Un momento de las excavaciones bajo el Estudi General.

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Palma vive sobre sí misma, encima de sedimentos y capas y capas que entierran los siglos de historia y las propias raíces de la ciudad. De vez en cuando, aparece algún indicio de ese pasado, pero no es algo tan habitual hasta el punto de que el asentamiento romano original y su fecha están puestos en tela de juicio. Por ello, el yacimiento que hay bajo el Estudi General Lul·lià es un privilegio arqueológico por revelar no solo los orígenes de la ciudad, sino venir a confirmar los datos oficiales y, además, constituir «los restos accesibles más antiguos de Palma», como detalla el historiador e investigador postdoctoral de la UIB Tomeu Vallori, al frente del proyecto de musealización de las ruinas y líder de una excavación iniciada en 2014 y cuyos resultados se comienzan a conocer.

Según detalla el arqueólogo, «se trata del antiguo foro, una plaza con una serie de monumentos, templos y edificios principales, como la curia». Dicho de otro modo, el punto neurálgico de la antigua Palma. El yacimiento en sí consta de «unos 40 metros cuadrados a dos metros bajo tierra» y «en el que se puede ver un muro de grandes dimensiones que formaba parte de un templo que, con toda seguridad, continúa en los edificios colindantes», a los que no se tiene acceso. El hallazgo como tal tampoco es nuevo, sino que fue descubierto en los años 40, cuando se reconstruyó el Estudi General Lul·lià, mientras que en los años 60, con las reformas del auditorio del centro, se hicieron algunas excavaciones arqueológicas, pero, como indica Vallori, «con ningún control y de urgencia, sin apenas documentar y se quedó tal cual, soterrado».

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El historiador al frente del proyecto, Bartomeu Vallori.

En 2014, Vallori ganó la beca de investigación de los Premis Ciutat de Palma con su proyecto sobre el urbanismo romano de la vila. Fue entonces cuando «pude visitar el lugar y pensé en excavarlo de nuevo». Así se colocó al frente de un equipo que completan Raquel Barceló y Jaume Cervera, pero la subvención original, debido a una serie de problemas burocráticos, quedó paralizada y, año tras año, intentaron sacarlo adelante hasta que, por fin, en 2021 «pudimos excavar y, ahora, terminar de estudiar los materiales».

Fechas

Así pues, además de los bloques rocosos de grandes dimensiones que forman la base del templo, también se halló una lápida con una inscripción y movimientos de tierra sobre el terreno natural que vendrían a confirmar, al ser de época republicana, la cronología oficial que fecha la fundación de Palma por Cecilio Metelo en el 123 aC. O, por lo menos, «no lo contradice», apostilla Vallori. Actualmente se puede ver el lugar a través de visitas guiadas desde una plataforma moderna, pero la idea es musealizar el espacio y colocar carteles explicativos que ayuden a interpretar los restos, de los cuales también elementos arquitectónicos como cornisas.

Se pretende, a su vez, complementarlo con un modelo en tres dimensiones que permita orientar y comprender al visitante lo que está viendo y recuperar la disposición original que podía tener el lugar, aunque es un proyecto que «llevará unos años y se hará por fases», avanza Vallori, consciente de la dificultad del proyecto. Finalmente, Vallori también aclara que todo proyecto de esta índole está supeditado a subvenciones, y reclama el interés político y social. «Si las instituciones no creen siempre quedan proyectos por hacer y no se trata solo de cuidar el patrimonio, también hay que ponerlo a la vista». Al fin y al cabo, «la manera en que cuidamos y nos acercamos al patrimonio habla mucho de nosotros como sociedad», sugiere.