Álex Minchiotti, CONSELLER INSULAR D’HISENDA I ECONOMIA. Estudió Ciencias Económicas y Empresariales en la Universitat de Barcelona. Fue delegado del Institut de Desenvolupament Industrial (IDI) entre 2003 y 2007, antes de conseller.insular | ARGUI

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El conseller d’Economia i Hisenda de Eivissa, Álex Minchiotti (Barcelona, 1973), se encuentra inmerso en la elaboración del documento que debe presentar al Gobierno central con las propuestas necesarias para modificar el Régimen Especial de Balears (REB) que, de cumplirse los plazos, debería estar redactado antes de finalizar este mismo año.

Eivissa es una de las zonas que más tira de la economía, no solo balear, sino también nacional. ¿Cree que desde el Gobierno central se tiene en cuenta esto?
No, claro que no. Por eso tenemos varias líneas de trabajo abiertas. Una es el sistema de financiación autonómico. Esperamos que se mejore el retorno hacia Balears, si lo negociamos es porque no estamos de acuerdo con la diferencia entre los que se da y lo que se retorna. Nosotros tenemos o crecemos en un porcentaje que tira del carro de Balears y, a nivel nacional, lo que pedimos al Gobierno central es que cuide este sistema económico balear en general e insular en particular. No pensamos que sea suficiente lo que se ha hecho hasta ahora y lo que queremos es que, para mantener este crecimiento y que pueda ser perdurable en el tiempo, se compense de una manera mucho más efectiva en cuanto a costes de insularidad se refiere. Esta es la mejor manera de ayudar a las empresas, y por lo tanto a la economía, y de poder competir en igualdad de condiciones con las empresas que están en territorio nacional. Es el momento de exigir compensaciones de este tema para garantizar la competitividad de nuestras empresas, que al fin y al cabo es lo que da el crecimiento de nuestras Islas.

La gente está cansada de escuchar que en Eivissa no hay crisis por el tema de que el sector turístico funciona, ¿cómo se puede revertir esta situación de bonanza turística a los ciudadanos de a pie?
Si bien hay una cierta recuperación económica, lo que se tiene que intentar es que esta mejora que parece que se empieza a notar pues pueda redistribuirse entre todos los ciudadanos. El papel de la administración publica es el de la redistribución de la riqueza y hay que compensar a los colectivos más vulnerables que ahora mismo están en disposición de poder volver a trabajar. El Consell Insular, una vez que ha podido equilibrar las cuentas, ha podido pagar las facturas atrasadas y cumplir con los plazos legales, por lo que se puede volver a dar estar ayudas y subvenciones que antes por la situación económica no podía hacer. Tenemos que demostrar que estos tres años de ajuste de cuentas se pueden revertir en la sociedad.

La isla está inmersa en el monocultivo turístico, ¿considera necesario o urgente diversificar la economía de la isla de Eivissa?
Las dos cosas: es necesario y urgente. Hay que diversificar en los sectores complementarios turísticos, no se debe hablar de sustituirlos pero sí diversificarlos porque así se refuerzan mutuamente. Hay que trabajar en un plan estratégico que garantice en el tiempo la economía y hay dos temas importantes: diversificar y desestacionalizar la economía. Una cosa puede ayudar a la otra. Tenemos que alargar la temporada turística y tenemos que intentar vivir del turismo más meses, y eso puede venir ayudado por diversificar el sector económico hacia otros sectores que desde del punto de vista turístico también sean atractivos y puedan servir como dinamizadores en temporada baja. Tenemos que ser capaces de ofrecer una mayor oferta al turista que viene.

A efectos prácticos, ¿es posible?
Lo que se tiene que hacer es que sean las asociaciones empresariales y representantes de la sociedad civil las que propongan el camino a seguir. Se ha hecho con el REB, nosotros solo hacemos de intermediarios. En este momento si queremos diversificar la economía tienen que ser los propios afectados los que planteen el camino a seguir a la administración. La administración no debe decir cómo hacerlo sino quien lo conoce, que son los representantes asociativos. Cada vez se ve más que la administración publica y la privada están obligadas a colaborar para tener un resultado mejor y en menos tiempo, y la historia nos lo ha demostrado. Hay que potenciar estas alianzas de lo público y lo privado porque al final todos queremos llegar a un único objetivo. Si cada uno va por su lado, se malgastan esfuerzos y el resultado nunca es el mismo para las dos partes. Empezar de una forma conjunta es garantía de que las cosas empiezan bien y pueden acabar bien.