Una de las historias más negras de la música puede ser la de Mayhem, la banda noruega cuyo cantante, Dead, se suicidó, y su guitarrista, Euronymous, fue asesinado por Varg Vikeners, miembro también de la banda. En su nuevo cómic, Magius (alter ego de Diego Corbalán) cuenta esto, pero con una salvedad: los protagonistas son niños, digamos, iocentones. Editado por el sello mallorquín Autsaider Cñomics, Black Metal es una deliciosa locura, una divertida tragedia o un chiste muy serio y, por ello, más divertido todavía.
¿Cómo nace la idea de Black Metal? —Fue en septiembre de 2001 cuando edité el primer fanzine de Black Metal. Quería hacer una parodia de la historia, dibujando a los protagonistas como niños.
¿Cómo se ha informado para contar la historia? —La primera información fue cuando un amigo me dejó una cinta de Burzum y me dijo que el tipo del grupo había quemado varias iglesias, asesinado a su mejor amigo e intentado volar una catedral con explosivos. Su música me fascinó y empecé a indagar. Era difícil entonces, porque internet estaba aún en mantillas, pero en otra revista de metal extremo, BlackLight, sacaron un minireportaje con algunas fotos y la historia muy resumida. Luego descubrí el libro Lords of Chaos y con los años he conseguido materiales de fanzines, revistas, documentales, etcétera.
¿Cómo da con la idea de convertir en niños a los protagonistas y qué pretende con ello? —Fue cosa del primer fanzine. Por entonces estaba harto de dibujar cómics muy elaborados y pensé en hacer uno rápido y divertido, y se me ocurrió hacerlo como parodia. Que fueran niños era lo indicado para dar un toque cómico: se juntaba la maldad con la inocencia, lo que se da mucho en el mundo infantil porque los niños son bastante malos en sociedad, aunque no de manera hipócrita, como se da en el mundo adulto.
Una de las viñetas de 'Black Metal'.
Que los protagonistas de una historia tan chunga sean niños, hace que el horror parezca una especie de broma, ¿juega a favor de la historia? —Creo que sí, porque aunque la historia real sea muy chunga, había mucho sentido del humor, muy negro, en todo aquello. El sentido del humor está en todo. Euronymous estaba en contra de las drogas, pero claro, como era blackmetalero y buscaba la maldad absoluta, ideó pegatinas a favor del consumo de drogas parodiando una campaña estadounidense de los 80 (Stop the Madness!) en la que aparecía una jeringuilla tachada. Él quitó el tachado a la jeringuilla y cambió ligeramente el lema (Don’t Stop the Madness!).
El estilo tiene algo que me recuerda a South Park, corríjame si me equivoco. ¿Qué referencias ha utilizado? —Pues sí que tiene algo de South Park, es la principal referencia estilística. Al sacar el primer número, la película había salido hacía un año o así. De hecho, el personaje de Dead siempre moría en todos los cómics que dibujaba, al estilo de Kenny en South Park. Aunque mis monigotes son algo diferentes, pero esa frontalidad y sencillez le deben mucho.
«Son buenos tiempos para el egoísmo y el individualismo y el black metal se avanzó a esto 30 años»
El cómic refleja esa búsqueda de ruptura, de querer tirarlo todo por la borda, ¿a qué se debe en sociedades acomodadas? —En el caso de Noruega, supongo que al aburrimiento de sus jóvenes. No han vivido ninguna guerra y sus necesidades están cubiertas. No hay nada épico en sus vidas. Los humanos buscamos emociones excitantes, por eso se dan tanto las sectas en el norte de Europa, como la Orden del Templo Solar.
Por mucho menos que una historia con suicidas y quema de iglesias se han demandado a artistas, ¿teme alguna reacción así? —Sí, pero aquí no deja de ser una historia real que yo recojo y cuento, con el sentido del humor que la distancia temporal y física permiten. Hoy se hacen libros, películas y documentales de cualquier historia y de esta misma se hizo una película, Lords of Chaos, de una forma más ‘realista’ y no cómica, aunque el director se permite alguna que otra licencia un tanto risible.
«Los humanos buscan emociones excitantes, por eso hay tantas sectas en el norte de Europa»
¿Son malos tiempos para el nihilismo? —Pues no lo sé, pero son buenos para el egoísmo y el individualismo. El black metal se adelantó a esto 30 años. Varg Vikernes se comportaba de una forma tan arrogante, manipuladora y provocadora como hoy Donald Trump, Elon Musk o Vito Quiles; y sigue haciéndolo, pues le gusta hablar sin tapujos de cómo asesinó a Euronymous, hay que votar a partidos de extrema derecha o que los jóvenes europeos deben casarse con mujeres rubias con ojos azules.
¿Podría pasar hoy algo como lo de Noruega en los 90? —No creo, pasarán otras cosas, ya que la historia no es cíclica. El inconformismo y la rebeldía siempre están ahí, pero se manifestarán de forma diferente.
Un hipócrita es un malo que ha aprendido a disimular para alcanzar el poder. No todos los niños son malos ni todos son buenos. Pero las malas personas no se vuelven buenas, se vuelven hipócritas. Debería enseñarse en la escuela el fino arte de indentificar y excluir a los malos, lo que nunca pasará porque muchos de los que enseñan y todos los que dicen lo que hay que enseñar, también son malos.
2 comentarios
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Els adults són molt pitjors que els nins. Cap nin permetria un genocidi, pobresa sistemàtica, destrossar la natura...
Un hipócrita es un malo que ha aprendido a disimular para alcanzar el poder. No todos los niños son malos ni todos son buenos. Pero las malas personas no se vuelven buenas, se vuelven hipócritas. Debería enseñarse en la escuela el fino arte de indentificar y excluir a los malos, lo que nunca pasará porque muchos de los que enseñan y todos los que dicen lo que hay que enseñar, también son malos.