, evidentemente, considera casi imprescindible la visita. “Acudir a un lugar como la catedral de Mallorca enriquece la visita a la isla. En esta tierra hay muchas más cosas que no son sol y playa. Conocer la catedral ayuda a los turistas a saber más de la tierra en la que se encuentran y de los mallorquines. No solo hay cultura gastronómica, también hay cultura artística o religiosa”, explica el gerente.

MENOS VISITANTES. En el 2014 hubo unos 15.000 visitantes menos que el año anterior. En la catedral no han analizado aún las causas del descenso, aunque José Capote no transpira nerviosismo. “Hemos detectado que el turista sale satisfecho de la visita a la catedral. De hecho, un 30% de los visitantes son repetidores”, asegura. La capacidad de crecimiento de las visitas a la catedral es inmensa, aunque las peculiaridades de los turistas que llenan Mallorca en verano explican que muchos no acudan a la catedral. Fijar un objetivo es complicado, si bien Capote apunta que conseguir que el 20% de los turistas que vienen a Mallorca visitara la catedral sería ideal. De hecho, supondría más que doblar el actual número.

Conciliar culto y turismo es uno de los retos de la catedral. Evidentemente, se priorizan las celebraciones eucarísticas, aunque los turistas disponen de grandes facilidades, también horarias, para visitar la Seu.

De hecho, entre semana, solo tiene lugar una celebración eucarística al día, y a primera hora de la mañana. Los sábados se celebra una por la mañana y otra por la tarde, mientras que los domingos hay tres por la mañana y una por la tarde. Durante las celebraciones eucarísticas no hay visitas turísticas, pero los domingos, a la conclusión de cada misa, se permite visitar la catedral de forma gratuita durante una hora.

La catedral cuenta con 23 trabajadores. Actualmente, el Cabildo de la Catedral está formado por 22 canónigos y un gerente -José Capote-. Existen diferentes departamentos (administración, museo y visita turística, archivo capitular, sacristía, museo diocesano, residencia y obras y mantenimiento), cada uno con un coordinador y un canónigo al frente. La estructura es empresarial, pero el principal objetivo no es generar beneficios.

La catedral dispone en su plantilla con una restauradora y conservadora, si bien las restauraciones son subcontratadas. La responsable de la catedral se encarga así del seguimiento de la restauración y de tramitar toda la documentación necesaria.

MÚLTIPLES RAZONES. Las razones para visitar la catedral son múltiples y variadas. Es la más esbelta del gótico y tiene el rosetón más grande de Europa. Entre sus peculiaridades destaca el hecho de que mira hacia oriente. Es considerada la catedral de la luz, aunque de los 84 ventanales proyectados solo hay abiertos 62.

Los puntos de interés artístico son numerosos, aunque destaca la capilla del Santísimo de Miquel Barceló. Inaugurada el dos de febrero de 2007, ha quedado perfectamente integrada en la catedral.

Capote es consciente de que la catedral es una gran desconocida para muchos mallorquines. Navidad, Semana Santa y la fiesta del Corpus son tres hitos anuales para la Seu, aunque la catedral organiza múltiples y variadas actividades culturales durante el año, como conferencias, retiros, conciertos (una decena en 2014), presentaciones de libros, visitas guiadas, jornadas de puertas abiertas...

El año 2015 no será una excepción y durante el mes de octubre se celebrará una nueva edición del festival de órgano, que contará, un año más, con los mejores intérpretes de Europa. La entrada será gratuita. Además, habrá un buen número de actividades.

La catedral es un atractivo turístico, si bien con unas peculiaridades claramente definidias. La Seu tiene presencia en hoteles, mantiene acuerdos con Aviba, y hoy la inmensa mayoría de las excursiones que visitan Palma incluyen la visita a la catedral. Además, se ha conseguido un acuerdo con el bus turístico que permite a sus usuarios visitarla. El gerente José Capote explica que desde la catedral se pretende potenciar la cultura y se facilitan acuerdos con otros lugares turísticos.

La catedral no pretende, ni mucho menos, enriquecerse, aunque sí autofinanciarse. Entrar cuesta 6 euros y genera unos 6 millones al año, contabilizando las ventas de la tienda. El precio incluye la visita a la catedral y al museo, además de una vídeo guía multimedia. “Empleamos una tecnología única. El soporte es un moderno Samsung S5, que el visitante recibe con unos auriculares. Puede escucharse en seis idiomas -inglés, castellano, alemán, francés, italiano y catalán- y el turista puede decidir si quiere hacer la visita de 45 o de 90 minutos. La vídeo guía va dando todo tipo de explicaciones sala a sala, pieza a pieza”, explica Capote.

Los visitantes han de abandonar las instalaciones de la catedral pasando obligatoriamente por la tienda en la que se venden artículos religiosos, muchos personalizados con la catedral y Mallorca. Además, se vende mucha bibliografía sobre Gaudí y su intervención en Palma.

El objetivo de la catedral es únicamente la autofinanciación, sobrevivir con los fondos propios que es capaz de generar. Conseguir el equilibrio presupuestario es fundamental. En este sentido, deben priorizarse las restauraciones e intervenciones más necesarias.

“Ahora se está limpiando el panel cerámico del altar mayor, que fue elaborado por Gaudí a principios del siglo XX. Hace poco más de tres años se restauró y ahora se limpia y revisa. En la catedral tenemos una colección de tapices espectacular, cuadros de un indudable valor histórico y artístico”, asegura Capote, que casi se emociona cuando habla de las bondades del museo. “Hay una colección de pinturas excepcional, unos candelabros de plata preciosos, crucifijos, ornamentos religiosos, el altar portatil que trajo Jaume I... Visitar la catedral y su museo es dar un paso por la historia de Mallorca”, acaba señalando.

La catedral tiene un enorme potencial de crecimiento, aunque las necesidades de financiación son infinitas. De hecho, siempre hay obras que restaurar, ventanales que abrir... José Capote aspira a aumentar el número de visitantes, a incrementar la recaudación, pero su gran ambición no es otra que dar a conocer la Seu, que proclamar al mundo la intervención de Gaudí, en ocasiones monopolizado por Barcelona, y, por encima de cualquier otra intención, difundir la fe.