Juan José Hidalgo, Presidente ejecutivo de Globalia. | Jaume Morey

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Aunque su centro de trabajo esté en Madrid, Juan José Hidalgo (Villanueva de los Condes, Salamanca, 1941) viaja a Mallorca de manera constante. En uno de estos viajes interrumpimos al presidente de Globalia en su actividad social en el Golf Maioris de Llucmajor. Hidalgo atiende El Económico, café con hielo en mano. Habla con calma y sin tapujos, dejando claro que ante las adversidades no se puede permitir quedarse de brazos cruzados, sino mirar al frente y avanzar. Esto es precisamente lo que ha hecho siempre, desde que empezó su andadura a finales de los años sesenta en Suiza. Hoy, no piensa en jubilaciones sino en que su empresa continúe creciendo.

Hace unas semanas anunció que Air Europa va a crecer un 20%. ¿En tiempos de crisis, Hidalgo se hace más fuerte?
Será un 20% de la compañía aérea que, con la adquisición de los hoteles de Orizonia, supone un crecimiento de casi un 40%. Luego hay empresas que no han crecido como son Halcón o el touroperador.

En 2016 tienen previsto un nuevo hangar en el aeropuerto de Barajas. ¿Qué pasará con el de Palma?
Estamos intentando posicionarnos en Madrid, pero eso no quiere decir que sea en 2016. Si tenemos un espacio que ya está hecho o una superficie donde realizarlo antes, sería perfecto. Nosotros queremos estar en Barajas lo antes posible, porque estamos creciendo mucho y necesitamos poner nuestras instalaciones en Madrid, sobre todo el Airbus 330. Pero el hangar de Palma no va a decrecer, atenderá el resto de la flota y posiblemente también nos quede capacidad para ofrecer trabajo a terceros. Entonces podremos estar en los dos sitios.

Habla de crecimiento, pero este año ha disminuido el tráfico nacional. ¿Cómo ve usted esta crisis?
El tráfico aéreo nacional está un poco estancado globalmente. Algunos puntos turísticos están creciendo, pero desde un punto de vista global nos encontramos en un punto de stand by. Aun así, no podemos pensar en el estancamiento, tenemos que pensar en el crecimiento y avanzar. Nosotros estamos trabajando en ello.

¿Este crecimiento será internacional hacia Sudamérica y Asia?
Y también con vuelos al este, hacia Rusia o Alemania.

La crisis aérea parece no afectar a todos por igual. ¿Cómo explica que compañías low cost como Ryanair tengan unos beneficios de 500 millones?
Si tienen 500 millones de beneficios es porque ha tenido 500 millones de subvenciones. De modo que no son por su propia gestión, sino por las ayudas recibidas.

En un año Globalia va a pasar de 37 millones de pérdidas en 2012 a 50 millones de beneficios previstos para este año. ¿Cómo ha sido ese cambio?
Todavía no sabemos exactamente los beneficios, pero creemos que rondarán esta cifra. ¿Cómo se consigue? Pues con un gran esfuerzo de reestructuración que hemos tenido que hacer, y que ha supuesto unos grandes costos. Además, creo que hemos tenido suerte por la crisis de Iberia y su abandono en unas rutas importantes, donde nosotros hemos crecido. En tercer lugar, nuestro punto fuerte es también la modernidad y la eficacia operativa de Air Europa. La confianza que damos a los clientes nos ha hecho dar la vuelta al resultado.

Habla de reestructuración, y por eso debemos hablar del ERE de Halcón Viajes. Algunas oficinas han pasado a ser franquicias, ¿este nuevo modelo de gestión es rentable para los franquiciados?
Nuestro modelo satisface al franquiciado. Les damos todos nuestros productos ya fabricados, aparte de los paquetes turísticos y los movimientos en nuestra compañía aérea. Que nosotros vayamos creciendo y tengamos cada día más posibilidad de ofertar más a los fraquiciados, hace que ellos se encuentren más satisfechos. A su vez, les damos una buena administración y un buen control económico, que creo que es muy importante. Ahora van a pelear cada día para conseguir un objetivo. Yo creo que estamos en la línea que deseamos.

Comenta también la crisis de Iberia. ¿Air Europa cubrirá el vacío dejado por la compañía de bandera?
Nosotros estamos haciendo nuestro trabajo, no quiero copiar nada de lo que me digan de Iberia. El pasado de Iberia nos ha costado muchos esfuerzos a todos los españoles. Siempre estuvo subvencionada y arropada por las decisiones de los gobiernos de cada momento. Además, creo que estuvo muy presionada por sus convenios, por las fuerzas de sus colectivos sociales y, sobre todo, por el colectivo del Sepla que hizo la vida imposible a Iberia buscando más comodidad para ellos con convenios más perjudiciales para la propia empresa. No han sido capaces de crear una empresa modélica de la cual podríamos presumir. Entre todos la han maltratado. Creo que esto se debería analizar profundamente.

¿Cómo valora la situación de Iberia en estos momentos?
El engordar es fácil, lo difícil es adelgazar una vez has engordado. Como Iberia ha engordado demasiado todos estos años, me pregunto cómo será capaz ahora de actualizarse y ser competitiva. Además, para que tenga una flota adecuada para los momentos que estamos viviendo tardarían ocho años. Así que por mucha prisa que se den, van a llegar muy tarde si quieren ser competitivos como exige el mercado.

Hablemos de Orizonia, un tema que todavía no está zanjado. ¿Qué relación tiene usted con el Grupo Barceló?
Hubo unos acuerdos de no hacernos demasiada sangre, sino de colaborar y no estar todo el día con peleas o haciendo declaraciones. Creo que seguimos en esa línea, pero no he vuelto a saber más de ellos. Hace tres meses que no sé nada y cuando no sé nada es cuando más tranquilo estoy.

¿Qué supuso para Juan José Hidaldo no poder adquirir Orizonia?
Un gran disgusto, porque apreté mucho y con mucho expósito económico. Hice un exhaustivo análisis para poder demostrar que era importante. La adquisición supondría haber salvado a 4.000 personas y haberlas tenido trabajando con nosotros. Pero por unos sistemas burocráticos y por unos sistemas que tenían que decidir el destino de estas 4.000 personas y que no aceleraron el proceso con contundencia, se llegó a una situación catastrófica.

¿Se sintió traicionado por la Comisión de la Competencia o por el Gobierno?
Me sentí traicionado por la poca eficacia que hubo. Se piensa mucho en un monopolio que nunca puede existir en el transporte del turismo. Pero bueno, creo que fue una buena patada que me hizo mucho daño y poco ya tenemos que ganar con remover el tema.

Ha anunciado la posible salida a bolsa de la compañía. ¿Será para Globalia o solo para Air Europa?
Somos un grupo que hemos ido creciendo cada año y hemos conseguido constantemente cuotas de mercado, pero yo soy incapaz de saber lo que vale este grupo. Lo que he hecho es mandar a hacer una valoración para que sea el banco de inversión N+1 el que lo concrete. Que hablen los que más saben.

¿Es posible la entrada de inversiones extranjeras en Globalia?
Hay unos inversores que también van a ser tratados por N+1. Yo delego en ellos.

De momento tiene un nuevo accionista: Abel Matutes. ¿Cómo es como socio?
Es un hombre muy amable, muy experimentado, muy bien relacionado, con el cual me llevo profundamente bien. Otra cosa importante es que conoce bien el grupo, aunque últimamente ha tenido algunos problemas familiares y ha acudido menos a la sede. Pero está completamente al día de todo lo que hacemos. Es una gran adquisición para Globalia.

¿Matutes podría ampliar el capital de acciones?
Lo veo bastante complicado.

Globalia es una empresa familiar, sus hijos también han crecido junto a la empresa. ¿Cómo está hoy?
Es una empresa muy saneada, dinámica y moderna. Este año hemos vuelto a hacer las reestructuraciones que necesitaba. Ahora creo que ya hemos terminado y la ponemos en un plan de lanzamiento definitivo. Podemos poner como ejemplo los 24 aviones modernos que están a la vuelta de la esquina. Nos hemos anticipado a todo el mundo a la modernidad. Además, hay un plan de crecimiento y un plan de rentabilidad a seis u ocho años. A mí no me tiene que preocupar nada más que el objetivo final de Globalia y dónde quiero llevar a Globalia.

¿Es un plan de crecimiento a largo plazo liderado por usted?
Es un plan de constante crecimiento.

Globalia tiene una compañía aérea, hoteles, agencias de viaje, halding, autobuses... ¿Qué le falta?
Le falta muy poco, tal vez le falta tranquilidad y seguir las líneas en que estamos, para que de cada año sea mucho más eficiente. Que se progrese.

¿Usted continuará al frente?
Sí.

¿Qué ve cuando echa la vista atrás?
Satisfacción. Cada día me quiero más porque de cada día estoy más satisfecho de lo que he hecho.

¿Air Europa, como dicen algunos, es ‘la niña de sus ojos’?
Es la que más satisfacción me da, porque también es la que más sufrimiento convella. Y como todas las cosas que traen mucho sufrimiento para conseguirlas, al final también es la que más satisfacciones te dan. Es muy difícil que una persona a pecho descubierto, o con unos principios como los que yo tengo, sea capaz de montar un grupo turístico como este y, a su vez, una compañía aérea, no es lo normal. Porque las aerolíneas han sido gestionadas y lanzadas por los gobiernos. Que haya una compañía que la haya sacado adelante una persona a pecho descubierto es como una especie de milagro. Pues bueno, aquí está el milagro de Juan José Hidalgo.