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Tras varias semanas en las que el Ibex se ha movido con cierta lateralidad (entre 10.000 y 10.500 puntos), parece que está intentando hacer honor a las estadísticas y tener un noviembre alcista (la semana que viene veremos el resultado final). Los síntomas de fortaleza que dio a mediados de octubre, con una inyección fuerte de compras que provocó que casi en cuestión de horas pasara de 9.400 a 9.800 (cuando parecía que el mundo se acababa), está teniendo su continuación. Falta esperar el cierre semanal, que además es más relevante al ser también un mensual, pero si consigue superar el 10.500 sería una gran señal, aun que ni mucho menos definitiva ya que tiene la resistencia real en 11.000 puntos.

Para quien quiera entrar ahora en bolsa española todavía es buen momento. Si es a corto/medio plazo, todavía queda algo de margen para esos 11.000-11.200 que tiene como máximo anual, y el stop (venta para limitar pérdidas) podría encontrarse por debajo de los 9.500. Para los inversores a largo plazo, que deben ser la mayoría, también pueden entrar ahora (sobre todo si lo hacen vía algún fondo que logre batir al Ibex), pero tampoco sería descabellado esperar una rotura de los máximos comentados y buscando los 12.200. El stop en este caso sería más alejado y podría situarse por debajo de 9.800.

Si se pretende invertir vía cartera de acciones españolas, la situación no es igual para todas. Entre las grandes destaca el comportamiento los últimos días de Telefónica, que ya ha logrado superar sus máximos anuales (12,50). Un stop por debajo de ese nivel o algo más holgado (por debajo de 12) puede dar buenos resultados. Por su parte, el Santander ha logrado batir los 7 euros y va a buscar sus máximos históricos (7,80 €), mientras que BBVA se está quedando algo estancado ahora mismo. Respecto a la única balear cotizada, Meliá, ha soportado perfectamente el nivel de 7,35, por debajo del que se puede poner stop.