CÓMIC

En el mundo del cómic, España se escribe con ‘gn’

Bartolomé Seguí y Toni Galmés describen sus proyectos francófonos en Angulema

Bartomeu Seguí, al lado del mural de la delegación española en Angulema, que es obra de Max. | Foto: C. Domènec

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«Espagne, vignettes de talent». Así se presentó la participación de España como país invitado de honor en el 52 Festival internacional del cómic de Angulema, en la región francesa de Nouvelle-Aquitaine. Y es que, entre las conclusiones de las numerosas mesas redondas protagonizadas por autores españoles, destacó la importancia de orientarse al mercado francófono para para poder vivir del mundo de la viñeta. Dos ejemplos son los mallorquines Bartolomé Seguí –colaborador de Ultima Hora– y Toni Galmés, con novedades o proyectos actuales en editoriales francesas. «Es mi debut en el mercado francés, pero también en el mundo del cómic, algo que siempre me había interesado ya que, para mí, la ilustración es narrativa y el cómic era el medio natural donde acabar y, después de probarlo, me gusta mucho», aseguró Galmés, minutos después de firmar ejemplares de los libros Quand la nuit tombe. Mylaine y Quand la nuit tombe, Lisou.

El dibujante manacorí ha trabajado con la escritora Marion Achard para la editorial Delcourt. «Se trata de dos volúmenes sobre la historia de dos hermanas que sufrieron una redada de los nazis en Grenoble, una llegó a escapar por las montañas y pudo llegar a Suiza, la otra fue capturada y deportada a cinco campos de concentración», detalló Galmés, quien apuntó que «las dos protagonistas aún viven, en París, una de ellas tiene 102 años».

Galmés relató que «me apetecía enfrentarme al tema de estos dos libros, ya que mi entrada como lector en el mundo del cómic para adultos fue con volúmenes como Maus (de Art Spiegelman) o La prórroga de Jean-Pierre Gibrat, aunque confesó que «en el momento de empezar, me entró un cierto respeto o miedo porque, a nivel documental, existe mucha investigación sobre la Segunda Guerra Mundial, y creo que el editor de Delcourt me contrató porque mi dibujo permitía tratar un tema tan duro de una forma digerible».

En Angulema, Galmés también promocionó la colección de Molly Wind, que publica Dupuis. «Es la historia de una niña que, con su caballo, va por las granjas más alejadas de las montañas y ofrece libros para culturizar, durante la Gran Depresión norteamericana», declaró el ilustrador, que se lanzó a ilustrar esta trama «después de vivir en Estados Unidos, donde descubrí la historia de las bibliotecarias a caballo, durante los años 30».

Toni Galmés, en la zona reservada de la editorial Delcourt. Foto: C. DOMÈNEC

Novela negra

Premio Nacional de Cómic en 2009 y asiduo al festival de Angulema, Bartolomé Seguí presentó Boomers en el estand de La Boîte à Bulles, en un espacio en el que costaba avanzar por la enorme cantidad de lectores que solicitaban firmas de sus autores favoritos y donde el de Palma se tomaba su tiempo para dibujar su dedicatoria para cada lector. Seguí también acudió al festival con su serie de tres tomos sobre Pepe Carvalho, que en francés publica Dargaud.

«A parte de los títulos publicados, estamos acabando el encargo de la adaptación policiaca de Vendetta, de R. J. Ellory, en formato álbum», avanzó el dibujante, que aclaró que «siempre me ha gustado leer novela negra y el hecho de ilustrar los Carvalho fue un regalo, eran las lecturas que tenía cuando llegué a Barcelona, sobre la ciudad a finales de los años 70 y en los 80, además Manuel Vázquez Montalbán es un nombre sagrado». Seguí expuso que «el editor francés visitó el Saló del Còmic de Barcelona y me propuso el proyecto, que saldrá en francés en otoño, y que me gustaría que saliera simultáneamente en castellano».

A su vez, otra autora mallorquina, Anapurna, visitó el festival con una novedad francesa bajo el brazo. Se trata de Norbu, que publica en Éditions çà et là, y que representa su segundo libro publicado en Francia, después de Sara, en 2016.