Explica Joan Punyet Miró que sus Monocromías beben mucho de su abuelo, Joan Miró, y su uso de los colores, muchos de ellos de fuerte influencia mediterránea. Es por eso que, para el artista, exponer en la Fundació Coll Bardolet de Valldemossa es muy especial, ya que no solo es un regreso a casa de las obras que pintó aquí y que no se habían podido ver en la Isla hasta ahora, sino que además todo queda en familia porque Coll Bardolet era amigo personal de sus abuelos. La inauguración será este sábado, a las 20.00 horas, y contará con actuación de la banda de Miró, The Mad Recyclers.
Es la primera vez que estas Monocromías se exponen en la Isla, el lugar que las vio nacer incluso antes de ser pintadas. Y es que tal y como explica Punyet Miró, «muestro mi infancia en Mallorca, la riqueza del agua turquesa de Es Trenc, Ses Covetes, Sa Ràpita, y también la pintura mi abuelo». Los mismos colores, «rojo, amarillo, azul», que Miró tanto trabajó son de los que se ha embebido su nieto tras verle crear durante años y haber conocido a fondo su obra después. Dicho de otra manera: «Impregné mi alma del color de Miró».
Por todo ello, las felices coincidencias, agradece mucho el artista a la Fundació Coll Bardolet el acoger estas creaciones. «Es algo familiar. Estar en la casa de un amigo de mi abuelo me parece un gran privilegio», confiesa. La Coll Bardolet, recordamos, se ubica en Valldemossa, y mientras el artista nos atiende pasan detrás de él, en la calle, hordas y hordas de turistas. Su banda, The Mad Recyclers, quiere concienciar sobre mejorar la gestión de la generación de basura por el turismo de masas, y él mismo es consciente de que «hay mucho turismo durante tres meses», por lo que cree que «hay que tomar conciencia porque España es un país pobre en recursos naturales. No tenemos gas, petróleo, litio. Nuestro principal pilar es el turismo, y esto genera basura, y hay que concienciar sobre el reciclaje de la misma», opina. Reciclados son los materiales que utiliza Punyet Miró para pintar, a través de un proceso de investigación que lleva meses para hallar los pigmentos adecuados.
«Mi pintura es un homenaje a la naturaleza» con fuerte base poética, con influencia de Mallarmé o Rimbaud, detalla Punyet Miró que ha expuesto Monocromías en Manila, Zurich, París y Madrid y que ahora llega a Mallorca por fin.
Quien también vuelve es Miró con una enorme colaboración con el Reina Sofía, que presta cerca de un centenar de obras para Paysage Miró. Recuerda su nieto que «esas obras se pintaron en Mallorca y vuelven al lugar donde fueron creadas. Es una gran satisfacción». Por último, agradece que «por fin el Govern y el Ajuntament han entendido la improtancia de mi abuelo. Ahora hay 2.000 personas haciendo cola en Tokyo para ver la exposición sobre él allí y luego iremos a Washington D.C. y a Seúl. Es decir, es un atractivo cultural de primer orden mundial y por fin se ha llevado a cabo un gran esfuerzo por ponerlo en su lugar aquí». Además de sacar pecho por «la envidia de todo el mundo», la Fundació Miró Mallorca donde «tenemos dos estudios de él, mientras que de otros artistas no hay ninguno. No queda nada de donde Picasso pintó el Guernica, pero de Miró tenemos dos en esta Isla. Es un lujo»
2 comentarios
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Si digo lo que me pide el cuerpo, no me lo publican. Y más en U.H. que desde hace ya muchos años se han creído que Miró era una reencarnación de Jehová. Presuntamente, el que no sabe nada de nada sea un servidor. Seguro.
Ja era hora