Fernández Mellado, que trabaja en Dublín, viajó expresamente al aeropuerto de Son Sant Joan para entrevistarse con El Económico.

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Ryanair es la compañía aérea de la polémica por excelencia. En sus 28 años de historia ha recibido centenares de quejas pero, a la vez, también se ha convertido en la aerolínea europea líder en tráfico de pasajeros: 79,6 millones en 2012. Se definen como ultra low cost, pero su política agresiva en pagos ‘extras’ les ha llevado incluso a los tribunales. El pasado octubre Ryanair inició un cambio en su política comercial. Todo apunta a que la compañía irlandesa quiere ‘endulzar’ su imagen con una serie de medidas menos restrictivas, entre ellas, dejar subir a bordo un segundo bulto de mano gratis. Hablamos con el máximo responsable de Ryanair para España y Portugal, y director de márketing y ventas, Luis Fernández-Mellado, que ofreció una entrevista a El Económico donde nos explica esta nueva tendencia y cómo ve el mercado aéreo para Balears. Fernández-Mellado, que trabaja en Dublín, hace especial mención a los altos costes de operación que tienen que afrontar las compañías en España.

En lo que llevamos de año, Ryanair ha transportado 2,6 millones de personas en Son Sant Joan. ¿Cree que ha sido un buen año turístico?
Tenemos la previsión de cerrar 2013 con 3,2 millones de pasajeros en Mallorca, por lo que es una cifra bastante importante. Tenemos mucha responsabilidad en el hecho de que los hoteleros estén contentos, ya que la gran mayoría de nuestros pasajeros, sobre todo en verano, viene de países europeos a disfrutar del producto turístico de Balears. Lamentablemente, en invierno la situación cambia y la estacionalidad hace que nosotros nos dirijamos hacia otro tipo de mercado.

En Menorca y Eivissa la reducción de vuelos en invierno es dramática. ¿Cómo se puede incrementar?
El principal problema es que no hay conexiones directas a precios asequibles. Durante una época estuvimos operando un vuelo internacional en Eivissa, pero lamentablemente el nivel de costes en invierno hace que la ruta sea inviable. Hemos trasmitido nuestra inquietud tanto a AENA como al Consell y al Govern. Siempre hemos apostado por la existencia de vuelos directos a costes asequibles porque si no hay vuelos, no va a haber turismo. Si fuese más barato volar a Balears, con unos costes de operación más bajos como las tasas del aeropuerto, las compañías podrían estimular el turismo durante la temporada baja.

Los hoteleros cierran porque dicen que no hay vuelos y las compañías no operan por falta de promoción en invierno. ¿Cómo se rompe este círculo?
Nuestro problema son los costes para poder operar en los aeropuertos. Para las aerolíneas, incrementar su presencia los meses fuera de temporada supondría que habría que vender un producto turístico diferente. Y esto, aquí, no es factible debido a las elevadas tasas aeroportuarias. Tenemos experiencias en otros países, como en Malta, donde la estacionalidad era un problema y ahora apostamos fuerte por cambiar la tendencia.

¿Cómo operan en Malta?
La manera de comercializar Malta durante el invierno no tiene nada que ver con el verano. En invierno los costes de operación se reducen drásticamente, como también pasa en otros países como Grecia, donde los reducen a cero. En cambio, en Balears, la tendencia es una política de costes prácticamente lineal. Es cierto que en Balears hay una serie de descuentos, pero realmente no son interesantes para las aerolíneas y así se lo hemos manifestado a AENA en reiteradas ocasiones para intentar mitigar esta estacionalidad. Por esta razón, en invierno, nosotros movemos nuestro activo (los aviones) a otros destinos más rentables. Llevamos los turistas a Malta porque volar a las Illes Balears sale caro.

Malta es similar a Mallorca, ¿qué ofrecen ellos que no podamos ofrecer aquí?
En Malta entienden que no se puede tener un nivel de costes para las aerolíneas igual en verano que en invierno. Así, cuando llega la temporada baja, el gobierno de Malta incentiva su destino con descuentos para las aerolíneas, de este modo Ryanair y otras incrementan los vuelos. Esto, unido a una política promocional orientada a desmarcarse del sol y playa y apoyarse en el turismo cultural y de casinos, ha hecho que funcione. Son opciones que con AENA no existen ni se contemplan. En Balears pasamos de casi 60 rutas en verano a las 12-13 que tenemos en invierno. A nosotros nos gustaría incrementar la frecuencia, pero con el nivel de costes actual no es factible y Ryanair prefiere llevarse los aviones a otro sitio.

¿Las tasas son el principal problema para tener un mayor tráfico aéreo aquí?
Nuestra fórmula es ofrecer tarifas bajas, pero para poder llevar pasajeros a Malta en invierno tenemos que vender tarifas muy bajas. Y las tarifas bajas solo son sostenibles si los costes son bajos. Por nuestra parte, creo que hacemos los deberes, somos una compañía muy eficiente con unos costes de operación muy bajos. Pero cuando nos topamos con el obstáculo del aeropuerto, ahí no tenemos margen de maniobra. Por eso demandamos una política tarifaria más lógica que responda a las necesidades de la estacionalidad. Con AENA hoy existe incertidumbre. A pesar de que se acaba de llegar a un acuerdo tarifario que va a regular los próximos cuatro años, AENA está en un proceso de privatización y tampoco sabemos si eso se va a respetar. Nosotros necesitamos planificación.

¿Es verdad que este año Ryanair no va a cumplir las expectativas de beneficios?
La situación del mercado doméstico en España está muy flojo. Las rutas nacionales han caído más de un 25%, evidentemente eso también nos ha afectado. Nos hemos visto obligados a reducir aún más las tarifas, lo que nos ha permitido mantener los volúmenes de pasajeros. En Palma y en Eivissa nos hemos mantenido y en Menorca incluso hemos crecido. De cara al año que viene partimos de la base de mantener un volumen similar.

El sector ha criticado los incentivos que algunas administraciones les dan para que vuelen a su localidad.
No vamos a valorar este tipo de comentarios ya que nosotros estamos centrados en ser una aerolínea eficiente y en trasladar esa eficiencia en tarifas bajas que permita generar pasajeros, lo que a su vez supone un gasto en los destinos. Cuando nosotros llegamos a un destino, el efecto es positivo. Las críticas vinieron cuando llegamos aquí y, en cierto modo, revolucionamos lo que había al ofrecer más competencia.

¿Por qué Ryanair hacía pagar ocho euros extra a los viajeros para subir una ensaimada a bordo?
Tenemos una política que, en algunos casos, hemos llevado al extremo, y esa es una de les consecuencias. Nosotros jamás hemos tenido ninguna tasa especial para las ensaimadas. Es algo que no sabemos de dónde ha salido. Si tú llevas una ensaimada y no la puedes meter en la maleta, se contará como dos bultos, por lo que deberás pagar, no ocho euros como dijo la prensa, sino 50. Ahora esto va a cambiar con la nueva política de la empresa.

¿Cómo se explica que se generen esta clase de ‘bulos’ o noticias sobre Ryanair?
No voy a negar que, en algunos casos, hemos llevado las cosas a un extremo y esto ahora se ha vuelto contra nosotros. Pero a veces es algo que se tiende a mitificar. A partir de ahí se ha creado una cierta leyenda, y Ryanair es presa fácil para los medios.

Lo que no es leyenda son los expedientes sancionadores que el Govern les interpuso. El Tribunal Superior les condenó a pagar dos multas de 3.000 euros por “política agresiva de imposición injustificada”. ¿No es llegar al extremo que incluso un gobierno les sancione?
Este es un problema que tienen multitud de aerolíneas pero cuando le pasa a Ryanair parece que todo es mucho más escandaloso. Ahora mismo en Ryanair existe una actitud de cambio respecto a esto.

Háblenos de esta ‘actitud de cambio’. ¿Ryanair quiere ahora limpiar su imagen?
La campaña lanzada en octubre responde a las demandas de nuestros clientes. Como empresa nos debemos a nuestros viajeros y a nuestros accionistas. Esta nueva campaña es una manera de decir que sí, que hemos cometido errores en el pasado, pero queremos mejorar en el futuro. Evidentemente los pasajeros lo agradecerán. Para aprender de los errores tienes que cometerlos, y en este sentido creo que estas medidas van ayudar a que nuestro servio al cliente sea aún mejor.

¿Esta operación de márketing implicará nuevos precios?
Nuestra garantía de precios bajos va a seguir ahí. Es el secreto de nuestro éxito. La fórmula mágica no existe, la razón es ser más competitivo en precio, y para serlo tienes que ser el más competitivo en costes.

¿Ryanair incentiva a sus trabajadores a imponer sanciones a los pasajeros?
Es otra leyenda urbana. Ningún empleado de Ryanair tiene ningún incentivo por el tema de las maletas. Pero a partir de ahora tendremos una política un poco más flexible. Operamos en 28 países y queremos ofrecer tarifas bajas, queremos ser eficientes, y para eso hay que ser estricto con ciertas cosas. A partir de ahora va a cambiar un poquito. Cuando llegamos a España, la gente se acostumbró a pagar unas cantidades desorbitadas. Esto ha forzado a nuestros competidores a seguir esta línea. Hemos revolucionado el sector.

¿Volveremos a ver imágenes como la de octubre pasado con un avión de Ryanair aterrizando en Valencia sin casi combustible?
Ese día hubo unas condiciones meteorológicas especiales. Nuestro avión tenían previsto aterrizar en Madrid pero voló hasta Valencia porque era el aeropuerto alternativo. El avión realizó más de una hora de vuelo extra. Son circunstancias que a veces suceden, pero que están contempladas en los planes de vuelo. Llevamos 29 años operando y no hemos tenido ningún accidente. Hemos tenido un registro de seguridad impecable. No es casualidad.

¿Pues por qué se quejan los pilotos sobre Ryanair?
Nosotros tenemos más de 3.500 pilotos y cobran por encima de la media del sector. Los estándares y el salario medio están por encima del sector en Europa. No valoraremos ruedas de prensa que organizan pilotos de otras aerolíneas sobre nosotros.