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La crisis del ladrillo ha tocado de lleno a Balears. De 2008 a agosto de 2013 se han destruido 39.911 puestos de trabajo en el sector de la construcción, entre autónomos y empleados de régimen general.

A estas cifras hay que añadir los trabajos indirectos que también generaba el sector y que se han perdido: carpinteros, fontaneros, cristaleros, etc... que en estos cinco años han incrementado las cifras del paro, que hoy se sitúan en los 105.600 desempleados.

La realidad de este sector, que llegó a representar el 13% del PIB balear, está al límite. Pero pese a estas cifras, los constructores mantienen la esperanza de una lenta recuperación. Definen 2012 como el año en que “tocamos fondo” y confían en que este año la inversión en construcción aumente, “porque no es posible bajar más”.

Así lo confirma el gerente de la Asociación de Constructores de Balears, Manuel Gómez, quien avanza que durante los primeros siete meses de 2013 la edificación privada en Balears ha subido un 3,62% respecto al año anterior, lo que supone una inversión económica de 340 millones de euros para el sector.

Estas cifras, que a priori podrían suponer una buena recuperación, no son muy significativas para los constructores baleares, ya que si las comparamos con 2011 la “caída del sector continúa siendo negativa: un 5,13% menos en estos dos años”, aclara Gómez. Aun así, el sector empieza a levantar cabeza y del balance de los primeros siete meses de 2013 Gómez destaca el caso de Menorca que, “después de ocho años consecutivos de caídas, este año ha incrementado la construcción de viviendas”, explica el gerente de la asociación. Gómez también remarca que en esta isla la crisis en su sector llegó en 2005. Un dato como ejemplo, durante 2012 en Menorca se ejecutaron 67 viviendas, una cifra que no tiene nada que ver con las 440 que se proyectaron en 2008.

Eivissa, en cambio, es la isla que mejor ‘capea el temporal’ de la crisis. La inversión en construcciones turísticas en las Pitiüses es la única que se mantiene en cifras positivas. Así, el año pasado, se invirtieron 13,3 millones de euros, lo que significó un incremento del 4% respecto a 2011. Aunque este aumento en inversiones turísticas (obra nueva o rehabilitación) no se ha traducido en construcciones en otros sectores, que ha disminuido un 74,5% comparados con 2008 (ver gráfico de Eivissa).

Los datos del sector de la construcción en Mallorca también deben analizarse detenidamente. Según Manuel Gómez, la mayor de las islas es la que marca la tendencia, y durante los primeros siete meses de 2013 (de enero a agosto) ha experimentado un leve incremento de la inversión en construcción, tanto en residencial, como no residencial y turístico. “Hemos pasado de una inversión de 237 millones a los 255 millones de euros actuales”, explica.

Gómez recuerda también que su sector está a la espera de conocer qué inversiones hay en construcción y rehabilitación proyectadas para las llamadas zonas turísticas maduras, como el caso de la Platja de Palma, “que de momento no hemos visto presupuestadas en ningún sitio”. En Mallorca, las inversiones en el campo turístico representan, de momento, 39,7 millones de euros.

Debemos aclarar que los constructores diferencian el tipo obras en cuatro apartados: por una parte la edificación de viviendas (unifamiliares o plurifamiliares); el segundo, las inversiones en construcción o rehabilitación turística; una tercera rama donde se incluirían todas las obras que no sean ni viviendas ni turismo (construcción de comercios, polígonos, etc...) y la última vertiente, la inversión de obra pública (ver gráficos adjuntos).

VISADOS DE OBRA. También con un cierto aire de optimismo se postula el decano del colegio de Arquitectos de Balears, Joan Morey, que desde su sector divisa un ligero incremento por lo que se refiere a la expedición de visados de obra (1%). A estos datos hay que añadir, según Morey, el aumento de un 10% de los visados para construcción de viviendas plurifamiliares, en especial de viviendas de alto standing. “Creemos que el próximo trimestre se consolidará la tendencia y, si es así, supondrá un punto de inflexión en el sector que podría empezar a repuntar”, añade. El decano aclara que el incremento está en un 18% de superficie edificada, que incluye no solo viviendas, sino también obras o rehabilitaciones del sector turístico.

Al igual que con el sector de la construcción, Morey recuerda la mala situación por la que han pasado los arquitectos en estos últimos años: jubilados antes de hora, despachos donde han declarado EREs, jóvenes promesas de la arquitectura que se han marchado de Balears, o despachos que ha desaparecido. En la actualidad, las Islas cuentan con 1.250 colegiados, 900 de los cuales están en Mallorca.

SIN OBRA PÚBLICA. La inversión en obra pública es otra de las cuatro vertientes a analizar a la hora de hablar de la crisis del sector. En los últimos cinco años las administraciones, tanto estatales como autonómicas o municipales, han reducido drásticamente sus inversiones. Así, en Balears hemos pasado de una inversión de 825 millones en 2009 a los 136 del año pasado. Manuel Gómez explica que hasta juliol de 2013, la inversión en obra pública (obras licitadas superiores a 350.000 euros) se ha incrementado en 20,95%, si la comparamos con los datos de los primeros siete meses de 2012. “Pero si comparamos estos datos con 2011 supone una caída del 22%”, añade contundente. “Las dos obras licitadas en el segundo cinturón de Palma, han invertido la tendencia negativa, pero nada más”, añade.

La esperanza para la recuperación del sector pasa por el incremento de las inversiones de construcción y rehabilitación por parte del sector turístico durante estos meses de invierno que “facilite el dinamismo del motor económico de Balears”, como explica el gerente de la asociación, además de las obras en casas de alto standing.