ARTE

La percepción humana según Jorinde Voigt expande los horizontes del Solleric

Se trata de la primera exposición institucional dedicada a la artista en la Isla

La artista Jorinde Voigt posa para este diario en el Casal Solleric | Foto: T.Ayuga

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a primera exposición institucional dedicada a Jorinde Voigt en la Isla no podía ser de cualquier manera y en el Casal Solleric lo han tenido claro. Tanto que la Planta Noble del histórico edificio se ve rebosada por la reflexión artística, de muchas raíces, de la artista nacida en Frankfurt en 1977. Introspection, comisariada por Cristina Anglada y Fernando Gómez de la Cuesta y con la inestimable colaboración de la Galeria Pelaires, es un repaso por los diferentes estilos y formatos de Voigt, quien a través del papel, la pintura, la escultura o la instalación ha elaborado un discurso que bebe de la fenomenología, una forma de entender la realidad a través de la subjetividad.

El regidor de Cultura de Cort, Jaiver Bonet, acompañado de ambos comisarios, fueron quienes explicaron, enorgullecidos, el trabajo previo a la muestra así como el resultado logrado, que constituye «una exposición muy importante para el Ajuntament de Palma», tal y como mencionó Bonet. Por su parte, Gómez de la Cuesta fue contundente: «Es una de las exhibiciones más bellas que ha tenido la Planta Noble del Solleric», comenzó diciendo antes de indicar que Voigt «interpela a la contemporaneidad» a través de «la ingravidez» de sus piezas.

A su vez, Gómez de la Cuesta también aprovechó para calificar a Palma como «la capital mediterránea de la pintura» por la coexistencia, ahora mismo, de muestras de calibre como la de Voigt, las de Peter Halley –ambas en el Solleric– y Markus Linnenbrink –en el Solleric y EsBaluard–; además de Nachleben –en Es Baluard– o los últimos coletazos de Miró, 1983, en la Fundació Miró Mallorca.

Por otro lado, Anglada fue quien habló más de los entresijos mismos de Introspection, de la cual valoró el «interés y curiosidad por entender el mundo» de la artista que permite apreciar la muestra. A su vez, ese objetivo interpretativo llega «desde lo individual, pero también desde los arquetipos colectivos», es decir, no solo desde la percepción única y personal de Voigt, sino también a través de las ideas comunes que todos compartimos y que en cierto sentido configuran la realidad.

Estos lugares comunes que edifican la ilusión de lo real, de lo circundante, es decir, de lo que nos rodea –dicho de otro modo: del mundo mismo– se basan en la experiencia colectiva, pero se dan en la percepción subjetiva de cada individuo. Es ahí donde opera la fenomenología, un tipo de filosofía que pretende una objetividad partiendo de la ineludible subjetividad.

Formada en filosofía, música y literatura, Voigt, que llegó por la tarde a la inauguración de su propia muestra en el Solleric de Palma, ha abarcado muchísimos intereses temáticos desde muchas variedades estilísticas y de formato, precisamente por su concepción «orgánica» de la «multiperspectividad», tal y como destacó Anglada.

Ya en Palma, Voigt señaló que le «produce una ilusión especial exponer mis obras en este espacio» porque «el estilo y el formato de mis creaciones interactúa perfectamente con este emplazamiento», el Solleric, un lugar «muy especial» para ella y para su obra, declaró.