La galerista Rosa Vanrell y la artista Whitney Ruzzi. | Teresa Ayuga

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La Galeria Vanrell de Palma (Tous i Maroto, 1) da la bienvenida a la artista de origen belga Whitney Ruzzi (1990), recientemente asentada en Mallorca y que se estrena con el espacio palmesano con Love Letters to the Sea, una propuesta que une varias texturas para conformar una idea que trata aproximar la naturaleza humana con el entorno, una conexión que en la Isla le ha permitido hallar su máxima expresión.

La muestra podrá verse este sábado 25 durante la celebración del Art Palma Brunch 2023, que reúne a varias galerías de Ciutat en una mañana de celebración y la Vanrell se suma a este evento con una propuesta más salada.

La artista belga, que entiende el español casi a la perfección, presenta en su exposición no solo una serie de piezas que unen la pintura con las conchas recogidas por ella misma en el mar, sino que es también una declaración de intenciones. «Siempre me ha gustado la naturaleza y el mar y esta exposición es sobre ello, sobre el mar y cómo Mallorca me inspira».

Ruzzi, que tiene raíces italianas, rememora cómo cuando era pequeña iba junto a sus familiares por varias playas y se dedicaban a recoger conchas que se encontraban en la arena. Algo que le «encanta» hacer y que continúa haciendo porque le proporciona «felicidad y capacidad de meditación». Esta es la actividad que ha ido produciendo el material principal de Love Letters to the Sea, con la que une no solo «una exploración de los materiales» sino también «emociones positivas y buenos sentimientos que conecten a la gente y la naturaleza».

A su vez, Ruzzi es casi una experta en el arte de hallar conchas. Al preguntarle sobre la diferencia entre ir a una playa isleña en invierno a hacerlo en pleno verano y sobre la dificultad de encontrar algo que no sea suciedad en los meses de estío, Ruzzi contesta sin ningún tipo de duda: «Las playas de perros son las mejores porque esas no las limpian nunca y siempre está llena». A su vez, es consciente de que en algunos lugares «es ilegal», sin embargo asegura que en la Isla le produce «tranquilidad» y aclara que «todas y cada una de las conchas que aparecen utilizadas en esta exposición son recogidas en las playas de Mallorca».

Sobre su proceso creativo, Ruzzi también versa sobre «cómo habla más del arte de uno su proceso y no tanto su arte terminado», porque «las horas que le dedico a ir a buscar las conchas o a experimentar con los materiales habla por sí solo». A su vez, según ella, «estar siempre con los mismos materiales y hacer lo mismo sería aburrido».

También asegura la artista que no sabe «nunca» cuando una de sus piezas está acabada y que ella se basa en los «cambios». Principalmente en aquellos que son capaces de percibir, o no, aquellos que le rodean y ven su evolución en su trabajo: «Normalmente cuando me dicen que empiezan a no percibir cambios y me preguntan qué ha cambiado es cuando paro porque también se puede rematar una obra de mala manera y excederla», detalla.

Este sábado, de 11.00 a 14.00 horas, Ruzzi estará presente en la Vanrell para mostrar su arte, una unión de materiales naturales y pictóricos para unir a la humanidad con el mar.