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Balears tiene un exceso de inmuebles vacíos, infraestructuras infrautilizadas y empresas que funcionan a medio gas, lo que en términos económicos se llama exceso de capacidad, y que dificultan que se active de nuevo la inversión en las Islas. Según un infome sobre stock de capital en España, Balears tiene más capital que otras comunidades pero la inversión se ha estancado por la crisis y no se recuperará el ritmo anterior a la recesión hasta que la economía no crezca a ritmos mayores que los actuales.


La Fundación BBVA, en colaboración con el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE), ha elaborado un informe sobre el stock de capital, que define la inversión acumulada en el tiempo. Es decir, el valor actual de todos los activos productivos que tiene Balears. Exactamente, es el “valor de mercado de los activos bajo el supuesto de que es igual al valor presente descontado de los ingresos que se espera que genere el activo”.
Según estos datos, el stock de capital neto es de 86.674 millones de euros, una cifra superior a la suma del PIB de Balears de los últimos tres años (la actividad económica de las Islas ascendió a 77.920 millones si se cuenta 2011, 2012 y 2013). De estos 86 mil millones, la vivienda acapara más de la mitad de todo el capital neto de Balears, y todos los activos inmobiliarios suponen el 90% del stock de capital neto. “Los activos inmobiliarios tienen un peso mucho mayor que en otras comunidades y ha disminuido una tercera parte el esfuerzo inversor de las Islas, lo que compromete seriamente el crecimiento futuro”, pone de manifiesto Juan Carlos Robledo, economista y técnico del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas.


Si en lugar de por activos se desglosa el capital neto por sectores de actividad, los resultados siguen la misma tendencia, con un dominio absoluto del ladrillo. La partida más grande es para el sector residencial, que acumula el 57% de todo el stock, frente al 43% restante que es capital no residencial. Esta partida está dominada por los servicios, tanto públicos (8%) como privados (24%), mientras que la construcción (5%), la industria (5%) y la agricultura y la pesca (1%) tienen un peso residual.


El esfuerzo inversor es el cociente entre la inversión y el PIB. Indica qué parte de la economía se dedica a este fin. Mientras que durante la década anterior superó el 30% del PIB en Balears, en 2011 era del 21,36%, lo que implica que Balears dedica a inversiones una tercera parte menos que antes de la crisis. De hecho, si se tiene en cuenta solo el esfuerzo inversor no residencial, la cifra para Balears disminuye hasta el 15%, por debajo de la media estatal, que es del 16,2%.


Desde 1995 el stock de capital se ha multiplicado por 300. De los 276 millones de euros de ese año, Balears ha pasado a 86 mil millones. Las Islas son la tercera comunidad con más capital neto real por habitante, con 78.513 euros, lo que las sitúa en una buena posición de cara a la recuperación.


Sin embargo, cómo se estructura este capital difiere del conjunto de España. La partida con un mayor peso son las infraestructuras aeroportuarias, que tienen un peso 2,6 veces superior al conjunto de España ya que con solo 1,1 millones de habitantes, Balears tiene tres aeropuertos. La siguiente partida más importante son las infraestructuras portuarias y la tercera son las viviendas, con un peso un 47% superior al estatal. En cambio, las infraestructuras ferroviarias, viarias, hidráulicas públicas y urbanas de corporaciones locales tienen una presencia menor en Balears proporcionalmente.

MEJORA EN TIC. La buena noticia es que en los últimos años la dotación de capital en activos TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) ha mejorado en Balears. Han pasado de representar el 2,2% del total de capital neto en 1995 al 2,6% en 2011. Proporcionalmente, el peso de los activos TIC en Balears es similar al conjunto nacional, 100,2, “bastante alejado del 88,5 de 1995”, explica Robledo. Aunque en software Balears se queda más corta que el resto de España, las comunicaciones y el equipo de oficina y hardware han conseguido un peso mayor.
Las dos preguntas más relevantes referidas a la inversión son, por una parte, cuándo volverá a crecer después del estancamiento de los últimos años, y en segundo término, qué tiene que pasar para que esto ocurra.


Las cuatro comunidades líderes en PIB per cápita, Madrid, País Vasco, Navarra y Catalunya, tienen, según Robledo, dos palancas que apoyan sus buenos resultados en la inversión: mayor dotación de capital por habitante y productividad de ese capital por encima de la media española. Balears sí tiene un alto nivel de stock de capital por habitante, de hecho es la tercera con más capital per cápita, pero presenta un problema. “Al igual que La Rioja o Aragón, obtiene bajas productividades de su capital, lo que limita su capacidad de mejorar la productividad del trabajo y de generar renta per cápita. Aunque las Islas se sitúan por encima de la renta per cápita media española, podrían estarlo más si alcanzaran una mayor productividad del capital”, explica.


Respecto a qué hay que hacer para que el capital sea más productivo, la respuesta del IVIE es un cambio de modelo que contrarreste el exceso de capacidad en inmuebles, especialmente en viviendas. “Para salir de la crisis se necesitará volver a crecer pero inicialmente no se podrá contar con la inversión, ya que en algunos activos muy duraderos como las construcciones, residenciales o no residenciales, especialmente importantes en Balears, existen elevados excesos de capacidad que pueden requerir muchos años para ser eliminados. Por tanto, se requieren estímulos que mejoren el uso de la capacidad instalada, aumentando la actividad y la productividad de los capitales, pues solo entonces habrá incentivos para invertir de nuevo”, explica Robledo.