El autor de la obra, Bartomeu Castell, posó con un ejemplar del libro en Palma. | P. Pellicer

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La invasión japonesa de Manchuria; la Segunda Guerra Mundial; la Guerra Fría y la carrera espacial; la descolonización y un largo etcétera. El siglo XX está repleto de cambios y hechos históricos que han marcado, para bien o para mal, el devenir de la humanidad. Pasear a través de ellos es posible, pero puede resultar abrumador para el turista temporal no acostumbrado. Por ello, es recomendable ir bien acompañado y pocos guías hay que mejoren al más intrépido de los periodistas, un cronista en toda regla. Hablamos, nada menos, que de Tintín, el mítico personaje de cómic creado por el belga Hergé. Esto es lo que propone Bartomeu Castell en De los soviets a los pícaros (Dolmen Editorial), un repaso a todo el siglo pasado a través de los diferentes volúmenes del personaje y que sirve como «análisis histórico a través de los acontecimientos reales que Hergé trata».

Afición

Si el objetivo mencionado suena algo académico es, precisamente, porque el origen del libro lo es. El propio Castell relata que «nace como Trabajo Final de Máster» a modo de «análisis histórico del siglo XX». No obstante, esa meta principal se une a una pasión que nace a temprana edad en el investigador y que no es otra que Las aventuras de Tintín. «Mi primer ‘Tintín’ lo tuve con 7 años, un regalo que me hicieron en 1969, y he leído todos. Es algo que conozco muy bien».

Es por esa razón que Castell tuvo la idea de centrar su campo de acción analítico en el personaje, aunque matiza: «Va más sobre Hergé que sobre Tintín». De modo que hay que verlo de la siguiente manera: Tintín es el guía, la puerta de entrada a todo el universo de acontecimientos sobre los que Hergé escribió casi de manera inmediata, como la invasión japonesa de Manchuria, ocurrida entre 1932 y 1933 y que se refleja en El Loto Azul, publicado en 1945 y 1935.

Portada de ‘De los soviets a los pícaros’.

Así pues, el periodista y su inseparable colega, Milú, desde sus viñetas, nos acompañan en este recorrido en el que descubrimos no solo qué y cómo han marcado al siglo XX los hechos más relevantes tratados por Hergé desde su primera publicación, Tintín en el país de los soviets, de 1929, hasta la última de ellas, Tintín y los Pícaros, de 1976, sino también los diferentes posibles orígenes del personaje, como la plausible inspiración de Hergé en Tintin-Lutin, historieta de Benjamin Rabier de 1900, para el nombre; las referencias a Paul Remi, hermano del autor, en la apariencia física de Tintín; o la supuesta conexión en cuanto a diseño con Leon Degrelle, controvertido líder del partido fascista belga y amigo personal de Hergé que sería miembro del ejército alemán durante la Segunda Guerra Mundial.

Distancia

La distancia temporal que transcurre desde 1929 y 1976 también permite ahondar en «los cambios que hay en el propio Hergé, porque para nada es el mismo el que empieza a crear a Tintín de joven como el más mayor». Según Castell, es posible apreciar «la evolución cronológicamente» en el autor belga a través de varios temas como «el trato de la naturaleza». Sobre esto, por ejemplo, se puede comprobar en cómo en Tintín de Congo el personaje mata «a todo lo que se le pasa por delante durante un safari», mientras que en álbumes posteriores «hay un gran amor a la naturaleza».

Algo similar ocurre con la mujer, que «apenas aparece en los primeros números y es de manera esperpéntica», pero esto va «cambiando y llega a un tratamiento diferente». Lo mismo pasa con la violencia tras la Segunda Guerra Mundial, «que pasa de ser explícita a algún puñetazo suelto para hacer avanzar la trama».

Sobre estos cambios en el tratamiento de los temas, algunos de los cuales hoy veríamos «como una locura», para Castell hay que tener en cuenta que «en otras épocas era normal» y no se trata de «juzgar desde nuestra visión actual, sino analizar de manera crítica» y qué mejor manera de hacerlo que a través de la visión de un autor a lo largo de los años y las décadas y cómo esta ha cambiado paulatinamente con el devenir de los años.

De los soviets a los pícaros es, pues, un paseo a través de la historia reciente en la mejor compañía posible y que permite no solo aprender sobre los acontecimientos más importantes, sino saber más sobre Tintín y, sobre todo, sobre la visión de Hergé y su perspectiva sobre estos mismos hechos y la evolución en su forma de narrar las cosas.