Imagen promocional de 'Los Fabelman', la nueva película semiautobiográfica de Spielberg.

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De vez en cuando el cine se radiografía a sí mismo contando historias con su mundo como trasfondo, un «subgénero» conocido como ‘cine dentro del cine’. Dos estrenos actuales sacan a relucir aspectos de la vida de personajes ligados al espectáculo del cine: Babylon, nuevo trabajo de Damien Chazelle (La ciudad de las estrellas, La La Land o Whiplash), una apabullante y excesiva mirada al cine mudo, su auge y declive.

Al igual que el nuevo proyecto semiautobiográfico de Spielberg y una oda al poder del cine para contar historias: Los Fabelman. Dos de los títulos más destacados de este año, aunque se fue de vacío en losOscar. Propuestas que sirven como excusa para recordar otros proyectos que han visitado las costuras de este singular y atractivo mundo.

El crepúsculo de los dioses (1950), dura crítica de la mano de Billy Wilder a la industria cinematográfica de Hollywood. En Cautivos del mal (1952), Vincente Minnelli filma una obra maestra sobre los entresijos de la industria del cine. Cantando bajo la Lluvia (1952), uno de los musicales por excelencia con la llegada del cine sonoro como trasfondo. Fellini, ocho y medio (8½) (1963) imprescindible obra maestra sobre el proceso creativo. La noche americana (1973), homenaje al cine de la mano de François Truffaut. Cinema Paradiso (1988), toda una historia de amor a las películas. Ed Wood (1994), las peripecias del ‘peor’ director de la historia del cine. Vivir rodando (1995), divertida comedia que se desarrolla en un escenario de rodaje. Tesis (1996), el lenguaje audiovisual para generar tensión. Boogie Nights (1997), el inicio de la industria del cine para adultos en EEUU. Mulholland Drive (2001), film de culto a la par que caótico e irritante. The Artist (2011), transformarse o morir ante la llegada del cine sonoro. Mank (2020), el proceso de rodaje de Ciudadano Kane, centrándose en la figura del guionista Herman Mankiewicz.

El crepúsculo de los dioses. Año: 1950
Billy Wilder firma este clásico que mezcla cine negro con los entresijos de este mundo del espectáculo con la relación de un guionista y una actriz en decadencia.

Cantando bajo la Lluvia. Año: 1952
Uno de los musicales por excelencia se centra en la incursión del sonido en las películas lo que propicia que la música y el baile tengan un lugar destacado.

Fellini, ocho y medio (8½). Año: 1963
Radiografía de la falta de creatividad que sufre un director de cine y el intento de superarla repasando su vida y el recordando las mujeres a las que ha amado.

La noche americana. Año: 1988
Oda al cine. A los espectadores, a las salas y a todo lo que le rodea. Una bella película que capta las emociones que transmite un proyector al patio de butacas.

Cinema Paradiso. Año: 1973
Un rodaje puede ser caótico y así lo muestra en este film de François Truffaut donde toda una serie de dificultades afectan tanto a los miembros del equipo y a la propia película.

Ed Wood. Año: 1994
El etiquetado como el peor director del mundo tuvo un destacado homenaje de la mano de Tim Burton, que mostró un estrambótico capítulo del mundo del cine.

Boogie Nights. Año: 1997
La industria del cine para adultos diseccionada con maestría y ritmo, repasando todos sus entresijos con personajes que viven al límite.

The Artist. Año: 2011
Ganadora de cinco Oscars, entre ellos el de mejor película, se adentra en la amenaza que supuso el sonido para las estrellas del cine mudo, renovarse o desaparecer.

Mank. Año: 2020
Biopic sobre Herman Mankiewicz, guionista de ‘Ciudadano Kane’, que repasa el proceso de rodaje de la obra maestra de Orson Welles, dirigida y estrenada en 1941.