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Al proyecto de la compañía británica Cairn Energy (Capricorn Spain) en el Golfo de Valencia rodeando por el oeste a las Illes Balears a 48 Kms. de Sant Antoni, al que se ha respondido con multitud de alegaciones y de rechazo social, se suma ahora Spectrum Geo Ltd. con un proyecto aún mayor que rodea a las Illes Balears por el este a 25 Kms. de Santa Eulària. Junto a otros proyectos en marcha en el Mediterráneo, esto nos lleva a la transformación del mar balear de un destino de calidad turística a la imagen de un lago con plataformas petrolíferas por todas partes.

En un artículo anterior, La quimera del oro negro en el mar balear, valoramos el efecto sobre la imagen turística de las prospecciones y explotación petrolífera y su efecto instantáneo sobre la audiencia global y el turismo. En este artículo analizaremos si vale la pena correr un riesgo tan elevado por dar prioridad a la explotacion del subsuelo del mar balear en un momento en que los precios del crudo están cayendo, la mayoría de los proyectos de extracción necesitan precios de mercado muy superiores a los actuales para que sean rentables, y las reservas comerciales y estratégicas de petróleo son mas elevadas que nunca.

Al impacto en la imagen del destino turístico de las Illes Balears de estos proyectos, hay que añadir el riesgo de un vertido. El riesgo es la combinación de la probabilidad de ocurrencia de un vertido importante y la magnitud del impacto económico y medioambiental ocasionado en el caso de que ocurra. Y la magnitud del impacto es enorme aunque la probabilidad de un gran vertido sea baja. Cairn Energy no tiene infraestructuras suficientes, ni tiene planes de respuesta a vertidos elevados. No tiene capacidad para responder a estos riesgos.

Pensemos que en el vertido del Golfo de México en 2010, British Petroleum (BP) presentó una demanda contra Transocean, dueña de la plataforma Deep Water Horizon, por cuarenta mil millones de dólares por los gastos e indemnizaciones que le ocasionó el vertido de 5 millones de barriless al mar. ¿Qué empresa es capaz de hacer frente a este riesgo? Y el gobierno de España ¿está dispuesto a asumirlo ? ¿Tiene sentido dar licencias con tanto riesgo en un momento en que hay excedentes de producción y ralentización de la demanda y países importantes de la OPEP (especialmente los saudíes) que tienen la estrategia de no reducir su cuota de mercado manteniendo los precios del crudo en 80 $, un 25% más bajos que la media de estos últimos años? Con estas cotizaciones serían inviables muchos proyectos nuevos en mares profundos y más de la mitad de los megaproyectos petrolíferos en marcha pensados para precios superiores. ¿Qué explica en este momento ese interés por el descubrimiento de nuevos pozos?
Quizás la respuesta es que las empresas petroleras necesitan el descubrimiento continuo de nuevos pozos que se refleje en un mayor valor de las acciones y del valor de las empresas. Es una visión cortoplacista para defender sus intereses sin tener en cuenta en este caso los intereses de los pueblos que viven del turismo, en lugar de tener una visión más coherente con el mundo que vamos a tener y que queremos tener. Los gobernantes han de tomar medidas coherentes con ese futuro no apoyando los intereses de las grandes compañías petrolíferas sino apostando por una energía que permita un desarrollo equilibrado y sostenible.