The Kooks han salido al escenario con puntualidad inglesa. | M. À. Cañellas

TW
0

Tras varias intervenciones de los técnicos para alargar el cable para que Abraham Boba, líder de León Benavente, pudiera moverse libremente por el escenario e incluso por debajo de él, cantando entre el público, The Kooks cogía el relevo con puntualidad inglesa. No había terminado de colgar el micrófono en el escenario de Endesa cuando Luke Pritchard, cabecilla de la banda, aparecía en el escenario de justo al lado, el de Estrella Damm.

No ha habido pues apenas intermedio ni tiempo para reponerse de las sacudidas de León Benavente cuando llegaba la hora de corear lo que ya son himnos de dos décadas: Naive, Seaside -el primer tema que ha abierto el concierto- o She moves on her on way. Porque si bien León Benavente recordaba su década sobre los escenarios, los de Brighton llevan ya dos.

Pritchard se preocupa en todo momento por el bienestar del público, cuidándolo, mimándolo constantemente con el educado 'how are you', pero repitiendo la palabra 'crazy' para cercionarse de que todo estaba bien, pero sin que eso indicara demasiada sobriedad, sin perder el espíritu fiestero que siempre se ha atribuido a la banda.

La fiesta continúa después, con estrellas como Bad Gyal, Ginebras, Sven Väth y Pig&Dan, que cerrarán la velada junto a Bresh, dando la bienvenida a lo que será la segunda jornada del festival, con Black Eyed Peas y Quevedo como grandes cabezas de cartel.