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Cambio de tendencia en el sector turístico de Balears, que registra un incremento de visitantes en temporada baja tras cinco años de descenso. Las calles del centro de Palma, la Serra de Tramuntana, el Camí de Cavalls de Menorca o la costa de Eivissa se han llenado de turistas y la sensación de ver más movimiento este invierno se ha traducido efectivamente en más viajeros en todas las islas. Han llegado de noviembre a febrero 800.995 visitantes a Balears, 155.669 más que en los cuatro mismos meses de la temporada pasada. Balears consigue así desestacionalizar el sector turístico poco a poco, eso sí, con un cambio en los patrones de alojamiento. La tendencia a alojarse en viviendas vacacionales continúa, en detrimento de los hoteles.

El verano de 2014 se alargó hasta principios de noviembre y Balears consiguió el récord de turistas anuales, que se quedó en 13.575.160. Entonces la incertidumbre de los empresarios del sector turístico estaba una vez más en los meses de frío, ya que Balears llevaba años en caída libre de visitantes durante la temporada baja. Sin embargo, esta ha sido mejor, con un incremento de visitantes del 24% respecto al invierno pasado.

MEJOR E INSUFICIENTE. En Mallorca han llegado de noviembre a febrero 642.828 visitantes, 69.682 más que el año pasado (un incremento del 21%). En Menorca también ha habido más turistas, pasando de 24.947 a 38.235, un 53% más. Y Eivissa y Formentera mejora su atractivo en invierno con un aumento de sus visitantes del 33%. Ha pasado de recibir 89.861 a 119.930.

Se trata de incrementos muy significativos respecto a la temporada pasada, aunque estos cuatro meses apenas tienen peso en relación al resto del año. Balears recibió el año pasado más de 13 millones de visitantes. La suma de turistas llegados en los meses de noviembre y enero de 2014 y enero y febrero de 2015 es de 800.995. Estos cuatro meses solo suponen un 5,9% de todo el flujo turístico de 2014. Y lo mismo sucede en cada una de las islas.

El año pasado Mallorca recibió a 9,6 millones de turistas de enero a diciembre. En cambio, la suma de los meses de noviembre y enero de 2014 y enero y febrero de 2015 es de 642.828. El porcentaje en este caso es del 6,6%. La misma comparativa del invierno 2013-14 con respecto a todo el año 2013 da un porcentaje de volumen de llegadas en invierno del 5,6%.

En Menorca, el análisis lleva a la misma conclusión, o peor, teniendo en cuenta la doble insularidad y la falta de vuelos en invierno. Los turistas recibidos de noviembre de 2014 a febrero de 2015 tienen un impacto del 3,4% en el total de turistas recibidos en 2014. En cifras, la comparación es de 38.235 turistas frente a 1.144.233, todo un abismo.

Otra tendencia destacable en Menorca es que casi no llegan turistas extranjeros en invierno: en noviembre fueron 2.917 de 12.075; en diciembre, casi dos mil de 6.705; en enero, 700 de diez mil. Y en febrero, apenas 172 de 9.414. Es decir, que lo poco que aguanta el turismo en Menorca es de demanda nacional. Todo junto lleva a concluir que Menorca es la isla con más estacionalidad y con más insularidad, teniendo en cuenta que los datos del Ibestat no distinguen Formentera de Eivissa.

Y las Pitiüses, que en otras variables como el Producto Interior Bruto, el gasto turístico o la creación de empresas, son líderes en Balears, no consiguen ser mejores en desestacionalización. En 2014 llegaron a las Pitiüses 2.758.175 visitantes. La suma de noviembre, diciembre, enero y febrero de 2015 da una cantidad de 119.930 viajeros. En proporción, un 4,35% del total.
En resumen, la mejora de este invierno se nota pero la situación en Balears sigue siendo de temporalidad turística muy acusada.

MÁS TURISMO NACIONAL. La mejoría del sector turístico en invierno se aprecia tanto en el turismo nacional como en el del extranjero. Ambos cayeron al principio de la crisis, pero la peor parte se la llevó el mercado internacional. En 2009-10 y 2010-11 la llegada de extranjeros disminuía cada año más de un 10%, mientras que el nacional se mantenía. En el invierno de 2011-12 la tendencia se invirtió, con un descenso de los españoles de casi el 20%, mientras que el turismo extranjero subió. Tres años después del inicio de la crisis (2012-13), Balears había perdido 158 mil turistas en temporada baja. Y el invierno pasado (2013-14) registró la peor temporada baja con solo 645.326 visitantes en cuatro meses.

Este año se ha recuperado el crecimiento en la llegada de turistas a Balears en invierno, pero todavía no se ha llegado al nivel global de 2009. El turismo nacional sí que ha superado ligeramente ese límite, con 336.828 llegadas, pero no el extranjero, con 464.166 visitantes. De registrarse el año que viene otro incremento como el de este año, superior al 20%, sí que se conseguirían los niveles de turismo en temporada baja de hace cinco años.
Balears ha recibido más visitantes que el invierno pasado durante los cuatro meses, a pesar de que en Mallorca noviembre y diciembre fueron más lluviosos de lo habitual. Con 139 mil visitantes, noviembre es el mes de temporada baja con más turistas (con un 24% más de llegadas). En diciembre hubo 95 mil turistas, en enero 106, y en febrero, 124 mil.

EL ALOJAMIENTO CAMBIA. Los patrones de consumo de los turistas cambian, y también varía su elección respecto al alojamiento. De los que han llegado este invierno, 369 mil se han alojado en hoteles, 105 mil han pasado la noche en viviendas de su propiedad, 63 mil en viviendas de alquiler, 204 mil en casas de familiares o amigos y 61 mil personas en otros tipos de alojamiento (cámpings, etc.). Pero la tendencia en estos cinco años es que baja la cantidad de turistas que se alojan en hoteles.
El alojamiento en casas de amigos subió 15 puntos de golpe de 2009 a 2010 con el impacto de la crisis. En cambio, se observa que el alojamiento en hoteles sigue una tendencia poco acusada pero constante hacia abajo. Poco a poco, cada vez menos los turistas pasan la noche en hoteles, y han bajado del 60% del total hace cinco años al 45% este invierno. Al contrario, aumenta el alojamiento en alquiler y en casas de amigos.