Diego 'El Cigala' actúa este jueves en el Auditòrium.

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Diego El Cigala celebra este jueves en el Auditòrium de Palma (20.30) el vigésimo aniversario de Lágrimas negras, disco grabado al alimón junto al pianista cubano Bebo Valdés. Un trabajo que despacho más de dos millones de copias y contó con la colaboración de artistas de impacto internacional como Alicia Keys, Alejandro Fernández, Chavela Vargas o Ricky Martín, entre otros. La ciudad tejana de Dallas acogió el inicio de la gira el pasado 12 de octubre, a la que siguieron otros diez puntos de la geografía estadounidense antes de recalar en España.

Corazones desgarrados, dolor y soledad son la temática recurrente de este cantaor nacido en la República Dominicana pero crecido en el barrio del Rastro de Madrid, que ha sabido conjugar el respeto a las raíces del flamenco con la fusión de otras culturas. En Lágrimas Negras, El Cigala inició su idilio con la fusión más descarada; más tarde llegarían maridajes con el tango y la salsa. Y lo que esté por llegar, porque a este renovador al que nadie podrá acusar de complaciente, de acomodado, le sobra duende y personalidad. Él mismo llegó a proclamarse ‘indestructible’ en un alarde de soberbia que no tardó en corregir: «No lo soy porque todos caemos algún día. Si acaso, soy un superviviente». Errar, disculparse y rectificar es humano, incluso cuando de tus vitrinas cuelgan varios premios Ondas y Grammys, además de unos cuantos Disco de Platino.

El Cigala llegará al Auditòrium con un ramillete de canciones que conjugan la energía flamenca con la belleza de la poesía. Temas escanciados con carisma y una impostura despojada de toda solemnidad, de ahí su facilidad para conectar con el público, sea académico o llano. Prepárense para hora y media de música y cante; de sueños rotos y fuegos artificiales… hora y media de una incontenible hemorragia de placer.