Una imagen del concierto de La Iaia, el pasado mes de octubre | Daniel Espinosa

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Eivissa, a pesar de lo que puedan pensar muchos, no cierra en invierno. Y menos desde que Toni Torres, Eduard Reguant, Joan Noguera, Miquel Roig y Joan Ferrer se unieron en noviembre del pasado año bajo el nombre de ‘Xiringuito a Groenlàndia’. Desde esa unión los residentes han podido disfrutar durante el invierno de los conciertos de Bigott, León Benavente, Za!, Mujeres, Oso Leone o Ceremoney, entre otros. En la temporada que acaba de empezar, La Iaia y Los Punsetes han sido los responsables de inaugurar la época de conciertos del segundo año de ‘Xiringuito a Groenlàndia’, que ha nacido con el fin de “potenciar una escena diversa y alternativa, donde poder disfrutar como organizadores y consumidores”, apunta Joan Noguera.

‘Xiringuito a Groenlàndia’ es la suma de cinco músicos con ganas de potenciar otro tipo de oferta cultural, lejos de la discotecas y el verano, con el fin de dar “respuesta a nuestras ganas de vivir la música”. “Estamos cansados de ver cómo la gente tiene que desplazarse fuera para poder ver y disfrutar de la música que les gusta. Aspiramos a escuchar buenos conciertos”, apunta Noguera.

FINANCIACIÓN. Para poder llevar a cabo su sueño han recurrido al crowdfounding o micromecenazgo, una forma de financiar el proyecto. De esta manera, el primer año llegaron a contar con 25 mecenas que aportaban 100 euros cada uno. A cambio de esta cantidad, el mecenas obtiene dos entradas por concierto, entre otras cosas. “Más que el dinero, conseguimos generar un boca a boca que alimentó nuestro proyecto y generó más impacto del que pensábamos”, apuntan. Y es que, durante el pasado año la asistencia media en cada concierto rondaba los 200 espectadores. Reconocen que el proyecto no genera beneficios pero esa carencia la suplen con ilusión y ganas de “potenciar una escena diferente”. “Nos da para lo justo y siempre estamos estirando. La idea es que se pueda generar el proyecto sin pérdidas, eso sería lo satisfactorio, las posibles ganancias venideras responderían a una ilusión muy bonita que con tiempo y dedicación seguro que llega”, indican.
La opción del micromecenazgo surgió al entender que rodearse de personas que estuvieran del cerca del proyecto “nos ayudaría a tirarlo para adelante”. Con este método, ‘Xiringuito a Groenlàndia’ sabía el público que tenía, el apoyo y el potencial económico con el que contaba. “El mecenazgo ayuda a fortalecer las bases del proyecto, somos como una pequeña familia que se involucra en lo que más le emociona: la música”, señalan desde el colectivo.
A lo largo de su corto pero intenso recorrido han optado por grupos más bien alternativos, algo que responde a su apuesta por “bandas emergentes y que se mueven por los circuitos del buen gusto y un excelente y potente directo, no marcado por el volumen de decibelios, sino por el proyecto y su puesta en escena. Queremos potenciar la calidad y la innovación”, explican los impulsores.
El nombre de esta nueva fórmula para abrir el panorama cultural y musical no es nada casual: “En Groenlandia es bastante difícil encontrar un chiringuito, ya que la oferta turística o cultural es más bien escasa. Así nos sentimos nosotros. En invierno, cuando cierran todos los chiringuitos de Eivissa, cuando todo está ‘desierto’, nosotros abrimos el nuestro”. En esta segunda temporada tienen ya nueve conciertos programados.