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Las herramientas, redes y plataformas de Internet son un arma de doble filo. Muchas personas a diario sufren acoso por las redes y Twitter cada vez está desarrollando más formas de actuación para mantener a salvo su comunidad.

Las primeras recomendaciones que nos encontramos en la red de los 140 caracteres en cuanto a abuso es dejar de seguir al usuario que nos está incomodando. Si continúa con el comportamiento, podemos bloquear. ¿Qué ocurre? Que si tu perfil es público, el usuario que quiera leerte puede acceder usando la url twitter.com/usuario. Ellos nos explican que a menudo cuando no entramos en el juego dejan de incordiarnos, por no recibir respuesta. En caso de no ser así, podemos acceder a un formulario de Twitter en el que tras 9 preguntas pasas a denunciar formalmente.

Otra práctica frecuente es el spam, el envío de mensajes no deseados mayoritariamente publicitarios. Es como si de repente te llegan tres menciones personalizadas para venderte una cámara de fotos sin que tú hayas tenido contacto previo con el usuario que lo envía. Para ello, Twitter ha desarrollado un botón de reportar por spam. Otra manera de hacer spam es crearse múltiples cuentas para decir lo mismo o el envío masivo de invitaciones a la libreta de contactos para ampliar el número de seguidores.

También se prohíbe lo siguiente:

- Suplantación de identidad: no puedes hacerte pasar por otra persona y llevar a engaño.
- Marca: si alguien está usando el nombre de tu marca registrada, podrás recuperarlo solicitándolo a la red social.
- Información privada: está prohibido compartir números de tarjetas de crédito, DNI, etc., así como fotografías y vídeos íntimos, estos últimos sin autorización del protagonista.
- Violencia y amenazas.
- Derechos de autor.
- Además Twitter tiene una sección para desarrolladores para facilitarles crear aplicaciones en torno a la red para hacerla más segura y anima a que la gente denuncie si ve que un amigo o familiar sufre acoso.