El músico Marc Seguí lanza su nuevo EP, 'AAAAAA'.

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Marc Seguí irrumpió en la escena musical, sobre todo, con el tema Tiroteo, preludio de un estilo colorido, infantil, algo naíf, y, principalmente, jovial. Esa canción suma cientos de millones de reproducciones a través de sus remixes y supuso un vistazo al estilo que desarrolló enteramente en su primer álbum Pinta y colorea, capitaneado por el tema 360. Al finalizar este disco, el mallorquín, no obstante, estaba en un punto de todo menos colorido: «A nivel personal y musical estaba perdido». Ante esos sentimientos, un grito corto, pero enérgico y, sobre todo, rockero: AAAAAA, su nuevo EP que lanza en edición física numerada y que es «un intento de sacar la frutstración».

Seguí explica que tras acabar su primer trabajo recopilatorio se sentía «desenamorado de la música» e «iba al estudio por obligación». Nada de lo que hacía le «convencía» y «creaba canciones preciosas, pero no me gustaba nada cómo sonaba mi voz». Todo ello, en definitiva, le introdujo en «una etapa complicada, pero necesaria y ahora me parece bonita porque he aprendido mucho musical y personalmente».

Sus anteriores proyectos, con marcado sonido pop, reflejan su música de la manera en la que él la veía: «Como un juego de niños». En esos primeros pasos musicales, era «como un niño pequeño disfrutando de lo que estaba pasando», algo que también transmitía a través de la estética porque «me gusta mucho hablar a través de mi ropa». Ahí entran los chicos de Phosky Films y Mimo, con los mallorquines Óscar Fernández y Pau Mateu a la cabeza, responsables de la marca estética y los videoclips de Seguí. Con ellos y junto al también artista isleño Xavibo, detalla Seguí que han creado una «familia mallorquina en Madrid» que se apoya mutuamente y desea que «con 60 años sigamos reuniéndonos, miremos atrás y nos echemos unas risas».

Todo ese bagaje pop, sin embargo, difiere en AAAAAA, donde se introduce de lleno en esa etapa «mucho más sombría» para gritar desde su interior y exteriorizar su rebeldía. Por ello, el género en el que «más se grita para expresar esta manera de sentir es el rock», y así, en los seis temas que componen el EP, las guitarras, la batería y la voz se unen para conformar una sinfonía que, sin despedirse del pop, sí se acerca al universo de Queen, «a quienes he escuchado desde pequeño y se ve reflejado».

Según el artista, me veía un poco «como un bicho raro, el monstruito de la clase, lo diferente». Es, en resumidas cuentas, «el trabajo más personal que he hecho, en el que me he desnudado en las letras y he rascado de mí mismo para resumir la época que viví, lo que se ve reflejado en el título que es un grito».

Las letras de las canciones, asimismo, recogen sus pensamientos sobre la fama, la opinión pública o las decisiones equivocadas, todo ello situaciones vividas en las propias carnes del mallorquín, donde también se percibe el peso de la salud mental: «A lo que doy mucha importancia», confiesa el artista quien, además, explica que acude con regularidad al psicólogo, algo de «lo que no me avergüenzo y creo que lo deberíamos hacer todos».

Este Marc Seguí rockero, sin embargo, es algo temporal, una experimentación propia de la adolescencia musical en la que se ha visto inmerso de lleno, una manera de salirse de la norma y de lo establecido, pero con límite de tiempo: «Me ha servido para expresar todo esto, pero acabé cansado de esta música y quiero volver al pop», avanza el cantante quien, además, ya está trabajando en su nueva música.