El póster de ‘Bahía de Palma’, una película que marcó un hito en Mallorca.

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Se cumplen 60 años del estreno de la película Bahía de Palma, dirigida por Juan Bosch, con Arturo Fernández y Elke Sommer como protagonistas principales, junto con Teresa del Río y Cassen. Fue entonces una de las más representativas filmadas en la Isla y todo un documento gráfico y social de los años 60. Su aniversario coincide con la demolición de la casa donde se rodaron algunas escenas de interiores y en el balcón, sobre el Paseo Marítimo.

La película, que se reestrenó de nuevo en el Teatre Principal en el año 2000 con una función conmemorativa especial, da comienzo con la llegada a Mallorca en barco a los muelles comerciales, donde se encontraban los servicios de pasajeros con la Península. Desde allí la acción se traslada a distintos escenarios como Valldemossa, Formentor, Santa Ponsa, o el Real Club Náutico de Palma, junto a elegantes terrazas y populares salas de fiesta de la época, como los jardines con música en vivo del Hotel Fénix o la sala de baile Saint Tropez, en Cas Catalá, entre otros locales de la entonces muy animada vida nocturna de Palma. Un dato anecdótico fue la aparición en España del primer bikini en la gran pantalla.

Dos escenas del filme con sus

protagonistas: Arturo Fernández y Elke Sommer.

La sinopsis narra la vida de un pianista de prestigio que, por causa de un trauma sentimental se limita a tocar solamente en locales de ocio nocturno. De ahí surge un romance con un intenso triángulo amoroso, cuyos escenarios son los paisajes más emblemáticos de Mallorca. En el filme se establece el punto de partida de cada excursión, en la casa ahora desaparecida. Una pequeña y sencilla vivienda asomada antaño sobre las orillas del litoral de la bahía y más tarde como puede verse en la película, sobre el Paseo Marítimo. Concretamente entre el hotel Victoria y Tito’s.

Postal que ilustra la bahía de Palma en 1910 y que acogió el rodaje de esta película en 1962, en una casa que ya no existe.

Era la última casa superviviente en primera línea de mar de la época original de El Terreno –con la excepción del casal de la Fundación Natzaret y también las viviendas aledañas de Sa Portassa–. Su discreta presencia con un angosto acceso por la calle Banys, y cerrada desde hacía largos años, ha coincidido con la remodelación de toda la zona de la Plaza Gomila, en diversos proyectos destinados a rehabilitar su entorno urbano.