Ruben Östlund posó en un yate frente a la Seu.  | Jaume Morey

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Es difícil imaginar un lugar mejor para presentar la cinta El triángulo de la tristeza que un yate. La película de Ruben Östlund, que ganó la Palma de Oro en el festival deCannes este mismo año, inauguró ayer por todo lo alto la undécima edición del Evolution! Mallorca Internatioal Film Festival en el Teatre Principal y su director, que se ha afincado en la Isla donde está en conversaciones para producir su próxima película –tal y como avanzó este diario en agosto–, reconocía por la mañana desde un yate frente a la Seu que esperaba no provocar muchos «vómitos ni reacciones físicas en el público», de modo que aviso a navegantes: mejor tener una bolsa de papel a mano.

Östlund atendió a Ultima Hora y avanzó sentirse «con muchas ganas de poder ver la cinta proyectada en un lugar tan hermoso como el Teatre Principal». Algunas noticias relataban que varios espectadores no habían podido devolver las palomitas –por decirlo de alguna manera– durante el visionado de la misma en otros países, aunque el sueco le quitó hierro al asunto entre risas: «Creo que solo ha habido una persona que haya vomitado». En cualquier caso, no está preocupado: «Quiero ir un poco más allá con cada película y que la gente recuerde que ir al cine es una experiencia».

Detalló también que no conocía el Evolution! en verano, pero tras recibir la llamada de Sandra Lipski, su directora, vio que varios colegas habían venido «como MaddsMikkelsen, que me habló bien del festival», y otros están aquí ahora, como «Ed Lachmann», por lo que «tienen opciones de convertirse en un festival importante».

Empatía

Sobre la cinta, que narra un crucero de lujo lleno de ricos que se va a pique con todo lo que ello conlleva para sus pasajeros, Östlund confiesa no buscar tanto «el disfrute con el sufrimiento de los ricos, ya que la idea aburrida y simple de que ellos son malos y los pobres son buenos no me gusta, sino que espero que sientan empatía hacia unos seres humanos y sepan no poner la responsabilidad de un sistema que no funciona sobre los individuos concretos».

Por otro lado, Östlund también se mostró crítico con ciertos medios de comunicación y el criterio de discriminación sobre las noticias que se publican en relación a la polémica acaecida con el rapero americano Kanye West, que lanzó recientemente mensajes antisemitas en redes sociales donde acumula cientos de millones de seguidores: «Siempre hay alguien diciendo estupideces, pero cuando las dice se les da una atención exagerada. La gente intenta lidiar con los conflictos evitándolos, por eso me parece mal que algunos medios vivan de alimentarlos, de darles un altavoz, porque eso solo fomenta lo más básico    y lo peor del ser humano». En esta misma línea, el cineasta destacó que «lo bueno de la ficción es que no señalas a nadie real, pero todos los que tenemos relación con los mass media tenemos una responsabilidad porque lo que decimos afecta al mundo. Como cineasta, quiero crear nuevos pensamientos en la gente y hallar nuevos ángulos en un mismo tema, y no repetir estereotipos».