Miguel Quesada, Marisa Gago, Eduardo de Salazar y el editor Vicente García. | José Sevilla

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La editorial Dolmen presentó hace unos días en Madrid las nuevas aventuras de El Guerrero del Antifaz, un personaje que entre los años 50 y 70 vendió más de 700.000 ejemplares, a la altura de otro héroe de las historietas de la época, el Capitán Trueno. «Es un evento muy importante para el mundo del cómic. Por eso decidimos presentarlo en la capital y en un hotel mallorquín», afirmó el escritor y editor isleño, Vicente García.

Mítica fue durante décadas la frase ‘¡Voto a bríos!’, emitida por este guerrero que combate en la época de los Reyes Católicos. Creado por el guionista y dibujante Manuel Gago, con la ayuda de su hermano Pablo y su cuñado, el guionista Pedro Quesada, entre 1978 y 1980 reapareció con nuevas aventuras, tras el cese de publicaciones en 1966 (el personaje nació en 1944).

Riesgo

En esta ocasión es el propio editor palmesano quien asume el riesgo de recuperar a un icono del cómic español con un primer volumen recopilatorio con sus orígenes y lo publicado entre 1978 y 1980. Además, de lanzar al mercado un nuevo volumen, titulado El impostor, con guion de Eduardo de Salazar y dibujos de Miguel Quesada. Se trata de un héroe adaptado a nuestros tiempos. «Publicamos un Guerrero del Antifaz actualizado con una personalidad más transgresora, con nuevos personajes y aventuras libres de censura», indican desde el sello de la Isla.

El objetivo de Vicente García es que en un futuro Jaume Vaquer reelabore al personaje en la serie Las leyendas del Guerrero del Antifaz, al estilo de las nuevas adaptaciones de Batman o Los Vengadores realizadas en el siglo XXI.

Y para este renovado periplo del caballero cristiano que combate a los mulsulmanes en la España de la última etapa de la Reconquista -tras haber sido criado por un dirigente árabe-, intervienen como dibujante Miguel Quesada Gago, sobrino del creador del personaje e hijo del guionista anterior; Marisa Gago como guionista (hija de Manuel Gago); y un experto en este cómic, también como creador de argumento, Eduardo de Salazar.